jueves, 3 de octubre de 2019

ANTICOMUNISMO (¡OJÚ QUE MIEDO ME DA EL COMUNISMO!) HOY REPRESENTA ROBAR A LOS TRABAJADORES HASTA EL ENTRESIJO, COMO SE VIENE DEMOSTRANDO DE FORMA ACELERADA DESDE 2008 Y PLANEAN SEGUIR HACIENDO (¿PERO QUÉ COÑO ES ESE COMUNISMO CON EL QUE NOS QUIEREN METER MIEDO? ¿PERO LOS METEMIEDOS DEL COMUNISMO HAN DEFINIDO ALGUAN VEZ QUÉ ES EL COMUNISMO?) PERO SI ES USTED ANTOCOMUNISTA DE PURA CEPA, PUEDE VOTAR AL PP-PSOE-CIUDADANOS O CUALQUIER OTRO PARTIDO DE DERECHAS, DONDE SE PUEDE INCLUIR LA ERREJONADA DE MÁS ERREJÓN, PARA QUE NOS SIGAN ROBANDO HOY MÁS QUE AYER PERO MENOS QUE MAÑANA



Radiografía de la campaña europea contra los comunistas: características y objetivos



CANARIAS SEMANAL.OR. la primera a la izquierda
Domingo, 14 de Julio de 2019 

      La persecución anticomunista se ha intensificado en países tales como Lituania Estonia, Letonia, Rumanía, Hungría, Chequia Ucrania y Polonia. En algunos de ellos ya se han  definido leyes que prohíben, cuando menos, cualquier forma de organización, propaganda o actividad comunista. Otros gobiernos aplican también normativas legales con el objetivo de impedir la propaganda comunista, la exhibición de sus símbolos o la referencia a sus valores ideológicos.

     En el curso del pasado mes de junio, las autoridades polacas procedieron a una modificación del Código Penal por la que se pretende establecer una comparación entre el comunismo y el fascismo nazi. A ello, sin duda, han contribuido las corrientes similares que hoy toman asiento en el Parlamento Europeo, así como determinados acuerdos tomados en su seno. Tal es el caso, por ejemplo, de la institucionalización del llamado "Día europeo del recuerdo de las víctimas de regímenes totalitarios".

     Sin embargo, la ofensiva anticomunista no se reduce solamente al marco de los países citados anteriormente, sino que es, además, parte de una estrategia de los sectores más reaccionarios de la UE. Con ella se pretende neutralizar cualquier tipo de reacción popular contra las políticas ultraliberales que se están aplicando en toda Europa, acabar con las mechas que en un momento dado puedan hacer prender el incendio.

EL CASO DE POLONIA

     En relación con los rápidos avances del anticomunismo en la UE, el caso de Polonia es muy peculiar. Los comunistas polacos han venido sufriendo durante años una perseverante persecución judicial. Los miembros del KPP, - Partido Comunista Polaco- así como la dirección de su órgano periodístico  "Brzask", fueron perseguidos judicialmente con particular saña durante más de tres años. Se pretendía con ello borrar de la memoria de la sociedad polaca cualquier atisbo de ideas que expresaran valores ideológicos marxistas.

 En esa misma línea, el pasado año, en el curso de la celebración del bicentenario del nacimiento de Karl Marx, mientras se celebraba una Conferencia al respecto en la Universidad de Szczecin, la policía entró a saco, realizando una redada que acabó con la cancelación del propio acto.

    Según ha dado a conocer el propio KPP , miembro de la "Iniciativa Comunista Europea", los cambios reaccionarios que se están operando en la legislación polaca avanzan vertiginosamente.

    El pasado 14 de mayo, un proyecto de ley de talante netamente anticomunista fue enviado por el gobierno al Parlamento. Al día siguiente, el Sejm (la cámara baja), inició el procedimiento legislativo y el 16 de mayo fue aprobado. Posteriormente, pasó a la Cámara alta, el Senado, que agregó 43 enmiendas adicionales. Ahora regresa al Sejm para ser votado.
 

     La modificación del artículo 256 prohíbe el comunismo y lo compara con el nazismo y el fascismo. Hace 10 años ya se produjo un intento de prohibir el uso de los símbolos comunistas utilizando el mismo artículo, pero protestas que se produjeron dentro y fuera del país pudieron impedirlo. En el 2011 esa tentativa fue anulada por el Tribunal Constitucional. Esta aberración comparativa se hace pese a que el papel de los comunistas en la derrota del nazifacismo fue  absolutamente determinante.
    No debe extrañarnos, pues, que los medios de comunicación afines a la extrema derecha parafascista española - la COPE, La Razón, Intereconomía, ABC y otros- pretendan hacer algo similar, borrando de un plumazo el papel esencial que los comunistas jugaron en la desaparición de la dictadura de Franco, a la vez que se atreven a llegar a sugerir la posibilidad de que legalmente se establezca una agraviante comparación histórica con el régimen franquista.

    Pese a haber fracasado ante los tribunales, la campaña anticomunista del actual gobierno reaccionario polaco, que cuenta con los apoyos de la oposición liberal al servicio de la burguesía de ese país, pretende que sean las leyes las que expresamente prohíban la ideología comunista, sus actividades, la exhibición de sus símbolos o de cualquier otro tipo de material de contenido comunista. Con el nuevo Código se pretende, igualmente, infundir el miedo incrementando las penas de 2 a 3 años de prisión.
     Según expresó elocuentemente Beata Karon, una líder comunista polaca:

      "el objetivo de esta campaña anticomunista es prohibir la actividad revolucionaria porque ofrece una alternativa a los eslóganes vacíos del partido gobernante. El KPP es el único partido marxista claramente orientado a la defensa de los intereses de la clase trabajadora. Ésa es la razón por la que intentan desterrarlo. Esta campaña forma parte de un proyecto más grande para limitar la libertad. La legislación laboral polaca, por ejemplo, se ha modificado para hacer que las huelgas legales sean casi imposibles , a través de obstáculos burocráticos. 

Además, la ley sobre reuniones se volvió más restrictiva, lo que dificultó la organización de protestas . [...] La mayoría de los polacos no son anticomunistas. Quienes vivieron en la época del socialismo recuerdan los logros sociales, los mayores niveles de vida y perspectivas para la clase trabajadora, sin desempleo y sin preocupación por la vivienda. Ésa es la razón por la que la propaganda anticomunista se dirige fundamentalmente hacia los jóvenes, a través de escuelas y de los centros de propaganda como el llamado Instituto Nacional de la Memoria "

 ¿A QUÉ RAZONES  OBEDECEN ESTA APARENTEMENTE EXTEMPORÁNEA  CAMPAÑA  CONTRA LOS COMUNISTAS?Lo que parece incuestionable es que las actuales campañas contra los comunistas reflejan el dominio que estas corrientes están teniendo en el marco de las instituciones de la UE. Obedecen al propósito de la gran patronal europea de impedir cualquier potencial contestación movilizadora que pueda perturbar sus proyectos de multiplicar la precarización laboral de los asalariados europeos. Se juegan con ello nada menos que la posibilidad de que sus mercancías puedan competir ventajosamente en los dinámicos mercados mundiales emergentes.

      No es casualidad, por supuesto, que estas campañas contra los comunistas coincidan con los intentos de proceder a la distorsión y revisión de la historia reciente del continente. Los fastos que rodearon la celebración del desembarco estadounidense y británico en Normandía, en los que deliberadamente fue "olvidado" el papel crucial jugado por el Ejército Rojo en la liberación europea, fueron tan solo una muestra del proyecto del revisionismo histórico que está hoy en boga. El cuestionamiento histórico que se está imponiendo podría condensarse en frases tales como: 

  "Hitler, Mussolini y Franco estaban ciertamente equivocados, pero en el fondo sus propósitos no eran tan malos".

    El establecimiento de una comparación entre el comunismo y el fascismo no puede ser ni es, una mera casualidad, resultado de una interpretación aberrante, restringida a los ámbitos del revanchismo de las actuales corrientes parafascistas europeas. Se trata de un proyecto de mucha mayor envergadura.  Con esa comparación se intenta anular por la izquierda cualquier respuesta coherente, organizativa y movilizadora frente a la crisis en la que se encuentra atrapado el capitalismo europeo. Objetivo para el cual no se requiere solamente neutralizar la posibilidad de una más que hipotética resurrección de la resistencia comunista - de la que, por cierto, tímidamente empiezan a producirse síntomas en unos pocos paises europeos - , sino también proceder a la distorsión de su historia y hacer posible que esta llegue a provocar  horror en las nuevas generaciones.

       Mientras las clases trabajadoras no puedan encontrar respuestas prácticas a la precariedad laboral y al paro en las organizaciones revolucionarias se verán inevitablemente empujadas a encontrarlas en la demagogia y las propuestas del discurso ultraderechista de xenófobos y populistas. Lo que sucede en Francia, Italia, Alemania, Hungria...  son  elocuentes muestras de ello.
 
    Pero esta última hipótesis no le inquieta a la gran burguesía europea, pues se trata de proyectos políticos fascistas que, por su misma naturaleza ideológica, son controlables y reconducibles por el poder. Los planteamientos tácticos de la ultraderecha se limitan a aprovechar los efectos de las contradicciones sociales y económicas generadas por el mismo sistema capitalista para luego, en última instancia, preservarlo y fortalecerlo. La historia del Siglo XX nos ha enseñado que efectivamente es así. Los expresivos precedentes de la Alemania nazi, la Italia fascista o la España de Franco lo constatan fehacientemente.

       Las fuerzas políticas, sociales y económicas afines al capital  tienen conciencia de que donde reside el peligro realmente es en la existencia de organizaciones revolucionarias que puedan cuestionar las bases del sistema capitalista y descubrir  ante los explotados cuáles son  las raíces de su propia explotación. Por eso, ante la certera perspectiva de una potencial agudización futura de las contradicciones sociales y de clase, se han aprestado diligentemente a prevenirlo curándose en salud.

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