El ALBA-TCP renueva el compromiso con la cooperación,
la integración y la defensa de la unidad frente a la injerencia
Con la
presencia del Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba,
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los Ministros de Relaciones Exteriores y Jefes de
delegaciones de los países miembros del ALBA-TCP, reunidos en La Habana en
ocasión del XVIII Consejo Político, aprobaron una Declaración Final en la que
expresan su preocupación por la agresiva escalada contra Nuestra América
DIARIO OCTUBRE
mayo 22, 2019
El Presidente cubano asistió a la sesión de clausura
del xviii Consejo Político del ALBA-TCP. Foto: José Manuel Correa
Bertha Mojena
Milián.— Con la presencia del Presidente de los Consejos de
Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, los Ministros de
Relaciones Exteriores y Jefes de delegaciones de los países miembros de la
Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de
los Pueblos (ALBA-TCP), reunidos en esta capital en ocasión del XVIII Consejo
Político, aprobaron una Declaración Final en la que expresan su preocupación
por la agresiva escalada contra Nuestra América, las acciones contra la paz y
la seguridad regionales y especialmente las amenazas del uso de la fuerza
contra la República Bolivariana de Venezuela.
En la
declaración se precisa que estas amenazas constituyen peligros para la paz
regional en oposición a los preceptos contenidos en la Proclama de América
Latina y el Caribe como Zona de Paz y se destaca la resistencia del Gobierno y
pueblo venezolanos frente a la injerencia externa y las medidas coercitivas
unilaterales contra su país.
De igual forma,
se renueva el apoyo al Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, la
Revolución bolivariana y chavista y la unión cívico-militar de su pueblo, se
respalda la iniciativa del «Mecanismo de Montevideo» y se rechaza la vulneración
de la inviolabilidad de los locales de las misiones diplomáticas, en total
violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
El documento
ratifica el apoyo de los países miembros del alba-tcp al proceso de diálogo y
negociación del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de Nicaragua y el
rechazo de la conducta injerencista del Gobierno de ee. uu. y la Organización
de Estados Americanos (OEA).
Igualmente, se
repudia la Doctrina Monroe, viejo reflejo de la ambición hegemónica e
imperialista de Estados Unidos sobre las tierras y los pueblos de América y se
reclama el apoyo de la comunidad internacional para el levantamiento del
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto a Cuba y la decisión del
gobierno de ee. uu. de activar el Título iii de la Ley Helms-Burton.
Además se
abordó la necesidad de fortalecer la Comunidad de Estados Latinoamericanos y
Caribeños (CELAC) como mecanismo de concertación política regional.
Los países
miembros del alba también saludaron la aprobación de la nueva Constitución de
la República de Cuba.
En la
Declaración se respalda la presidencia Pro Témpore de Bolivia al frente de la
Celac y se reafirma el apoyo al pueblo y Gobierno de ese Estado plurinacional a
una salida al mar con soberanía.
Los integrantes
del ALBA-TCP rechazaron las medidas adoptadas contra los hermanos países
caribeños, considerándolos jurisdicciones no cooperativas, a la vez que se
acompaña su reclamo de compensación y justicia reparadora por el genocidio de
la población nativa y los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos.
En el documento
defendido en La Habana también se acoge la celebración del 25 al 28 de julio
del presente año, del XXV Encuentro del Foro de Sao Paulo en Caracas,
Venezuela, espacio que contribuirá al diálogo constante entre las fuerzas
políticas progresistas y los movimientos sociales de la región.
El XVIII
Consejo Político igualmente defendió la realización de la Reunión Ministerial
del Buró de Coordinación del Movimiento de Países No Alineados, a celebrarse en
la República Bolivariana de Venezuela, del 20 al 21 de julio de 2019.
El secretario
ejecutivo del ALBA-TCP, David Choquehuanca, resaltó al final del encuentro que
este mecanismo de integración regional tiene que levantarse con identidad
propia y con un pensamiento descolonizador que permita que la cultura de la
vida y de la paz prevalezca.
Aseguró que hay
que defender y construir el camino noble de la integración, de los que buscan
justicia, de la verdad, velar más por el «nosotros» y menos por el «yo» y
trabajar todos juntos contra el neoliberalismo, la guerra y el saqueo de
recursos, y así defender las soberanías, la paz y la integración frente a la
dominación y el sometimiento.
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