Desaceleración económica ¿China en la tormenta?
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“Poco importa que el gato sea blanco o negro mientras atrape los ratones ". Con la disminución del crecimiento y la multiplicación de los conflictos laborales, cada vez menos controlados, las luchas de los campesinos por el respeto de sus derechos, es probable que de ahora en adelante, sea cada vez más difícil “atrapar el ratón”.
Medido por el actual tipo de cambio, el PIB per cápita de China ha aumentado un poco más de 22 veces entre 1980-2011, de 220 dólares en 1980 a 4930 dólares en 2011. Expresada en la tasa de paridad de poder adquisitivo (PPA), se multiplicó por 33. Gracias a un crecimiento muy alto, durable y poco volátil, la disminución de la pobreza es impresionante. Sin embargo el aumento muy rápido en la desigualdad de los ingresos contrarresta parcialmente los efectos positivos de una fuerte tasa de crecimiento sobre la reducción de la pobreza, que continua pero a un ritmo menor.
China: algunos datos destacados
1980 1985 1990 1995 2000 2005 2011
PNB per cápita a tasa de
cambio corriente(en u$s)
PNB per cápita, PPA
220 280 330 530 930 1740 4930
La contribución de China al crecimiento mundial es, después de muchos años, determinante. La actual desaceleración de su crecimiento es preocupante por un doble motivo: tiene consecuencias sobre el crecimiento de otras economías emergentes y de las economías avanzadas, es probable que esto no pueda ser controlado
I. Originalidad del modelo chino
La originalidad del modelo chino reside en su capacidad de juntar el agua y el fuego: el mercado y el socialismo. El sector privado se desarrolló fuertemente. No se ha limitado sólo a la actividad de las empresas transnacionales. El sector público es muy importante. Su modernización es financiada por créditos a tipos de interés muy bajos, sin riesgo de practicar una “represión financiera” frente al sector privado que debe pedir prestado a tasas de interés elevadas. Las empresas públicas beneficiadas por subvenciones consecuentes. Protegidos por las medidas administrativas y la continuidad de una tasa de cambio depreciada, los precios de los productos manufacturados son cada vez más libres. Sin embargo, la liberalización es menos importante para los bienes intermedios que se benefician de numerosos subsidios. Finalmente, está restringido por los factores de producción, particularmente en lo que concierne a las materias primas, las condiciones de endeudamiento y el trabajo en lo que los precios se mantienen en un nivel bajo. Finalmente, China puede ser caracterizada por las facilidades otorgadas para comprar empresas extranjeras - con el objetivo de apropiarse de las tecnologías más recientes-, por un cierto proteccionismo, a través del mantenimiento de un tipo de cambio depreciado y la exclusión de facto de las empresas extrajeras en los llamado a licitaciones públicas.
La originalidad de este modelo se funda:
-sobre la articulación de las fuerzas sociales bajo la egida del Partido Comunista:
empresarios públicos y privados pertenecientes en su mayoría al Partido, el mundo del trabajo con sus diferenciaciones de más en más fuertes entre campo y ciudad, trabajadores cualificados y no cualificados, trabajadores residentes y trabajadores migrantes del campo (“mingongs”) sin permiso (sin el “Hukou”), que casi no se benefician de servicios sociales. Estos últimos, muy numerosos (260 millones), están concentrados en los empleos no calificados y especialmente penosos;
-sobre la capacidad del Estado nacional para mantener un control sobre los gobiernos provinciales y sobre la concentración política y el mantenimiento de una autonomía muy relativa frente al poder central;
-sobre un crecimiento elevado encaminado a legitimar la continuación de un régimen autoritario, a pesar de la particularmente desigual distribución de los frutos de este crecimiento y del auge de la corrupción.
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