125 AÑOS DE LUCHA NACIONALISTA
El pasado 5 de Julio, el gobierno de la Junta colonial españolista sobre Andalucía, la mal llamada “Junta de Andalucía”, conmemoraba el 125 aniversario del nacimiento del Padre de la Patria Andaluza, Blas Infante Pérez.
Con dicha celebración, el españolismo pretendía culminar su política de embaucamiento y sometimiento del Pueblo Trabajador Andaluz, iniciada en 1978 con la traición al 4-D mediante el “Pacto de Antequera”, mantenida hasta hoy gracias a la falsa autonómica. Parapetándose en la figura desvirtuada del Padre de la Patria Andaluza pretenden justificar la opresión y negación de Andalucía, contra la que precisamente se alzó Blas Infante, ejercida por las estructuras estatalistas del imperialismo español, de las que la Junta forma parte.
La figura y los ideales de Blas Infante son ocultados, tergiversados, manipulados y desarmados de su importante carga soberanista y revolucionaria, con el sustitutivo que regionalistas y españolistas nos ofrecen de “su Blas Infante”, un sucedáneo que poco tiene que ver con aquel que dio la vida por Andalucía y l@s trabajadores/as. Se pretende esconder y silenciar sus creencias y su trayectoria, transformándolas en una caricatura inofensiva para sus intereses. Sus propuestas de Reforma Agraria, que transformarían radicalmente las relaciones de propiedad y la titularidad de los medios de producción poniéndolos bajo control de las clases populares, el ejercicio pleno de derechos políticos de Andalucía, entre ellos la constitución de una Republica Andaluza inspirada en la Constitución de Antequera de 1883, o la visión de Andalucía como una formación social milenaria con un devenir histórico propio, interrumpido y distorsionado por el imperialismo españolista desde la conquista, y perpetuado a través del periodo colonial que se extiende desde entonces hasta hoy. Estos son los puntos esenciales del pensamiento y la lucha de Infante que busca callar la celebración del nacimiento.
La trascendencia de Blas Infante no radica en su persona sino en el ideal por el que vivió y murió. Matándole no se pretendió asesinar al hombre sino ese ideal. Acabando con él se aspiraba a erradicar toda posibilidad de una Andalucía libre. Fue asesinado por su defensa de la soberanía político-social del Pueblo Trabajador Andaluz. El 10 de Agosto es inseparable de estas aspiraciones, por eso se le sustituye por el anodino 5 de Julio, más útil para mantener el status quo, porque la realidad actual de Andalucía, nuestra permanencia como colonia interior española choca con sus metas libertadoras. La aplicación por la Junta de las medidas del Fondo Monetario Internacional, el bloque hegemónico europeo y el españolismo, sacrificando los derechos de los trabajadores andaluces, lanza un torpedo a la línea de flotación del pensamiento infantista, de profundas y unívocas raíces andaluzas y obreras. La incompatibilidad de sus metas con la dependiente “Andalucía autonómica” es la causa de su asesinato intelectual.
Pero ese mismo día 5 de Julio, en la Sierra de Cádiz, el SAT, el Sindicato Andaluz de Trabajadores, iniciaba una Marcha por la Dignidad y el Empleo. Una acción que, como ellos afirman, conlleva “la dignidad, la coherencia, la rebeldía, la honestidad y la lucha de un puñado de hombres y mujeres que no se doblegan ante los planes del poder del dinero”. En definitiva, una actuación fiel al alma indomable y combativa, contra la esclavitud política y asalariada en la que nos mantiene el españolismo, que perseguía y ambicionaba Blas Infante para nuestro pueblo. Por ello, la auténtica Andalucía, la de los puestos en pié por nuestra tierra y nuestra libertad, estuvo ese día representada por las mujeres y los hombres de esa marcha. Levantarse por nuestros derechos y por nuestro país es la conmemoración más íntegra del Padre de la Patria Andaluza. El 5 de Julio, los jornaleros de la Sierra de Cádiz han hecho el mejor homenaje a Blas Infante.
Mientras haya andaluces que continúen su camino, negándose a vivir encadenados, aunque dichas cadenas sean doradas, perseverando en la lucha por ser dueños de sus destinos, por su soberanía territorial y social, contra España y el Capital, por la trasmisión a nuestros compatriotas de su auténtica identidad y situación, de la realidad “esclava” nacional y asalariada, y su alternativa, incitando a combatir por la libertad, el españolismo habrá fracasado y Blas Infante estará reivindicado. De nada servirán las embaucadoras celebraciones para ocultar el pensamiento de aquel que luchó por la liberación de Andalucía. Allí donde viva su mensaje, Blas Infante vivirá. Por contra, contribuyendo a la perpetuación de la mentira, la alienación y el sometimiento, con actitudes complacientes y colaboracionistas con el opresor y la opresión, con España y el capitalismo, se estará volviendo a apretar el gatillo. No solo estaremos traicionando a Blas Infante y a su pensamiento, sino al Pueblo Trabajador Andaluz. Seremos cómplices de los asesinos y explotadores. Blas Infante, su espíritu y su ideal, el 5, no estarán en Casares ni el “Parlamento”, sino marchando con los jornaleros por la sierra.
Nación Andaluza hizo un llamamiento a todos los andaluces de conciencia, y en particular a los militantes y simpatizantes de la izquierda independentista, a que el 5 de Julio apoyasen y participen en la Marcha del SAT por la Sierra de Cádiz, así como a renegar y abstenerse de hacerlo en los distintos actos “institucionales”, anti-infantistas, anti-populares y anti-andaluces, promovidos por la Junta y el “Parlamento” neocolonial.
Con dicha celebración, el españolismo pretendía culminar su política de embaucamiento y sometimiento del Pueblo Trabajador Andaluz, iniciada en 1978 con la traición al 4-D mediante el “Pacto de Antequera”, mantenida hasta hoy gracias a la falsa autonómica. Parapetándose en la figura desvirtuada del Padre de la Patria Andaluza pretenden justificar la opresión y negación de Andalucía, contra la que precisamente se alzó Blas Infante, ejercida por las estructuras estatalistas del imperialismo español, de las que la Junta forma parte.
La figura y los ideales de Blas Infante son ocultados, tergiversados, manipulados y desarmados de su importante carga soberanista y revolucionaria, con el sustitutivo que regionalistas y españolistas nos ofrecen de “su Blas Infante”, un sucedáneo que poco tiene que ver con aquel que dio la vida por Andalucía y l@s trabajadores/as. Se pretende esconder y silenciar sus creencias y su trayectoria, transformándolas en una caricatura inofensiva para sus intereses. Sus propuestas de Reforma Agraria, que transformarían radicalmente las relaciones de propiedad y la titularidad de los medios de producción poniéndolos bajo control de las clases populares, el ejercicio pleno de derechos políticos de Andalucía, entre ellos la constitución de una Republica Andaluza inspirada en la Constitución de Antequera de 1883, o la visión de Andalucía como una formación social milenaria con un devenir histórico propio, interrumpido y distorsionado por el imperialismo españolista desde la conquista, y perpetuado a través del periodo colonial que se extiende desde entonces hasta hoy. Estos son los puntos esenciales del pensamiento y la lucha de Infante que busca callar la celebración del nacimiento.
La trascendencia de Blas Infante no radica en su persona sino en el ideal por el que vivió y murió. Matándole no se pretendió asesinar al hombre sino ese ideal. Acabando con él se aspiraba a erradicar toda posibilidad de una Andalucía libre. Fue asesinado por su defensa de la soberanía político-social del Pueblo Trabajador Andaluz. El 10 de Agosto es inseparable de estas aspiraciones, por eso se le sustituye por el anodino 5 de Julio, más útil para mantener el status quo, porque la realidad actual de Andalucía, nuestra permanencia como colonia interior española choca con sus metas libertadoras. La aplicación por la Junta de las medidas del Fondo Monetario Internacional, el bloque hegemónico europeo y el españolismo, sacrificando los derechos de los trabajadores andaluces, lanza un torpedo a la línea de flotación del pensamiento infantista, de profundas y unívocas raíces andaluzas y obreras. La incompatibilidad de sus metas con la dependiente “Andalucía autonómica” es la causa de su asesinato intelectual.
Pero ese mismo día 5 de Julio, en la Sierra de Cádiz, el SAT, el Sindicato Andaluz de Trabajadores, iniciaba una Marcha por la Dignidad y el Empleo. Una acción que, como ellos afirman, conlleva “la dignidad, la coherencia, la rebeldía, la honestidad y la lucha de un puñado de hombres y mujeres que no se doblegan ante los planes del poder del dinero”. En definitiva, una actuación fiel al alma indomable y combativa, contra la esclavitud política y asalariada en la que nos mantiene el españolismo, que perseguía y ambicionaba Blas Infante para nuestro pueblo. Por ello, la auténtica Andalucía, la de los puestos en pié por nuestra tierra y nuestra libertad, estuvo ese día representada por las mujeres y los hombres de esa marcha. Levantarse por nuestros derechos y por nuestro país es la conmemoración más íntegra del Padre de la Patria Andaluza. El 5 de Julio, los jornaleros de la Sierra de Cádiz han hecho el mejor homenaje a Blas Infante.
Mientras haya andaluces que continúen su camino, negándose a vivir encadenados, aunque dichas cadenas sean doradas, perseverando en la lucha por ser dueños de sus destinos, por su soberanía territorial y social, contra España y el Capital, por la trasmisión a nuestros compatriotas de su auténtica identidad y situación, de la realidad “esclava” nacional y asalariada, y su alternativa, incitando a combatir por la libertad, el españolismo habrá fracasado y Blas Infante estará reivindicado. De nada servirán las embaucadoras celebraciones para ocultar el pensamiento de aquel que luchó por la liberación de Andalucía. Allí donde viva su mensaje, Blas Infante vivirá. Por contra, contribuyendo a la perpetuación de la mentira, la alienación y el sometimiento, con actitudes complacientes y colaboracionistas con el opresor y la opresión, con España y el capitalismo, se estará volviendo a apretar el gatillo. No solo estaremos traicionando a Blas Infante y a su pensamiento, sino al Pueblo Trabajador Andaluz. Seremos cómplices de los asesinos y explotadores. Blas Infante, su espíritu y su ideal, el 5, no estarán en Casares ni el “Parlamento”, sino marchando con los jornaleros por la sierra.
Nación Andaluza hizo un llamamiento a todos los andaluces de conciencia, y en particular a los militantes y simpatizantes de la izquierda independentista, a que el 5 de Julio apoyasen y participen en la Marcha del SAT por la Sierra de Cádiz, así como a renegar y abstenerse de hacerlo en los distintos actos “institucionales”, anti-infantistas, anti-populares y anti-andaluces, promovidos por la Junta y el “Parlamento” neocolonial.
¡Viva el Pueblo Trabajador Andaluz!
¡Viva la lucha obrera!
¡Por Blas Infante y su lucha nacionalista¡
*+
(1) BLOQUE NACIONALISTA ANDALUZ (BNA) 5 Julio 2010
¡Por Blas Infante y su lucha nacionalista¡
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(1) BLOQUE NACIONALISTA ANDALUZ (BNA) 5 Julio 2010
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