(Josu Erkoreca, portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Congreso, grandiosamente de derechas, tal que plaza de toros, pero de las grandes)
Este político vasco, y por tanto, no por vasco, sino por político, es uno de los responsables de que los ciudadanos del montón no vivamos lo bien que hoy sería posible hacerlo, si los bancos y allegados no nos estuvieran robando el producto de nuestro trabajo continuamente, cuando hay crisis y cuando no la hay , y si los políticos tuvieran conciencia de que tiene en sus manos todos los resortes para administrar los bienes públicos, que son nuestros y no de ellos, aunque en la práctica es de ellos y no nuestros, a pesar de que los que trabajamos somos nosotros y no ellos.
Por tanto, Erkoreca se considera así mismo un amo más de la corrala de la Tía Paca en la que nos han convertido la política actual, los actuales políticos, entre otros él, y no le tiembla la lengua al pedirle al gobierno de ZaPaPero que adopte medidas impopulares para salir de la crisis.
Medidas impopulares para los demás, pide Erkoreca, no para él ni para la nube de paralíticos mentales (y no me confunda el lector, por favor, la parálisis mental de los políticos con la estomacal, bolsillera y aparato reproductivo, por favor, que en lo tocante a lo estomacal, bolsillería y reproducción con nacimiento de niño o no, los políticos son muy activos) que como él, viven del trabajo ajeno.
Podríamos nosotros, los que no vivimos del cuento, sino de nuestro trabajo, y además hacemos que vivan de puta madre los que no trabajan, entre otros Erkoreca o el Rey, por ejemplo, que además no tenemos nada que ver con la crisis, excepto que trabajábamos sin saber la que nos guardaban esos paralíticos mentales de la política oficial,
que la impopularidad de las medidas contra nosotros que le pide al gobierno, tuviera una ligera variación conceptual, y en vez de ser impopular, en general, lo fuera en particular, para poder aplicar la tal particularidad, particularmente, a los políticos, que sería más lógico y justo, que los platos rotos de la crisis la paguen quienes han roto los platos, o sea, quienes han creado la crisis: los bancos y el gran capital, actuando como capataces suyos los políticos, entre otros, Erkoreka o el Rey, por ejemplo.
Así, si a los políticos se le bajan las pensiones que les queda después de pasearse por la política, se le bajan los sueldos, comisiones, gastaduría social y menos social de representatividad representativa, hasta aun importe mensual por todos los conceptos equivalente a tres veces más de lo que le queda a una viuda, seguro estoy de que esa medida resultaría impopular del todo entre la clase política y asimilados, que es la impopularidad que le exige Erkoreka al gobierno, pero con un aligera variación: aplicada a él y a sus amsimilativos político varios, porque el patriotismo, la responsabilidad política, pero sobre todo el movimiento, se demuestra andando. Pues que ande Erkoreca y santa compaña.
Y lo que sigue, es ya en defensa propia, lo siento mucho, para que no me tomen por un radicaloide como Rajoy en tendencia clara de joder aun más a los trabajadores; como un simplón demagógico como Aznar; como un amante de chichinabo de la dialéctica como ZaPaPero o como un simple y vulgarcete forofo del Getafe como el Rey, que no es por nada, las cosas como son y mejorando lo presente, que uno es muy suyo. Y en esta defensa mía, digo: si la pensión que le queda a una viuda viene a ser de de algo más de 400 euros al mes, y ello es de justicia, legal y sobre todo, suficiente para vivir, porque, para qué quiere comer más una viuda que un café con leche por la mañana y una sopita pobre de arroz al medio día, que para eso es para lo que llegan 400 euros al mes, pues multiplicado por tres de aplicación inmediata a los políticos, a Erkoreca y comparsa, serán 1.200 euros al mes, o sea, tres veces más justo y legal que lo que le queda a una viuda, ¡que ya es dinero, eh!
Sería muy impopular entre la clase política, lo reconozco. Pero se trata de eso, de que las medidas contra la crisis sea impopular entre los políticos, mucho impopular, más impopular todavía, pero entre los políticos, no para nosotros.
Pues, a lo que estamos, Erkoreka, que primero usted, y después de que chupe del frasco que me quiere aplicar a mi, viene y me cuenta más cuentos, que yo le contaré otro, que por eso no vamos a discutir. ¡Si será por cuentos!
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Este político vasco, y por tanto, no por vasco, sino por político, es uno de los responsables de que los ciudadanos del montón no vivamos lo bien que hoy sería posible hacerlo, si los bancos y allegados no nos estuvieran robando el producto de nuestro trabajo continuamente, cuando hay crisis y cuando no la hay , y si los políticos tuvieran conciencia de que tiene en sus manos todos los resortes para administrar los bienes públicos, que son nuestros y no de ellos, aunque en la práctica es de ellos y no nuestros, a pesar de que los que trabajamos somos nosotros y no ellos.
Por tanto, Erkoreca se considera así mismo un amo más de la corrala de la Tía Paca en la que nos han convertido la política actual, los actuales políticos, entre otros él, y no le tiembla la lengua al pedirle al gobierno de ZaPaPero que adopte medidas impopulares para salir de la crisis.
Medidas impopulares para los demás, pide Erkoreca, no para él ni para la nube de paralíticos mentales (y no me confunda el lector, por favor, la parálisis mental de los políticos con la estomacal, bolsillera y aparato reproductivo, por favor, que en lo tocante a lo estomacal, bolsillería y reproducción con nacimiento de niño o no, los políticos son muy activos) que como él, viven del trabajo ajeno.
Podríamos nosotros, los que no vivimos del cuento, sino de nuestro trabajo, y además hacemos que vivan de puta madre los que no trabajan, entre otros Erkoreca o el Rey, por ejemplo, que además no tenemos nada que ver con la crisis, excepto que trabajábamos sin saber la que nos guardaban esos paralíticos mentales de la política oficial,
que la impopularidad de las medidas contra nosotros que le pide al gobierno, tuviera una ligera variación conceptual, y en vez de ser impopular, en general, lo fuera en particular, para poder aplicar la tal particularidad, particularmente, a los políticos, que sería más lógico y justo, que los platos rotos de la crisis la paguen quienes han roto los platos, o sea, quienes han creado la crisis: los bancos y el gran capital, actuando como capataces suyos los políticos, entre otros, Erkoreka o el Rey, por ejemplo.
Así, si a los políticos se le bajan las pensiones que les queda después de pasearse por la política, se le bajan los sueldos, comisiones, gastaduría social y menos social de representatividad representativa, hasta aun importe mensual por todos los conceptos equivalente a tres veces más de lo que le queda a una viuda, seguro estoy de que esa medida resultaría impopular del todo entre la clase política y asimilados, que es la impopularidad que le exige Erkoreka al gobierno, pero con un aligera variación: aplicada a él y a sus amsimilativos político varios, porque el patriotismo, la responsabilidad política, pero sobre todo el movimiento, se demuestra andando. Pues que ande Erkoreca y santa compaña.
Y lo que sigue, es ya en defensa propia, lo siento mucho, para que no me tomen por un radicaloide como Rajoy en tendencia clara de joder aun más a los trabajadores; como un simplón demagógico como Aznar; como un amante de chichinabo de la dialéctica como ZaPaPero o como un simple y vulgarcete forofo del Getafe como el Rey, que no es por nada, las cosas como son y mejorando lo presente, que uno es muy suyo. Y en esta defensa mía, digo: si la pensión que le queda a una viuda viene a ser de de algo más de 400 euros al mes, y ello es de justicia, legal y sobre todo, suficiente para vivir, porque, para qué quiere comer más una viuda que un café con leche por la mañana y una sopita pobre de arroz al medio día, que para eso es para lo que llegan 400 euros al mes, pues multiplicado por tres de aplicación inmediata a los políticos, a Erkoreca y comparsa, serán 1.200 euros al mes, o sea, tres veces más justo y legal que lo que le queda a una viuda, ¡que ya es dinero, eh!
Sería muy impopular entre la clase política, lo reconozco. Pero se trata de eso, de que las medidas contra la crisis sea impopular entre los políticos, mucho impopular, más impopular todavía, pero entre los políticos, no para nosotros.
Pues, a lo que estamos, Erkoreka, que primero usted, y después de que chupe del frasco que me quiere aplicar a mi, viene y me cuenta más cuentos, que yo le contaré otro, que por eso no vamos a discutir. ¡Si será por cuentos!
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