El
enfrentamiento entre EE.UU y la UE. Nuevas oportunidades se abren
KAOSENLARED / 27 de febrero de 2025 /
Por Comunicados
Declaración de la
Coordinación de Núcleos Comunistas
Para las organizaciones
revolucionarias es importante analizar las líneas de tendencia que rigen el
desarrollo de las crisis del capitalismo en su etapa imperialista y que la
burguesía ha intentado resolver históricamente mediante la destrucción y la
guerra. Pero, tan crucial o más, es identificar adecuadamente las
contradicciones entre las clases dominantes, que se muestran de forma muy aguda
en periodos de crisis, precisamente cuando el sistema no puede ocultar su
incapacidad para resolver los problemas más acuciantes de las masas. En estos
momentos de duras luchas internas, cuando el capital pierde toda máscara de
legitimidad, es más fácil que las clases oprimidas comprendan con claridad la
necesidad ineludible de la revolución.
Las contradicciones entre
el imperialismo norteamericano y el imperialismo subordinado europeo (este
último sometido económica y militarmente desde el final de la II Guerra
Mundial), que se han ido bandeando mal que bien durante décadas, se muestran
ahora con crudeza. Y lo hacen, cuando la UE, gobernada por una oligarquía que
ha aplicado disciplinadamente las medidas dictadas por EE.UU, ve hundirse en un
tiempo récord sus economías, ya afectadas gravemente por la crisis y cuando además,
enfrenta una fractura política sin precedentes.
Desde el primer momento fue
evidente que las políticas adoptadas “conjuntamente” por EE.UU y la UE, hacían
de la economía norteamericana la gran beneficiaria de la voladura del Nord
Stream y de las sanciones a Rusia. Washington ha aumentado en gran medida la
venta a los países de la UE de gas licuado, peor y más caro que el ruso, y ha
aprovechado la ruina de la industria europea por el encarecimiento de la
energía para incentivar el traslado de sus fábricas a EE.UU.
El hundimiento económico de
Europa, acelerado espectacularmente con el cierre de la economía en 2020 con el
pretexto del Covid y que acabó con buena parte de la pequeña y mediana expresa,
se ha intentado enmascarar recurriendo cada vez más a la Deuda pública. Con la
excusa del Covid primero “para mejorar la sanidad pública”, del cambio
climático y las políticas “verdes” después, y finalmente declarando que el
envío masivo de armas y dinero a Ucrania para asegurar su victoria sobre Rusia
era vital para la seguridad europea, se han destinado cantidades ingentes de
dinero público a la gran banca, multinacionales y fondos de inversión.
La gran estafa que todo
esto ha supuesto cada vez es más difícil de ocultar. La pandemia y todos los
estados de alarma y emergencias, además de servir para llevar a cabo un
gigantesco experimento de control social, permitieron unos niveles de
corrupción escandalosos en las administraciones públicas. Mientras tanto, la
sanidad pública, no sólo no han mejorado sino que se ha acelerado su
desmantelamiento, a mayor gloria de la industria farmacéutica y la sanidad
privada. Por su parte, la pequeña y mediana empresa industrial, agrícola o
ganadera, no sólo no ha recibido apenas nada de los fondos europeos (dinero
público) que, una vez más, se ha embolsado el gran capital, sino que las
drásticas medidas del capitalismo “verde” les han dado el empujón definitivo a
la ruina.
Las
contradicciones, ahora las de clase, se agudizan. La caída en picado de las
condiciones de vida de millones de personas arroja cifras espectaculares1 que ocultan el dolor
y la desesperación de quienes no sólo se dejan la vida y la salud en el
trabajo, sino que no pueden siquiera satisfacer sus necesidades básicas, la
primera, la vivienda. El malestar social que, dadas su dimensiones, apenas se
transforma en protesta, intenta ser aplastado con un desproporcionado aumento
de la represión2 y la censura. Los
mismos métodos de control absoluto de la información y de imposición del
pensamiento único implantados con el Covid, han continuado su trabajo con la
guerra de la OTAN contra Rusia.
Por otro lado, como los
nichos de negocio son cada vez más escasos, a la intensificación de la
explotación con el alargamiento de la edad de jubilación (cuando en las dos
últimas décadas de la vida laboral se disparan los accidentes mortales de
trabajo), se añade el robo de los planes de pensiones privados en los Convenios
Marco de la mano de la patronal, la banca y CC.OO y UGT, amparados por el
gobierno.
Y así pensaban seguir….
La continuación de la
guerra “hasta el último ucraniano “ debía seguir sirviendo a la Comisión
Europea y a sus gobiernos de pretexto ante sus pueblos para justificar, en aras
de la “economía de guerra”, el aumento del ya desmesurado gasto militar. Hace pocos
días se anunciaba el levantamiento de las reglas fiscales para permitir un
endeudamiento sin precedentes, en torno a los 500.000 millones de euros. Por
otra parte, la OTAN presionada por EE.UU, exige a Europa que asuma sus propios
gastos militares y que cada país aumente sus presupuestos hasta el 5% del PIB.
El agonizante capitalismo
europeo, que hace décadas se nutre del dinero público vía subvenciones y
privatizaciones, ha colocado ahora prácticamente todos sus huevos en la cesta
del gasto militar. “Reindustrializar España con la industria armamentística”, anuncia
Robles, ministra de la guerra, a unos pueblos asolados por la desertificación
industrial, agrícola y ganadera; pero sobre todo se lo ofrece a los grandes
capitalistas – principalmente fondos de inversión de EE.UU – a los que este
gobierno y los anteriores han vendido las empresas públicas de armamento y a
los que riega generosamente con nuestro dinero.
Para dar una idea de las
dimensiones actuales del presupuesto militar del gobierno PSOE-Sumar valgan
estos datos referentes a 2025. Techo de Gasto Público: 195,353 millones de
euros. Gasto militar total real: 60.000 millones, Pago de intereses de la
Deuda: 36.000 millones que irán a parar a los bancos a los que “rescatamos” con
100.000 millones, de los que no han devuelto nada. Como puede verse, la suma de
los intereses de la Deuda más el gasto militar equivale a más más de la mitad
del Techo de Gasto Público.
La causa del desconcierto y
del terror que recorre los despachos de la UE y los de los gobiernos reside en
que la administración republicana, una vez hundida Europa, trata a sus vasallos
como trastos inservibles, sin dejarles sentar siquiera en las negociaciones
para el final de la guerra en Ucrania. Pero lo más grave para ellos es que les
deja sin “la amenaza rusa” para justificar los gastos de guerra, que por otro
lado es la única fuente de beneficios segura y el siniestro motor con el que
pretenden mover la agonizante economía europea.
El grave problema que tiene
ahora la oligarquía europea, y la gran debilidad que debemos aprovechar las
organizaciones de clase, es que va a ser muy difícil convencer a una población
que ve hundirse cada día más sus condiciones de vida de que su prioridad sea
destinar cada vez más fondos públicos a la fabricación de armamento. La gente
sólo acepta medidas brutales como fue el confinamiento o la prioridad absoluta
del gasto militar, si previamente se la ha aterrorizado y se han silenciado o
desacreditado las voces contrarias. Y ahora, aun contando con todo el control
de los medios de comunicación y el enorme aparato represivo, el enfrentamiento
con EE.UU. y el cambio de prioridades de la administración republicana,
debilita significativamente el belicismo de la UE. Hoy por hoy, una guerra de
la UE contra una Rusia que ha derrotado a la OTAN , más allá de las bravuconadas
del grupo de Weimar3, del que forma parte el
gobierno “progre” PSOE-Sumar, no tiene fundamente alguno. Máxime cuando tanto
la UE como la OTAN están profundamente divididas.
La guerra seguirá estando
en el horizonte del capitalismo en crisis y la clase obrera debe saberlo y
prepararse para ello, pero el análisis concreto de la situación concreta, nos
exige hoy actuar con toda la fuerza posible sobre el punto más débil del
fantoche belicista, en la UE y en el Estado español.
La denuncia del gasto
militar debe estar presente en las movilizaciones de la clase obrera y ocupar
un lugar prioritario de la lucha antiimperialista, además de la exigencia de
salir de la UE y de la OTAN, que cobra más sentido que nunca.
Hoy es más evidente que
antes que el imperialismo europeo tiene los pies de barro y que “el capitalismo
de rostro humano” del que presumía la UE, es un cadáver que sólo la coraza
militar mantiene en pie. La tarea ahora es saber fortalecer a sus enterradores.
1[1]
Casi cuatro millones de personas viven en situación de pobreza severa (hogares
con ingresos inferiores a 611 euros/mes) y más de ¼ de la población española,
casi 13 millones de personas, viven con menos de 840 euros/mes. Informe oficial
de la Red Europea contra la Pobreza https://www.eapn.es/estadodepobreza/ARCHIVO/documentos/14_informe_AROPE_2024_avance_resultados.pdf
2[1]
https://static1.ara.cat/ara/public/content/file/original/2025/0220/13/dqd-derecho-a-la-protesta-2024-pdf.pdf
3[1]
https://www.ukrinform.es/rubric-polytics/3959539-declaracion-conjunta-de-weimar-en-paris-estamos-dispuestos-a-reforzar-el-apoyo-a-ucrania.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario