COMUNICADO DE LA UNIÓN DE JUDÍOS FRANCESES POR LA PAZ
(UJFP)
29 de enero de 2024 Asociación Nacional de Comunistas de Francia (ANC)
¡Están
asesinando a palestinas y palestinos y al propio judaísmo!
En tres meses
de guerra, ha habido más de 30.000 muertos o desaparecidos en Gaza, el 1,5% de
su población. Un porcentaje equivalente al de franceses asesinados en cinco
años durante la Segunda Guerra Mundial.
El 75% de los
muertos son mujeres, niños y ancianos. El pretexto de “erradicar” a Hamás es
grotesco, es claramente una guerra de exterminio de la población de Gaza.
Casi toda la
infraestructura quedó destruida, incluidos hospitales y escuelas. La población,
masivamente desplazada y bombardeada, se ha quedado sin sus hogares y pasa
hambre.
En
Israel, las barreras morales se han derrumbado.
Las
declaraciones de los dirigentes israelíes son inequívocas. Son palabras de
asesinos que se jactan de sus crímenes: “Los palestinos son animales humanos”,
“hemos devuelto Gaza a la Edad de Piedra”, “lanzar una bomba atómica sobre
Gaza, es una opción”, “si fomentamos la emigración y quedan 200.000 árabes en
Gaza en lugar de 2 millones, lo que venga después será completamente
diferente”, “He matado a muchos árabes en mi vida, no veo cuál es el problema”…
La lista sería larga.
A estas
declaraciones de asesinos les siguen los actos: en todas partes se ven las
imágenes de barrios pulverizados, de miles de niños masacrados, de familias
enteras aniquiladas, del éxodo interminable de una población deliberadamente
sometida a la hambruna, de hospitales destruidos… Negar lo que está sucediendo
es imposible. Esta destrucción de Gaza va acompañada de otras matanzas en Yenín
o Huwara y de una generalización de la tortura a los prisioneros.
En Israel gran
parte de la opinión ha franqueado los límites de la humanidad, como ya ha
ocurrido en otras sociedades. Estos crímenes son aplaudidos. Los medios de
comunicación se divierten con el sufrimiento palestino. La vida del otro no
tiene importancia. Se asume el supremacismo y la desigualdad de derechos.
¿Y los
judíos?
El Estado de
Israel se define a sí mismo como un Estado judío. Los asentamientos que
despedazan Cisjordania se denominan “asentamientos judíos”. Los sionistas
consideran un traidor a cualquier judío que no apoye a Israel.
Están matando
al judaísmo, ya sea secular o religioso. Como minoría a menudo oprimida, los
judíos lucharon por su emancipación vinculándola a la de la humanidad. A menudo
han sido portadores de valores universales. Para los religiosos, el pueblo
elegido tiene el deber de portarse bien y está prohibido dañar la existencia
del prójimo.
Lo que el
Estado de Israel está infligiendo a los palestinos reproduce en muchos aspectos
lo que el antisemitismo infligió a los judíos. Los líderes israelíes no tienen
ningún derecho a reclamar la memoria de los guetos. Hoy Gaza es un gueto. No
tienen derecho a invocar la memoria del genocidio nazi. Los judíos exterminados
eran dominados. Se les consideraba población “excedente”. Fueron víctimas de
una ideología de extrema derecha.
En 1945 cayó el
régimen nazi, pero no sus ideas. La extrema derecha racista, colonialista y
supremacista, que pisotea los derechos fundamentales, está en el poder en
Israel y está aliada con todas las fuerzas de extrema derecha del mundo,
incluidas las antisemitas. También asesinan la memoria del genocidio nazi.
Del
crimen al suicidio
La UJFP se
dirige a los judíos, los de Israel, los de Francia o de otros lugares. Hay un
derecho internacional, hay unos derechos humanos fuera de los cuales no hay más
que barbarie generalizada. El Estado de Israel se ha salido de la vía. Apoyar
lo que este Estado está haciendo, ser cómplice del genocidio en curso en Gaza,
no sólo es inmoral. Es totalmente suicida. ¿Quién puede pensar que los
israelíes podrán imponerse eternamente mediante la violencia extrema y la
negación del otro? ¿Quién puede pensar que el apoyo incondicional a los
asesinos que multiplican sus crímenes no pone en peligro a los judíos?
Terminemos con
palabras de dos ilustres judíos:
“la ocupación
destruye la moralidad del ocupante”, Yeshayahu Leibowitz (a raíz de la
matanza en los campamentos de Sabra y Chatila (1982) denunciará una mentalidad
“judeo-nazi”)
“Ser judío es
estar siempre del lado de los oprimidos”, Marek Edelman (segundo al mando del
levantamiento del gueto de Varsovia)
Coordinadora Nacional
de la UJFP, 6 de enero de 2024
Fuente: UJFP, reproducido en ANC.
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