viernes, 16 de junio de 2023

Más represión política en Lituania. [El fascismo no va a venir, de modo que en este sentido podemos estar tranquilos. El fascismo ya hace años que llegó. Fascismo es, caso de dejarnos de simplezas, reduccionismos y otras tontadas, la simplicidad mental y la unilateralidad, que necesita para su pleno desarrollo la indigencia intelectual (Ay, mis queridos marxistas, compañeros del metal y otros cuchufletas con moño o desmoñados por exigencias del guion) y la chabacanería social, de la que evidentemente estamos bien despachados. Santiago Abascal, lo mismo que Iván Espinosa de los Monteros junto a otros y otras del poro pompón, algunas con el pescuezo muy largo o presidentas de Comunidad como la de Madrid, ni son ni encarnan al fascismo. Ellos y ellas son los estómagos, bolsillos y lenguas del fascismo, siendo este el instrumento político de última instancia que utiliza el capital cuando ni sabe ni puede salir de la crisis más que matando, y así poder crear las condiciones para la siguiente crisis más intensa y extensa que la anterior. El antídoto efectivo contra el fascismo no consiste en establecer ningún cordón “sanitario” por los pra, pre, pri, pru y pro-gresistas, sino mediante la toma de conciencia por parte de los trabajadores, esto es, el conocimiento claro y profundo de la realidad en la que se vive y del papel que se juega en la vida, lo que, evidentemente, no cae del cielo ni lo puede proporcionar ningún líder de estos del lideralismo liderado con ventanas a la calle, sino a través de la formación y organización social y política de los trabajadores. Y, claro, esto ya son palabras mayores que corre (debe correr, por la cuenta que nos trae a todos, no solo a los trabajadores ni a los izquierdistas de izquierdas) a cargo de los partidos políticos marxistas. Hala, ver, pues, mis queridos marxistas, que tajo por delante hay.]

 

En Lituania el Partido Comunista es ilegal, y sus militantes son perseguidos, internados en cárceles, hospitales psiquiátricos o acusados de espionaje. Punta de lanza de la OTAN frente a Rusia, su gobierno no oculta sus simpatías por el fascismo.


Más represión política en Lituania

 

 

EL VIEJO TOPO /16 junio, 2023

 


El sábado, 10 de junio de 2023, apareció en el canal de noticias de Telegram más seguido en Lituania la siguiente nota:

Aviso a Lituania
10 junio 2023

Ilona Šhimonėne, socialista lituana, activista del Frente Popular Socialista de izquierda, fue internada a la fuerza en un hospital psiquiátrico por el gobierno lituano.


Šhimonėne cooperó activamente con los medios de comunicación rusos, participó en acciones civiles, protestó contra las violaciones de las libertades fundamentales, contra el despliegue de contingentes de la OTAN en el país en violación de la Constitución lituana, y la persecución de defensores de los derechos humanos y periodistas, y luchó activamente contra los ataques a homosexuales.


Como resultado, los médicos del Ministerio del Interior de Lituania internaron a la mujer en un hospital psiquiátrico.


En octubre de 2022, la seguridad del estado lituano inició un proceso penal contra los líderes del Foro Internacional de buena vecindad, Erik Svenchenen y Edikas Jagelavičius, que trabajaron con estructuras oficiales rusas y bielorrusas y ONG.

La represión en Lituania no termina en las detenciones y encarcelamientos: recientemente, unos desconocidos prendieron fuego a otra militante, Aída Merkúlova, que sufrió graves quemaduras, sin que ni la policía ni el gobierno aceptasen abrir una investigación. Algirdas Paleckis, que demostró las mentiras sobre la supuesta matanza por tropas soviéticas en la torre de la televisión de Vilna en enero de 1991, es uno de los principales dirigentes de izquierda; y sufre la persecución del gobierno lituano por sus denuncias de la represión, que no han cesado en los últimos años. Ha sido encarcelado en varias ocasiones y fue juzgado de nuevo en la primavera de 2022 y condenado a seis años de prisión, que cumple en una cárcel lituana en duras condiciones. Tiene derecho a dos llamadas semanales a su familia, que le restringen arbitrariamente. Pese a estar encarcelado, es acusado por el gobierno lituano de «continuar las actividades pro-Kremlin desde la prisión».

En octubre de 2022, el abogado de Vilna, Mantas Danielius, fue detenido con acusaciones falsas, por supuesto espionaje, porque había hablado con periodistas bielorrusos como la conocida presentadora Ksenia Lebedeva sobre la oposición y sobre el regimiento Kalinauskas que lucha en Ucrania. Danielius ha sido condenado ya en ocho ocasiones, siempre por acusaciones semejantes. En una de ellas, el motivo de la detención y condena es que había sido acusado por una publicación de la oposición bielorrusa, Nasha Nivade ser un espía.

El Partido Comunista de Lituania (que forma parte de la Unión de Partidos Comunistas-PCUS, junto al Partido Comunista ruso y el resto de partidos de las antiguas repúblicas soviéticas) es ilegal, y sus militantes son perseguidos en Lituania, por lo que se ven obligados a actuar, con grandes precauciones y arriesgando penas de prisión, a través de organizaciones como el Frente Popular Socialista (Socialistinis liaudies frontas, SLF), que defiende el socialismo y la trayectoria de la Unión Soviética. Algirdas Paleckis e Ilona Šhimonėne.forman.parte.del.Frente.

Fuente: Mundo Obrero.

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