viernes, 31 de marzo de 2023

RUSIA. Parte de guerra del ministerio de Defensa del día 30 de marzo (y que en occidente se prohibe)

 

RUSIA. Parte de guerra del ministerio de Defensa del día 30 de marzo (y que en occidente se prohibe)

 


INSURGENTE.ORG / 31 marzo 2023

 


 

El ejército ruso, durante las operaciones de combate en Ucrania eliminó a 500 soldados ucranianos y derribó un helicóptero Mi-8 y dos drones en las últimas 24 horas.

En su informe diario sobre el desarrollo de la operación especial militar rusa en Ucrania, el Ministerio de Defensa ruso detalló lo siguiente:

En la dirección de Kobyansk:

Las unidades rusas lograron atacar los puntos de concentración de personal y equipos militares ucranianos en varios frentes, donde dos vehículos fueron destruidos y 50 soldados ucranianos neutralizados.



En la dirección de Krasnolyman:

Las operaciones activas de las unidades rusas y los ataques de artillería alcanzaron unidades de las fuerzas ucranianas y lograron eliminar a 130 soldados, además de destruir dos vehículos blindados de combate, un cañón “Grad” y otro autopropulsado “Acacia”.

En la dirección de Donetsk:

Las fuerzas ucranianas perdieron hasta 340 de su personal y mercenarios que luchaban junto a ellos, mientras 19 vehículos fueron destruidos, entre los cuales cuatro de combate de infantería, y seis blindados, además de un cañón Uragan y dos obuses (20D y 30D).


En cuanto a las direcciones de sur de Donetsk y Zaporozhie:

Los aviones operativos y tácticos y el fuego de artillería del Grupo Este Ruso bombardearon áreas de concentración de las fuerzas ucranianas, donde más de 25 soldados ucranianos fueron liquidados, asimismo dos vehículos blindados y un depósito de municiones fueron destruidos, además de derribar un helicóptero Mi-8

En la dirección de Jersón:

Las fuerzas rusas eliminaron a más de 25 soldados ucranianos y destruyeron 11 vehículos y tres obuses (30D), mientras que la aviación operativa y táctica del ejército ruso, con la ayuda de las fuerzas de misiles y artillería, alcanzaron 93 unidades de artillería en posiciones de tiro y puntos de concentración de personal y equipos militares ucranianos en 107 regiones.

También se interceptaron un misil Grom 2 y tres cohetes HIMARS, y fueron derribados dos drones.

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China: la cuenta atrás comenzó

 

El centro del mundo sigue deslizándose hacia Oriente, y lo que hace Occidente para evitarlo acelera ese desplazamiento. Ucrania ha puesto sobre el tapete hasta las cartas marcadas, y la reacción china, sosegada pero firme, no ha hecho más que empezar.


China: la cuenta atrás comenzó


Manolo Monereo

El Viejo Topo

31 marzo, 2023 



“China no amenaza a Estados Unidos. Nadie puede amenazar a EEUU… China ha cometido, a ojos de EEUU, un gran pecado: desarrollar su economía hasta el mismo tamaño que la de EEUU” (Paul Keating, antiguo primer ministro de Australia. Marzo de 2023)

La verdad de Taiwán está en Ucrania; la verdad de Ucrania está en Taiwán. No se trata de un juego de palabras ni de un acertijo. Ambos temas están dialécticamente relacionados y son parte de una estrategia global, con diferencias y similitudes. ¿Qué les da sentido?: la (contra)ofensiva norteamericana. Crisis de hegemonía y ofensiva norteamericana marcarán esta fase histórica. A los EEUU hay que tomárselos siempre en serio, estudiarlos minuciosamente y tomar nota de lo que dicen, de lo que hacen y de lo mucho que callan. Cuando Biden dijo que los EEUU han vuelto, significa que la gran potencia del norte no está dispuesta a admitir el cuestionamiento de su dominio y que defenderá su “orden” y sus “reglas” con uñas y dientes.

El factor tiempo es decisivo. El equipo dirigente organizado en torno a Biden vive dramáticamente la situación actual del mundo y teme la transición hacia un mundo multipolar. Las diferencias con Donald Trump tenían que ver con su incapacidad para definir una estrategia operativa a la altura de los desafíos de la época, con sus decisiones erráticas e incoherentes, con sus desprecios a los aliados y sus devaneos con Rusia. Hablaba mucho, hacía poco y no se enfrentaba con decisión a los problemas. Echarlo del poder se convirtió en una verdadera cruzada; lo consiguieron, empleando todos los medios disponibles a su alcance, todos los medios; terminará en la cárcel o algo peor. Biden y su equipo tenían prisa, mucha prisa. Los problemas se acumulaban; la sociedad norteamericana emitía señales de crisis; las fracturas sociales y territoriales eran cada vez más evidentes, la involución política y los conflictos identitarios ponían de manifiesto una guerra civil latente. Había que tomar la iniciativa y contraatacar antes de que fuese demasiado tarde.

La crisis sistémica del 2008 fue la señal de que las capas tectónicas que organizan las relaciones internacionales se estaban moviendo en dirección contraria a los intereses geopolíticos de los EEUU. Una vez más, el epicentro de la crisis económica estaba en el “país indispensable” y fue China quien acabó rescatando a la economía internacional. Era el dato crucial que evidenciaba que el mundo estaba cambiando de base y que ya no se podía gobernar sin el imperio medio. En paralelo, Rusia reconstruía su economía, su tejido productivo, su eficiente complejo militar-industrial y, lo fundamental, recuperaba su centralidad en una Eurasia en proceso de reorganización. Irán había salido –con dificultades y problemas no menores– como la gran beneficiada de las guerras fracasadas de los EEUU en Afganistán, en Irak, en Líbano, en Libia, Siria. Otros –India, Alemania, Indonesia, Turquía– miraban a la gran potencia emergente y buscaban acuerdos económicos ventajosos. Biden llegaba para romper esa dinámica, usando a fondo su control sobre las instituciones internacionales, el peso del dólar y, es lo decisivo, su clara superioridad político-militar.

Una gran potencia como EEUU por definición tiene capacidad para operar en diversos escenarios y con agendas múltiples. No hay nada más que leer los informes periódicos que realiza su Centro Nacional de Inteligencia para tomar nota de su conocimiento preciso de las tendencias de fondo que están gobernado esta transición geopolítica, del peligro que supone la consolidación de China como potencia rival económica, política y militar. La administración norteamericana tiene desde hace años una estrategia –densa, compleja, múltiple– para frenarla, debilitarla y provocar una crisis en su núcleo dirigente. Le han dedicado mucho dinero, muchos esfuerzos organizativos, una tenaz y permanente intervención sobre élites críticas y una vigorosa y sistemática estrategia comunicacional. El imperialismo colectivo de Occidente no descansa nunca; está siempre vigilante, máxime cuando lo que está en juego es su hegemonía.

El modelo Ucrania se va a repetir, de una u otra forma, con Taiwán. Quien tiene el predominio en el sistema-mundo tiene el poder para definir las líneas de fractura y trabajar sobre ellas. De facto hay tres escenarios, interconectados entre sí, que expresan esta ofensiva norteamericana. El primero, Europa; línea de demarcación definida, al menos, desde el 2014 en Ucrania. El segundo, el Mar de China Meridional con Taiwán como línea de separación y de conflicto político-militar; y el tercero, en el África Subsahariana con el Sahel como frente móvil que define territorios en disputa y lugar de enfrentamiento entre las grandes potencias.

Oriente Próximo vive un proceso de cambios acelerados, de redefinición radical de las alianzas internas y de sus tradicionales mecanismos de inserción en la economía internacional. Síntesis y resumen de estas mutaciones es el acuerdo entre Irán y Arabia Saudita gestionado por China. No voy a insistir sobre lo que esto significa, está delante de nuestros ojos y pone fin a una historia de control y de poder. Hay que tomar nota de dos aspectos especialmente significativos: la capacidad de China para forjar consensos y ofrecer salidas a viejos conflictos y, lo fundamental, lo mucho que ha avanzado –como realidad y proyecto– la multipolaridad percibida como oportunidad para liberarse de viejas ataduras con las potencias coloniales y como autonomía para definir políticas en función de los intereses nacionales de cada uno de los países. La guerra en Ucrania, el conflicto entre la OTAN y Rusia, no se ve de la misma forma en el Occidente colectivo que en el Sur global. ¿Qué es lo que hay de fondo? Que detrás de la crisis de hegemonía de EEUU existe algo más decisivo, de más transcendencia histórica: el fin del dominio político-militar y cultural de Occidente.

¿Por qué Taiwán? Básicamente, por tres razones: 1) Para China la reunificación con esta isla es un elemento definitivo –seguramente el más importante hoy– para superar un largo siglo de humillaciones y guerras civiles que estuvieron a punto de destruirla como Estado-Civilización; 2) China nunca podrá ser una gran potencia si no es capaz de controlar su Mediterráneo, es decir el Mar de China (Meridional y Oriental); en su centro está Taiwán. 3) Esta isla es el eje de reorganización de la primera (y decisiva) línea de asedio y contención del poder naval chino y dispositivo-trampa para administrar el conflicto con el viejo imperio medio.

La estrategia, insisto, ha sido muy pensada y está en pleno desarrollo. Lo primero, fortalecer y estructurar un conjunto de alianzas político-militares que vayan progresivamente cercando a China. Lo están organizando por círculos concéntricos. El núcleo decisivo es el AUKUS, el acuerdo entre Australia, Gran Bretaña y EEUU: los anglosajones al mando y sin interferencias europeas. El círculo siguiente lo conforman los protectorados militares, Japón, Corea del Sur y, ahora más claramente, Filipinas. En un tercer nivel están un conjunto de países que, sin estar definidos, son claves para el posicionamiento final; en su centro están India, Indonesia y Malasia. EEUU está jugando fuerte militarizando la región, impulsando un rearme de grandes proporciones y nuclearizando, aún más, la zona. La entrega a Australia de B-52 y B-1 con armamento nuclear y el desarrollo conjunto de submarinos impulsados por energía nuclear evidencian un salto de calidad y la férrea determinación norteamericana.

Esta política de alianzas se concreta en lo que se ha llamado “estrategia de las cadenas de islas”. La primera involucra a Corea del Sur, Japón, Filipinas, Taiwán y Singapur. La segunda incluiría además de Japón, Islas Bonin, las Marianas (EEUU), Guam y las Carolinas y habría una tercera mucho más amplia que partiría de las Aleutianas, Hawai y Oceanía. Como se puede observar, EEUU se toma en serio que el centro de gravedad del poder mundial se traslada a Oriente y que no está dispuesto a aceptar o a negociar el fin de su hegemonía en ese hemisferio. Se prepara para la guerra y la provocará si lo considera necesario. Esto exigirá tiempo, una eficaz política de alianzas, aislar económica y tecnológicamente a China e impulsar una estrategia comunicacional-cognitiva que criminalice ante el mundo a China y a su Presidente.

Taiwán es la línea de fractura y de conflicto organizada por los EEUU. Llevan muchos años trabajando en esta dirección. Lo primero ha sido impulsar el separatismo en la isla. El Partido Progresista Democrático (PPD) traduce políticamente un proyecto de “construcción nacional” que minimiza el peso de la tradición china, crea una “comunidad imaginaria” compleja que determina y hace necesario –es el objetivo– un país independiente. En segundo lugar, los países del AUKUS están fomentando aceleradamente el rearme de la isla formando a sus militares y forjando relaciones con otros ejércitos, destacadamente el japonés y el filipino. En tercer lugar, y de forma calculada, EEUU va integrando, de una u otra forma, a Taiwán en las relaciones económicas, políticas y diplomáticas internacionales. Su “status especial” se amplía y se desarrolla como si fuese realmente un país independiente.

Taiwán es un termostato estratégico gobernado por los EEUU. Este tiene la capacidad para graduar la intensidad del conflicto; es decir, será más o menos grave según le interese. El juego de poder está definido. China (lo sabe la comunidad internacional) quiere una reunificación pacífica con la isla; ahora bien, irá a la guerra si Taiwán declara unilateralmente su independencia. La presidencia actual de la isla piensa y actúa como si Taiwán fuese ya un país independiente y, por tanto, no tienen por qué declararla. EEUU está en condiciones de gobernar el conflicto multiplicando la apuesta hasta llevarla al límite. ¿Eso qué significa? Incrementar sustancialmente la ayuda militar, desacoplar económicamente a Taiwán de China, dotarla de un armamento cada vez más sofisticado y potenciar su papel internacional como país independiente. Cuando el círculo se vaya cerrando, forzará a China a que opte entre aceptar su derrota estratégica o responder militarmente. Nunca hay que olvidarlo: por ahora, los EEUU, el imperialismo colectivo de Occidente tienen la supremacía político-militar e intentarán sacar ventaja de ello.

Esto, es bueno entenderlo, no solo depende de EEUU sino de una China que tiene fuerza, sabiduría histórica y una capacidad de trenzar alianzas en aumento. El factor tiempo, como siempre, será decisivo. EEUU no tiene tiempo que perder; China tiene un tiempo propio que le hace ganar proyección y autonomía estratégica cada día. Pronto todo un conjunto de políticos europeos, empezando por Pedro Sánchez, irán a hacerse la foto con Xi Jinping; es razonable. Sin embargo, no se debe de olvidar que el concepto estratégico de la OTAN aprobado en Madrid asume la política de EEUU contra China y convierte, de hecho, a la UE en un aliado subalterno de la Administración norteamericana.

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jueves, 30 de marzo de 2023

Las intrépidas comuneras de París

 

En la vanguardia del feminismo popular


Las intrépidas comuneras de París

 

Guadalupe Treibel

Rebelion

 | 20/03/2023 |

 

Fuentes: Página/12 (Argentina) [Imagen: La barricada de la Place Blanche defendida por mujeres al mando de Louis Michel. Créditos: litografía de Héctor Moloch]

Mañana sábado se cumple otro aniversario de la Comuna de París, una fecha digna de recordar el papel fundamental que tuvieron las mujeres en esta revolución obrera que, aunque fue apagada en poco más de dos meses, dejó huellas imborrables.


A fines de la década de 1860 París se moderniza por órdenes de Napoleón III, que pretende que la capital sea un paraíso para la alta burguesía. Para el pueblo, en cambio, la miseria y el hambre van en aumento, generando un descontento tan marcado que el emperador intenta desviar la ira social contra un enemigo externo: Prusia. La guerra resulta un fiasco, Napoleón III termina preso, la cité acaba sitiada, el Imperio se derrumba. Aunque el pueblo se opone a la rendición, el gobierno provisional francés -liderado por Adolphe Thiers- acuerda el armisticio y demanda que los milicianos entreguen sus armas. Es en este contexto que envía a soldados a retirar 271 cañones apostados en la colina de un barrio obrero, Montmartre, el 18 de marzo de 1871.

Sucede al alba, cuando el sol aún no ha despuntado, y son las mujeres las que -camino a comprar pan y leche para sus familias- se topan con la escena: hermanos parisinos se disponen a retirar sigilosamente la artillería, y ellas, con gran coraje, se interponen entre los varones y los cañones que “apuntaban hacia la urbe del lujo y los palacios, de las conjuras monárquicas, de los infames especuladores y de los gobiernos cobardes”, en palabras de la periodista, novelista y revolucionaria André Léo, nom de plume de Léodile Champseix, autora de varias obras sobre la igualdad de derechos. Ni siquiera cuando las tropas reciben la orden de abrir fuego, las mujeres se retiran; aún más, convencen a los soldados de volver los rifles hacia sus generales, lo que resulta ser el disparador de histórico momento revolucionario: la Comuna de París, de cuyo inicio se están cumpliendo 152 años.

El arresto de Louise Michel el 24 de mayo de 1871, por el pintor Jules Girardet


La utopía de este experimento radical de democracia directa duró, como bien se sabe, muy poco tiempo: fueron apenas 72 días en los que miles de personas dieron un paso al frente para participar en la defensa de su proyecto, un gobierno obrero y popular, laico y socialista, que tuvo brutal final, sofocado por el ejército de Versalles en la llamada Semana Sangrienta. Mientras resistió, empero, la Comuna de París impulsó una serie de medidas políticas y sociales de avanzada, aunque -por obvias razones- muchas no llegaran a implementarse en esas fechas. En su programa, figuraba: educación gratuita, laica y obligatoria; requisición de viviendas vacías para albergar a personas sans abri; eliminación de los intereses de las deudas; igualdad salarial para varones y mujeres; autogestión de fábricas abandonadas; prohibición del trabajo nocturno en panaderías; creación de guarderías para hijos/as de obreras; supresión de la distinción entre mujeres casadas y concubinas; apertura de instituciones de élite -como la Biblioteca Nacional y el Louvre- al gran público; consejeros municipales elegidos por voto en cargos que, además de ser revocables, no podían ser remunerados con sueldos mayores al promedio del proletariado…

Pese a su corajudo accionar, durante largo rato apenas se les reconoció a las mujeres un rol poco menos que accesorio, limitando la figura heroica a Louise Michel, educadora y escritora anarquista que pasaría a la Historia como una rara avis que se calzó el uniforme miliciano y defendió la causa desde las barricadas, dando perseverante batalla.


Tres mujeres acusadas de pétroleuses

Asimismo prevaleció la caricatura de las “pétroleuses”, término peyorativo que designó a presuntas pirómanas delirantes, acusadas de hacer arder París para vengar a sus compañeros masacrados; un escuadrón que… nunca existió: mito de larga data, sirvió para satanizar y enmascarar la verdadera participación femenina en la Comuna, de vital importancia para la revuelta. “Los ojos enrojecidos, la piel agrietada, el cabello despeinado, los labios negruzcos y excoriados, presentaba un conjunto de fealdad repulsiva”: así describía un abad a Hortense Aurore Machu, condenada a trabajos forzosos de por vida por haber participado en un incendio de las Tullerías; acusación que careció de pruebas; no así la valentía de la susodicha, diestra e intrépida con el rifle según crónicas de época.

Lo cierto es que las mujeres lucharon para ser aceptadas en los batallones, a los que asistieron primeramente ofreciendo provisiones y como auxiliares médicas, cuando no recargando las armas de sus compatriotas. De los tantos testimonios que han sobrevivido, está la correspondencia de la ambulancière Alix Payen a su familia, describiendo el duro día a día en un batallón. La cantinière Victorine Brocher también relató con pelos y señales cómo fueron esas jornadas en Les souvenirs d’une morte vivante, biografía que publicó en 1909, a los 71 años, recordando el despertar de su compromiso político.

Tenaces y sumamente comprometidas, en muchos casos ellas lograron que se las admitiera en las filas; la famosa barricada de la Place Blanche, por ejemplo, fue sostenida por -al menos- un centenar de communardes. Pero además de apuntarse en la línea de fuego, las milicianas armaron comités de vigilancia, de apoyo; también talleres en cada distrito. La organización más grande y eficaz durante la revuelta, sin ir más lejos, fue obra suya: la Union des femmes pour la défense de Paris que, desde su creación, postuló que la lucha por la defensa de la Comuna era la lucha por los derechos de las mujeres. 

Por otro lado, se hicieron escuchar en clubes políticos -tanto mixtos como femeninos- mostrando sus dotes como elocuentes oradoras, afirmándose en la arena pública. Paule Minck, la mentada André Léo, Jeanne Deroin, Nathalie Lemel, Béatrice Excoffon, Sophie Poirier, Anna Jaclard, entre las ponentes que suelen destacarse, aunque también hubo lavanderas, panaderas, parteras, costureras que intercambiaron ideas durante días de ardientes debates en los que se hablaba sobre cómo reorganizar el trabajo, dar acceso a la educación, entre otras conquistas por alcanzar.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/531921-las-intrepidas-comuneras-de-paris-vanguardia-del-feminismo-p

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El Banco Santander destrona al BBVA como primer financiador de empresas que se lucran con el negocio de la guerra

 

El Banco Santander destrona al BBVA como primer financiador de empresas que se lucran con el negocio de la guerra

TERCERAINFORMACION / 29.03.2023

  • La campaña Banca Armada participará este viernes en su Junta de Accionistas, y en la de Caixabank, para denunciar sus vínculos con el negocio de la guerra y la militarización de fronteras.



Barcelona, ​​28 de marzo del 2023. La campaña Banca Armada ha hecho público un nuevo ranking de las entidades financieras que operan en España que más han invertido y financiado a la industria militar y de seguridad de fronteras (entre los años 2020 y 2022). Banco Santander ha destronado al BBVA según los datos analizados que comprenden el periodo entre 2020 y 2022, y que lo convierten por primera vez en el banco español que más ha financiado a las empresas que se benefician del negocio de la guerra. BBVA se mantiene aún en el TOP5, ocupando la segunda posición, seguido de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (una empresa pública), Caixabank y Banco Sabadell.

Los datos son parte de las conclusiones de la nueva investigación del Centre Delàs d’Estudis per la Pau que identifica un total de 44 instituciones financieras con sede en el Estado español que han destinado entre 2020 y 2022 más de 14.308 millones de dólares a financiar a 12 empresas armamentistas que participan del negocio de la militarización de las fronteras y los estados del Mediterráneo.



Activistas de la campaña, miembros de las 9 entidades que la conforman, y de colectivos y movimientos que colaboran con la campaña Banca Armada, están interviniendo durante el mes de marzo en las Juntas de Accionistas de los bancos comerciales que integran el TOP5 del ranking.

El pasado jueves 23 de marzo, activistas de la campaña intervinieron en la Junta de Accionistas que Banco Sabadell celebraba en Alicante, donde recalcaron que la entidad financiera catalana no solo ha mantenido la tendencia a financiar empresas que producen armas nucleares, sino que doblado la financiación de este tipo de empresas.

Las acciones de la campaña Banca Armada este año, arrancaban el 16 de marzo con un acto de presentación del nuevo informe «Financiación de la militarización y la guerra de fronteras en el Mediterráneo» en Bilbao que sirvió como acto previo a la intervención el viernes 17 de marzo de activistas en la Junta General de Accionistas del BBVA que denunciaron ante el consejo de administración y los accionistas de la entidad que ésta no es solo la segunda que más invierte en empresas armamentistas y de militarización de fronteras, sino que también sigue al Banco Santander en el ranking internacional de la Banca Armada, ocupando la posición 39 de las entidades financieras del mundo con más vínculos con el negocio de la guerra.



Este próximo viernes, 31 de marzo, está previsto que la campaña continúe denunciando los vínculos de los grandes bancos españoles con las empresas productoras de armas, también armas nucleares, y de militarización de fronteras, con motivo de la celebración de la Junta de Accionistas del Banco Santander (Boadilla del Monte) y Caixabank (Valencia).

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SOBRE LA CAMPAÑA BANCA ARMADA

La campaña está formada actualmente por 9 organizaciones que tienen como objetivo denunciar los vínculos de los bancos convencionales con la industria del armamento para sensibilizar la sociedad sobre la relación de estas prácticas financieras con la vulneración de los derechos humanos y los conflictos internacionales. www.bancaarmada.org

Banco Santander es converteix en el líder de la Banca Armada espanyola

La campanya Banca Armada participarà aquest divendres en la seva Junta d’Accionistes, i a la de Caixabank, per denunciar els seus vincles amb el negoci de la guerra i la militarització de fronteres.

Barcelona, ​​28 de març del 2023. La campanya Banca Armada ha fet públic un nou rànquing de les entitats financeres que operen a Espanya que més han invertit i finançat la indústria militar i de seguretat de fronteres (entre els anys 2020 i 2022). Banco Santander ha destronat el BBVA segons les dades analitzades que comprenen el període entre 2020 i 2022, que el converteixen per primera vegada en el banc espanyol que més ha finançat les empreses que es beneficien del negoci de la guerra. BBVA es manté encara al TOP5, ocupant la segona posició, seguit de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (una empresa pública), Caixabank i Banc Sabadell.

Les dades són part de les conclusions de la nova investigació del Centre Delàs d’Estudis per la Pau que identifica un total de 44 institucions financeres amb seu a l’Estat espanyol que han destinat entre el 2020 i el 2022 més de 14.308 milions de dòlars a finançar 12 empreses armamentistes que participen del negoci de la militarització de les fronteres i els estats del Mediterrani.



Activistes de la campanya, membres de les 9 entitats que la conformen, i de col·lectius i moviments que col·laboren amb la campanya Banca Armada, estan intervenint durant el mes de març a les Juntes d’Accionistes dels bancs comercials que integren el TOP5 del rànquing.

Dijous passat 23 de març, activistes de la campanya van intervenir a la Junta d’Accionistes que Banc Sabadell celebrava a Alacant, on van recalcar que l’entitat financera catalana no només ha mantingut la tendència a finançar empreses que produeixen armes nuclears, sinó que ha doblat el finançament d’aquest tipus d’empreses.

Les accions de la campanya Banca Armada aquest any, arrencaven el 16 de març amb un acte de presentació del nou informe «Finançament de la militarització i la guerra de fronteres a la Mediterrània» a Bilbao que va servir com a acte previ a la intervenció el divendres 17 de març d’activistes a la Junta General d’Accionistes del BBVA que van denunciar davant el consell d’administració i els accionistes de l’entitat que aquesta no és només la segona que més inverteix en empreses armamentistes i de militarització de fronteres, sinó que també segueix el Banc Santander en el rànquing internacional de la Banca Armada, ocupant la posició 39 de les entitats financeres del món amb més vincles amb el negoci de la guerra.



Aquest proper divendres, 31 de març, està previst que la campanya continuï denunciant els vincles dels grans bancs espanyols amb les empreses productores d’armes, també armes nuclears, i de militarització de fronteres, amb motiu de la celebració de la Junta d’Accionistes del Banco Santander (Boadilla del Monte) i Caixabank (València).

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SOBRE LA CAMPANYA BANCA ARMADA

La campanya està formada actualment per 9 organitzacions que tenen com a objectiu denunciar els vincles dels bancs convencionals amb la indústria de l’armament per sensibilitzar la societat sobre la relació d’aquestes pràctiques financeres amb la vulneració dels drets humans i els conflictes internacionals. www.bancaarmada.org

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La lucha por las pensiones públicas. España y Francia: semejanzas y diferencias

 

Son luchas diferentes, pero con idéntico objetivo: combatir los intentos del capital de adueñarse de las sustanciosas cantidades que atesoran los sistemas públicos de pensiones. Llevan años intentándolo, y no cesan en su empeño.


La lucha por las pensiones públicas. España y Francia: semejanzas y diferencias

 

Ernesto Gómez de la Hera

El Viejo Topo

30 marzo, 2023 

 


Estos días los sistemas públicos de pensiones español y francés ocupan espacios importantes en todos los medios de comunicación. Más en Francia, pues allí este asunto está ocasionando una grave crisis política, menos en España, donde el Gobierno está respirando aliviado por sacar adelante -sin consenso empresarial, pero sí sindical y de la UE- la segunda parte de su reforma del sistema. Sin embargo, más allá de la situación puntual inmediata, todo lo atinente a este pilar fundamental del llamado estado de bienestar occidental lleva ya tiempo, en España y Francia, siendo central. Central por cuanto ambos gobiernos comparten la intención de debilitar sus respectivos sistemas públicos de pensiones y por la respuesta popular en defensa de los mismos.

Pero para mejor comprender lo que está ocurriendo conviene que detallemos las similitudes y las diferencias que hay entre las dos situaciones. Sólo así comprenderemos como en un lugar -Francia- esto se ha convertido en la crisis que citábamos y en otro -España- el Gobierno parece que se sale con la suya con un mínimo disenso. Y decimos que parece, ya que realmente también aquí está afrontando serios problemas, aunque no sean tan graves, por el momento al menos.

La semejanza mayor proviene de la naturaleza de las causas y justificaciones de ambos ataques a las pensiones públicas, así como sobre los objetivos finales perseguidos. El ataque desencadenado por los gobiernos europeos de turno, en estos y otros países, está encabezado por la Comisión Europea, pero no está motivado por ninguna conjura u odio contra los pensionistas. Como decía cierto personaje: no es nada personal, son sólo negocios. Y es que son los negocios del capital los que han lanzado a los espadachines que tiene a su servicio en la burocracia europea a esta agresión constante contra los derechos de los trabajadores.

En efecto, la reducción de la tasa de beneficio del capital ha profundizado la financiarización de este. Esto ha llevado a que cualquier nicho de acumulación de ahorro público sea visto como una presa propicia por los grandes fondos privados de capital, para obtener los beneficios que ya no consiguen por los medios tradicionales. De aquí procede la externalización y privatización de la sanidad y el objetivo es hacer lo mismo con las pensiones públicas. Estas son, en los países de Europa Occidental, la mayor fuente de ahorro público y traspasarlas al sector privado sería el mayor botín que podrían lograr. En consecuencia, los pretextos aducidos para lanzar el ataque son siempre los mismos en todos los países, e idénticos son los daños que producen a todas las personas humildes.

Igual en Francia que en España, se dice, sin presentar jamás pruebas reales, que el sistema público de pensiones está abocado al desastre, pues no se puede sostener cuando el número de beneficiarios crece, mientras mengua el de cotizantes activos. Una de las cosas que se oculta con esta falsedad es que el aumento constante de la productividad del trabajo en los últimos decenios hace que el rendimiento de un trabajador en activo se haya multiplicado por mucho. También se dice que la mejor solución para garantizar un retiro digno y suficiente a los trabajadores es el ahorro particular, en forma de pensiones privadas de capitalización, manejadas por los bancos. Se trata de otra mentira flagrante como demuestran las constantes pérdidas de valor de esos fondos de pensiones o, lo que es aún peor, su desaparición de la noche a la mañana, como han experimentado tantos trabajadores estos últimos años en EE.UU. O como prueban los 8.000 millones €, pertenecientes a pensionistas suecos, manejados por los fondos privados de pensiones del Silicon Valley Bank y que se han esfumado por la quiebra de este banco. Y es que conviene recordar que esos fondos no están garantizados en absoluto por el Estado, como dice claramente la vigente legislación aprobada en España por el actual Gobierno “social y de progreso”.

Toda esta pseudoargumentación es común en Francia y en España, aunque naturalmente ambos sistemas de pensiones tienen diferencias producidas por su diferente formación histórica. El sistema francés está más diversificado y ni siquiera está controlado por un único organismo ministerial. El sistema español es más racional y contiene ciertos regímenes especiales, como el de la Minería o el del Mar, pero todos funcionan sometidos a los mismos controles y organismos. El sistema francés siempre ha sido más favorable a las jubilaciones tempranas cuando hay un gran número de años cotizados. En cambio el sistema español es más cicatero y, si bien nunca ha exigido tantos años de cotización para conseguir alcanzar el cien por cien de la pensión, siempre ha dilatado algunos años más la edad precisa para jubilarse. Esto ha determinado que los trabajadores con una carrera larga de cotizaciones no tengan ninguna ventaja en España, algo que no sucede así en Francia.

Más arriba comentábamos las diversas reacciones políticas que ha producido, en Francia y España, esta persecución del común objetivo de reducir el gasto en pensiones públicas y forzar a los trabajadores a poner su dinero en fondos bancarios privados, de manera que, de nuevo, lo que era un punto central del llamado estado de bienestar occidental, se transforme en un nicho de ganancias privadas. Lo que David Harvey llama “acumulación por desposesión” y nosotros podríamos llamar, más descortésmente, robo.

En Francia se ha desencadenado una seria crisis política que no se va a detener por el fracaso de las mociones de censura en la Asamblea Nacional. En realidad ese fracaso sólo supone una victoria pírrica para Macron, pues la lucha popular no se va a detener. El uso del antidemocrático sistema elegido para sacar adelante una legislación que no iba a ser aprobada en la Asamblea Nacional, ha puesto de relieve la quiebra absoluta de los valores, presuntamente democráticos, que representa idealmente la República Francesa. Ya no son sólo los trabajadores y los jóvenes, con sus organizaciones sindicales y políticas, los opositores a esta deriva autoritaria. Millones de ciudadanos franceses han declarado su disconformidad con ella y las consecuencias políticas para las formaciones que lo están aceptando van a ser muy graves, empezando por la segura quiebra del partido macronista.

La decisión presidencial de emprender esta reforma en su primer año de mandato, cuando las elecciones legislativas y presidenciales están lejos, seguramente les pareció muy astuta a quienes la tomaron. Pero cometieron el error de no advertir algunas cosas, tres principalmente. Primero no han tenido en cuenta algunas disposiciones constitucionales de la V República que aún pueden ser usadas para defender a los trabajadores; aunque lo más seguro es que, personas que ya han atropellado algunas de esas disposiciones, no tengan mucho reparo en estas futesas, que tampoco van a ser la piedra angular de los opositores a la deriva antidemocrática macronista. En segundo lugar está la continuación de las movilizaciones, con las huelgas y manifestaciones unitarias que se van a seguir sucediendo. Contra ellas Macron y los suyos han comenzado por acusarlas -el propio Macron el miércoles 22 en la TV francesa- de violentas y antidemocráticas (piensa el ladrón….), lo que significa que seguirán usando la represión policial contra los manifestantes y huelguistas, pues piensan que inducir el miedo, cuando se carece de argumentos, es la mejor “medicina”, algo en lo que se equivocan, ya que el resultado será reforzar la crisis política francesa y la unidad de los opositores populares. Por último, y muy importante, no han calculado que en Francia, al igual que en otros países occidentales, hay un mar de fondo de descontento social muy importante que se viene arrastrando desde hace años y que ha sido reforzado por las actuaciones de los poderes establecidos durante la pandemia y por el entreguismo a la política belicista de Washington, que está ocasionando un desastre en las economías europeas. Lanzar el ataque contra las pensiones públicas en este momento, por más lejanas que parezcan las citas electorales, sólo servirá para exacerbar la nueva fronda que agita Francia y extenderla en el tiempo. Así pues, no es fácil que el desenlace esté próximo, máxime cuando se ha producido una unidad sindical con los jóvenes de indudable importancia y, más decisivo, en Francia existe una fuerza política democrática que no ha sido cómplice, sino todo lo contrario, en todas las medidas de corte neoliberal que  Macron y sus antecesores han venido tomando en los pasados lustros.

En España, donde este Gobierno y los anteriores -orientados por los burócratas bruselenses- llevan ya años debilitando el sistema público de pensiones (recordemos que ya el lejano 20 de junio de 1985 CC.OO. realizó en solitario una huelga general contra las primeras medidas tomadas por el Gobierno de González), aparentemente se da un escenario casi idílico. El reciente Real Decreto-ley 2/2023, de 16 de marzo, analizado únicamente por su título y su exposición de motivos, haría pensar que, lejos de perseguir esos objetivos antipopulares que mencionamos antes, lo que se busca es todo lo contrario. Claro que si analizamos el texto y la normativa precedente la conclusión es otra. Es cierto que este nuevo Real Decreto-ley permitirá aumentar los ingresos del sistema, pues ha destopado las cotizaciones de los salarios más altos, pero otras medidas publicitadas como maravillosas mejoras, no son más que humo. Por ejemplo el cómputo de años para calcular la pensión -ahora son 25, pero en épocas no muy lejanas fueron 8- se pasa a 29, aunque se contarán los 27 mejores, y se podrá optar por mantener los 25 si el resultado fuere más favorable para el trabajador. La trampa está en que dentro de tres años un “comité de expertos” designado por el Gobierno de turno (no el Congreso para que los diputados no tengan que señalarse) podrá eliminar esta disposición.

Otro brindis al sol es la promesa de aumentar la pensión mínima hasta 1.200 € dentro de cuatro años (además este aumento no afectaría a las pensiones de viudedad, con lo que la brecha de género seguirá creciendo, en contra de lo que dice la justificación oficial del Real Decreto-ley). Dado el ritmo galopante al que sube la inflación, 1.200 € dentro de 4 años, es menos de lo que representarían entonces los 1.080 € consolidados y con las subidas anuales correspondientes, que se deberían estar pagando ahora, en el caso de que se cumpliera la reivindicación del movimiento pensionista. Junto a esto no podemos olvidar las anteriores medidas para ir eliminando las normas que permitían anticipar la jubilación, como las jubilaciones parciales, todo encaminado a que dentro de tres años sea efectiva la jubilación a los 67 años que estableció el Gobierno de Rodríguez. Ni la oposición a legislar para que quienes han cotizado más de 40 años vean recompensado este esfuerzo. Ni las facilidades concedidas para privatizar una parte del sistema.

¿Podría ser peor? Por supuesto, de hecho siguen abundando los voceros del capital que proclaman que las pensiones públicas no se pueden sostener y que hay que proceder con toda dureza contra ellas. El propio Gobierno omite enfrentarse a esa sarta de mentiras cuando incumple la legislación aprobada hace poco más de un año y que obliga a realizar una auditoría sobre la situación del sistema. Y lo omite en razón de que esa auditoría demostraría la falsedad de esa presunta quiebra, así como que eso que ellos llaman “gastos impropios” (el dinero que ha salido del sistema para dedicarse a otros fines y que no ha sido devuelto) asciende a medio billón €. En realidad estas medidas recientes no satisfacen totalmente a la banca y a la Comisión Europea, pero aquí, a diferencia de Francia, las elecciones están próximas y eso induce a la prudencia y a aplicar la técnica del “salchichón” (cortar las rodajas poco a poco y de una en una, para no alarmar demasiado). Sin embargo, la diferencia más llamativa con Francia es la concertación que existe entre los sindicatos representativos de la mayor parte de los trabajadores, trabajadores cuyos derechos futuros se están poniendo en almoneda.

En España no existe una fuerza política democrática importante que se oponga a este atropello. Aquí lo que hay son fuerzas cómplices del desaguisado (basta leer el fútil comunicado del PCE sobre la cuestión). Este concierto que tanto daño causa se debe probablemente a dos motivos: Primero a esa táctica que decíamos de ir debilitando el sistema poco a poco que lleva años produciéndose en España, de este modo cuando ya se han hecho las primeras cesiones es más difícil oponerse a las siguientes. Segundo al convencimiento de que todo esto es un “mal menor”, frente a lo que puede estar por llegar; postura de una irracionalidad muy grave, ya que se está defendiendo un mal, por menor que pueda ser este, y, sobre todo, se está desmoralizando a los trabajadores de manera que cuando llegue el mal “mayor” no habrá fuerzas para oponerse a él y no hay duda de que con esta línea de conducta ese mal mayor podría llegar.

Por todo ello la defensa del sistema público de pensiones en España está en las manos de un movimiento social de pensionistas, extendido a todo lo largo y ancho del país, que lleva años luchando en las calles por medio de plantones de regularidad semanal en muchas plazas y que es el único movimiento con capacidad para movilizar a decenas de miles de personas (como demostró el pasado 15 de octubre, en Madrid) sin contar con el apoyo de ningún medio de comunicación de masas o grupo de poder. Ciertamente este movimiento abarca únicamente a los trabajadores pasivos (los jubilados) y eso es una debilidad, pues son las pensiones de los trabajadores activos las que corren más peligro, y estos, y los jóvenes, al contrario que en Francia, todavía no se movilizan. Esta es la razón principal de que en España el ataque a las pensiones públicas no haya desembocado en una crisis política. Pero esto no quiere decir que no pueda suceder, ya que otras condiciones, como el creciente malestar social, existen en ambos países. Además el movimiento pensionista ha tenido éxitos concretos, como lograr la subida del 8,5% para las pensiones este último año u obligar al Gobierno y a la Comisión Europea a aplazar algunas de las medidas que tenían previstas. Igual que mantener su unidad frente a todos los esfuerzos dirigidos a quebrarla, como tratar de dividirlos territorialmente o enfrentarlos con la juventud.

En suma, ni el movimiento pensionista español ha dicho su última palabra, lo que indica que la lucha seguirá por más que diga el ministro Escrivá que las pensiones públicas ya están en el mejor de los mundos posibles, ni en Francia cederá la crisis política. La causa de la defensa de los sistemas públicos de pensiones es una causa democrática y mientras haya personas unidas y organizadas para esta defensa esta causa seguirá viva.

Fuente: Diario Progresista.

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miércoles, 29 de marzo de 2023

El verdadero temor de Australia no es China

 

Australia no se está armando contra China para protegerse de China. Australia se está armando contra China para protegerse de Estados Unidos. Esta aparente contradicción tiene visos de ser muy, pero que muy real. Y no afecta solo a Australia…


El verdadero temor de Australia no es China

 

Caitlin Johnstone

El Viejo Topo

29 marzo, 2023 

 


Como parte de la implacable embestida de los medios de comunicación australianos de propaganda de guerra con China, la Corporación Australiana de Radiodifusión, dirigida por el gobierno, acaba de emitir un mensaje de radio en RN Breakfast sobre los detalles recientemente revelados en relación con el acuerdo de submarinos de propulsión nuclear AUKUS, con dos invitados que son entusiastas partidarios del acuerdo, y presentado por otro entusiasta partidario del acuerdo.

Uno de los invitados, el ex tesorero y ex embajador de Australia en Estados Unidos, Joe Hockey, hizo algunas observaciones interesantes.

«La presentadora Patricia Karvelas preguntó a Hockey: Esto nos vincula a Estados Unidos durante décadas; ¿existe el riesgo de que, como socio menor en este acuerdo, tengamos que hacer lo que Estados Unidos nos diga en futuros compromisos bélicos?»

«Bueno, ya estamos plenamente integrados con el ejército de Estados Unidos, y podría decirse que lo hemos estado durante más de cien años», respondió Hockey. «Somos el único país del mundo que ha luchado codo con codo con ellos en todas las batallas importantes de los últimos cien años. Y ya hoy gran parte de nuestra armada tiene el Sistema de Combate Aegis, que es un sistema de combate estadounidense; nuestros submarinos actuales de la clase Collins utilizan torpedos estadounidenses… y en todos los aspectos importantes, sistemas de comunicaciones e integración, ya tenemos tecnología estadounidense, y estamos integrados con sistemas estadounidenses. Así que no hay nada nuevo en ese sentido».

Esto es cierto; Australia está inseparablemente entrelazada con el ejército estadounidense y en la práctica no es otra cosa que un activo militar y de inteligencia de Estados Unidos en cualquier sentido significativo, hasta el punto de que, según se informa, la marina estadounidense está planeando utilizar el país como una estación submarina de servicio completo para toda la gama de actividades submarinas en la región de Asia-Pacífico.

En una admisión increíblemente descarada de que el gobierno australiano ha cedido totalmente la soberanía de la nación a una potencia extranjera, el viceprimer ministro y secretario de Defensa, Richard Marles, declaró el año pasado que las Fuerzas de Defensa australianas están pasando «de la interoperabilidad a la intercambiabilidad» con las fuerzas armadas estadounidenses, de modo que puedan «operar juntas sin fisuras, a toda velocidad.» https://twitter.com/

Preguntado por los cientos de miles de millones de dólares que este programa de submarinos va a costar a los australianos, Hockey afirmó que «el coste del fracaso es mucho mayor que el coste de la inversión», citando los puertos y rutas marítimas de Australia, que podrían sufrir ataques sin el factor disuasorio de los nuevos submarinos. 

Proteger los puertos del socio comercial

Esta afirmación es falsa. Como se ha explicado con humor en la serie de televisión australiana «Utopía», China es la potencia a la que supuestamente se está «disuadiendo» de atacar los puertos y rutas marítimas de Australia, y dado que China es el mayor socio comercial bidireccional de Australia, esto significa que estamos invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en proteger nuestro comercio con China, de China.

En realidad, Australia no se está armando contra China para protegerse de China. Australia se está armando contra China para protegerse de Estados Unidos.

Esta dinámica quedó ilustrada en todo su grotesco esplendor en una presentación realizada en 2019 en el think tank australiano Centre for Independent Studies por el analista político estadounidense John Mearsheimer. En su habitual manera incómodamente brusca, Mearsheimer dijo a su audiencia que Estados Unidos va a hacer todo lo posible para detener el ascenso de China y evitar que se convierta en la potencia dominante de la región, y que Australia debería alinearse con Estados Unidos en esa batalla o, de lo contrario, se enfrentaría a la ira de Washington. https://twitter.com/caitoz/ (video)

«La cuestión que está sobre la mesa es cuál debería ser la política exterior de Australia a la luz del ascenso de China», dijo Mearsheimer. «Les diré lo que yo sugeriría si fuera australiano».

Mearsheimer dijo que China va a seguir creciendo económicamente y convertirá ese poder económico en poder militar para dominar Asia «de la misma manera que Estados Unidos domina el hemisferio occidental», y explicó por qué cree que Estados Unidos y sus aliados tienen toda la capacidad para evitar que eso ocurra.

«Ahora la pregunta es qué significa todo esto para Australia». dijo Mearsheimer.
«Bueno, sin duda están en un dilema. Todo el mundo sabe cuál es el dilema. Y, por cierto, no es el único país de Asia Oriental que se encuentra en este dilema. Ustedes comercian mucho con China, y ese comercio es muy importante para su prosperidad, de eso no hay duda. En cuanto a la seguridad, usted realmente quiere ir con nosotros. Tiene mucho más sentido, ¿verdad? Y entiende que la seguridad es más importante que la prosperidad, porque si no sobrevives, no vas a prosperar.»

«Ahora algunos dicen que hay una alternativa: puedes ir con China», dijo Mearsheimer. «Aquí tienes una alternativa: puedes ir con China y no con Estados Unidos. Hay dos cosas que voy a decir al respecto. Número uno, si vas con China, quieres entender que eres nuestro enemigo. Entonces estás decidiendo convertirte en enemigo de Estados Unidos. Porque de nuevo, estamos hablando de una intensa competencia de seguridad».
«O estás con nosotros o contra nosotros», continuó. «Y si estás comerciando extensamente con China, y eres amigo de China, estás socavando a Estados Unidos en esta competición de seguridad. Desde nuestro punto de vista, estás alimentando a la bestia. Y eso no nos hará felices. Y cuando no estamos contentos no hay que subestimar lo desagradables que podemos llegar a ser. Sólo hay que preguntarle a Fidel Castro».

Las risas nerviosas de la audiencia del think tank australiano puntuaron las observaciones más incendiarias de Mearsheimer. Se sabe que la CIA ha intentado en numerosas ocasiones asesinar a Castro. https://twitter.com/caitoz/

Así que si usted está confundido en cuanto a por qué Australia se está preparando para librar una guerra imposible de ganar contra su principal socio comercial, en contradicción directa con su propia seguridad e intereses económicos, es por eso. Es porque, en última instancia, Australia teme más a Estados Unidos que a China.

En contra de lo que afirma Joe Hockey, Australia no está pagando cientos de miles de millones de dólares para entretejerse aún más en la maquinaria bélica estadounidense porque «el coste del fracaso es mucho mayor que el coste de la inversión».

En realidad, esos cientos de miles de millones de dólares son más bien pagos a la Mafia; estamos dejando que el jefe se moje el pico para que no destroce nuestro negocio y nos rompa las rótulas.

Nadie habla nunca de esto, aunque cualquiera que estudie la política exterior estadounidense sabe que es cierto. Los propagandistas australianos inventan historias sobre lo que China podría hacernos si no seguimos el juego de Washington contra Pekín, pero nunca hablan de lo que Estados Unidos nos haría si no lo hacemos.

Esto se debe a que no quieren que pensemos demasiado en el hecho de que estamos siendo coaccionados por el gobierno más poderoso del mundo a prepararnos para luchar en una guerra de horror insondable bajo la amenaza tácita de infligirnos horrores aún peores si no lo hacemos.

Australia está atrapada entre la espada y la pared, y ambas cosas son culpa de Estados Unidos. Estados Unidos es responsable de urdir todas estas hostilidades entre China y la alianza de potencias occidentales en sus desesperados intentos por asegurarse la hegemonía unipolar, y Estados Unidos es responsable de crear el miedo que sienten otros países al saber qué destino les puede deparar si desobedecen sus dictados.

Estados Unidos es el único responsable de crear una situación en la que nos vemos obligados a elegir entre (A) lanzar a nuestros hijos e hijas al engranaje de una guerra inimaginablemente terrible mientras destruimos nuestra economía y nos arriesgamos a un armagedón nuclear, o (B) enfrentarnos a las represalias y venganzas de un gobierno que es mucho más violento y destructivo que China.

Esta situación completamente intolerable es la razón por la que se está machacando agresivamente a los australianos con propaganda bélica sobre China en estos momentos; si simplemente se nos permitiera consumir información veraz y tener pensamientos normales, ninguna persona sana consentiría nada de esto.

Pero ahí es donde estamos, y no va a mejorar hasta que la gente entienda que eso es lo que está pasando. Tenemos que hablar de esto, y tenemos que ayudar a todo el mundo a comprender la realidad de la situación en la que nos encontramos. A fin de cuentas, la humanidad no tendrá una oportunidad saludable hasta que se haya liberado de los grilletes del imperio estadounidense.

Artículo seleccionado por Carlos Valmaseda para https://slopezarnal.com/miscelanea-19-iii-2023/#more-8314.

Fuente: Consortium News.

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