Sobre
los profesionales de la política extremeña
KAOSENLARED
28.11.2022
1.- Los propagandistas del
régimen, los profesionales, portavoces de los partidos políticos que gobiernan
el sistema, para asegurar su supervivencia en el ámbito del negocio de la
política necesitan que los medios de comunicación se multipliquen anunciando
los ficticios logros de sus gobiernos. Sin embargo, estos profesionales de la
política parece que desconocen las dificultades de muchas familias para vivir e
ignoran que con las ayudas sociales que se conceden y los salarios precarios
que se pagan, no se puede hacer frente a los alquileres, la luz, el agua, los
alimentos, la compra de la carne o pescado, o sacar adelante y mantener
pequeños negocios, etc.
Dejan pasar el tiempo y
hacen caso omiso a encontrar soluciones para resolver los desahucios y la angustia
ante el pago del alquiler, la renovación de la renta básica que les cumple en
unos días; desconocen la desesperación de personas cansadas de llamar a la
seguridad social sin recibir respuesta cuando quieren informarse sobre la
jubilación, prestación, subsidio, el IMV, etc. Los servicios administrativos
están a años luz del pueblo trabajador, imposible su acceso.
- – Los profesionales de
la política y algunos medios de comunicación públicos no quieren ver ni
escuchar el rumor que se desprende del conjunto de calamidades que
sobrevuelan la existencia vital de miles de extremeños y extremeñas; los
portavoces del progreso y del desarrollo están centrados en resaltar la
visibilidad de los triunfos gastronómicos, religiosos, deportivos,
culturales, y las enormes perspectivas industriales que ofrece nuestro
territorio etc. La ignorancia es el sentimiento y la actitud oficial
preferida cuando se está en la otra orilla de los ilustres extremeños y
extremeñas que encumbran y resaltan a la región como plataformas que
incentivan el negocio del turismo y el patrimonio arquitectónico de
nuestra tierra.
- – Los profesionales de
la política se codean con los explotadores, especialmente con los
propietarios de grandes fábricas y latifundios; no tienen ojos para ver
que incumplen los convenios e imponen muchas horas de trabajo con salarios
de miseria y horas extraordinarias a bajo precio; toda la ética está
supeditada a las necesidades de producción y al beneficio económico. Pero
este desdén hacia la fuerza de trabajo, hacia el obrero, da la impresión
que a la sociedad no le importa y pasa desapercibido; lo confirma el
político de turno premiando a los explotadores con distinciones
honoríficas, y medallas que vienen a destacar su emprendimiento y
laboriosidad, toda una farsa y un teatro para engañar al pueblo.
4.- Los profesionales de la
política en los gobiernos locales o regionales, siguen los mismos criterios de
actuación. Así, privatizan todo lo que pueden en base a justificaciones para
despistar y confundir al pueblo; en algunos casos, con el ahorro de
presupuestos o por la rapidez de ejecución de las obras; en otros, porque al
ceder las operaciones de limpieza del municipio a “empresas privadas con
calificativos especiales de empleo” se apoya la inserción laboral de las
personas con diversidad funcional. La cuestión es que se está beneficiando a
las empresas que emplean a estas personas puesto que las contrataciones se
hacen por períodos cortos para evitar altas indemnizaciones, disfrutando de
bonificaciones en el pago a la seguridad social, y recibiendo subvenciones
importantes por cada una de las personas contratadas. Los ayuntamientos no
tienen necesidad de privatizar este servicio municipal ya que podrían contratar
directamente como algunos municipios han venido haciendo, además de a la gente
que está en paro, a personas con diversidad funcional.
5.- Los profesionales de la
política no levantan la voz cuando permiten que las empresas que contratan los
servicios públicos actúen sin respeto hacia los ciudadanos, como está
ocurriendo en el transporte sanitario en Extremadura. Así, AMBUVITAL, empresa
encargada del transporte sanitario lleva algo así con 9 días sin trasladar a
rehabilitación a vecinos de la localidad de Villafranca de los Barros en el
Hospital de Mérida porque llega tarde o como está ocurriendo ya, ni se presenta
a recoger a las personas que deben recibir la rehabilitación urgente y
necesaria para su recuperación sanitaria.
Es preciso la intervención
inmediata del SES y de la Consejería de Sanidad para que resuelvan este tipo de
anomalías que como suele ocurrir casi siempre afectan muy especialmente a las
clases trabajadoras y a los sectores sociales que más necesitan de unos
servicios públicos de calidad.
Este estado de cosas es totalmente
contradictorio con lo que se nos quiere vender por la propaganda oficial
extremeña de que “estamos y se dan las condiciones para que nuestra región
alcance niveles de desarrollo industrial nunca previstos”; sin embargo, estamos
viendo como cuestiones básicas como el Transporte Sanitario y otros elementos
relacionados con la sanidad funcionen de modo tan deficiente y sean las clases
trabajadoras las que sufren sus consecuencias.
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