Tal día como hoy de 1948
Gandhi murió asesinado. Einstein escribió que había sido el único estadista que
representaba en la esfera de la política aquella concepción superior de las
relaciones humanas a que debemos aspirar con todas nuestras fuerzas.
El credo de la no violencia
El Viejo Topo
30 enero, 2022
El credo de la
no violencia se basa en asumir que, en su esencia, la naturaleza humana es una
sola y por lo tanto responde infaliblemente a los avances del amor… Para su
éxito, la táctica no violenta no depende de la buena voluntad de los
dictadores, pues el resistente no violento depende de la infalible asistencia
de Dios que lo sustenta a través de las dificultades que, de otro modo, serían
insuperables.
Con un
entrenamiento apropiado y técnica adecuada, la no violencia puede ser
practicada por masas humanas.
En la no
violencia, las masas humanas tienen un arma que le permite a un niño, a una
mujer e inclusive a un hombre decrépito, resistir exitosamente al gobierno más
poderoso. Si tu espíritu es fuerte, la simple carencia de fortaleza física deja
de ser una desventaja.
Nada justifica
la violencia.
Para alcanzar
una victoria, no acepto el más mínimo acto de violencia… A pesar de mi simpatía
y admiración por la nobleza de algunas causas, estoy completamente en contra de
que se las defienda por métodos violentos. En consecuencia, no existe ningún
acuerdo posible entre la escuela de la violencia y mis concepciones.
La primera
condición de la no violencia es la justicia expandida a todo territorio de la
vida. Quizás es esperar demasiado de la naturaleza humana. Sin embargo, no creo
que sea así. Nadie debería dogmatizar sobre la capacidad de la naturaleza
humana para la degradación o la exaltación.
La historia
enseña que nos vemos agobiados por los males que sufren los vencidos cuando son
oprimidos brutalmente, aun con las mejores intenciones, cuando se encuentran
bajo el fardo de la miseria.
A la dignidad
humana se la preserva mejor no mediante el desarrollo de la capacidad para
manejar la destrucción, sino por el rehusarse a la represalia. Es posible
entrenar a millones en las oscuras artes de la violencia, lo cual viene a ser
la ley de la bestia. Resulta más factible capacitarlos en las artes claras de
la no violencia, que es la ley del hombre regenerado.
La ley del
hombre regenerado.
La no violencia
actúa de manera altamente misteriosa. Frecuentemente, en los términos de la no
violencia, los actos de un hombre se resisten a todo análisis. También resulta
frecuente que sus actos tengan la apariencia de violentos, a pesar de ser él
totalmente no violento en el sentido más elevado de la palabra; su postura se
verá confirmada tarde o temprano.
El primer
principio de la acción no violenta consiste en no cooperar con cualquier cosa
que sea humillante.
La única virtud
que procuro reivindicar es la verdad y la no violencia. No pretendo asumir
ningún poder sobrehumano. No sabría qué hacer con él. Soy de carne y hueso como
el más pequeño de mis semejantes; débil y falible como cualquier hombre. Los
servicios que practico están muy lejos de ser perfectos; pero hasta ahora, Dios
ha querido bendecirlos, pese a sus deficiencias.
Incapacidad
para odiar
La no
violencia, que es una cualidad del corazón, no puede surgir mediante una
apelación al cerebro.
Me considero
incapaz de odiar a nadie. Hace más de cuarenta años que, gracias a la oración y
a un prolongado trabajo sobre mí mismo, no he sentido odio hacia nadie.
Advierto perfectamente que es una confesión presuntuosa, pero la hago con plena
humildad. Al mal sí lo odio con todas mis energías. Siento horror por el
régimen que los británicos han establecido en la India. Odio la manera
despiadada con que se explota a nuestro país… Pero no siento ningún odio por
los ingleses que nos oprimen, ni por los hindúes que no tienen piedad con sus
hermanos. Procuro reformarlos con la ayuda de todos los medios que el amor pone
a mi disposición.
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