El destino de la Unión Europea se decidirá tras la conformación del gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales en Alemania y el resultado de la elección presidencial en Francia en abril del año próximo.
La Unión Europea, entre Estados Unidos y China
El Viejo Topo
26 octubre, 2021
El espectacular
pacto trilateral defensivo Aukus (Australia/Reino Unido/Estados Unidos) agarró
desprevenida a Francia –y por extensión a la Unión Europea (UE), de la que ya
no forma parte el Reino Unido desde su Brexit– y constituyó también
una puñalada trapera al acuerdo de venta de submarinos convencionales
de combustible diésel a Australia con una pérdida comercial de 66 mil millones de
dólares (https://bit.ly/3AxjEcN).
La puñalada
trapera que le propina la anglósfera a Francia pone en la picota la
cohesividad de la OTAN y, más que nada, obliga al replanteamiento
geoestratégico de la política exterior muy hedonista de la UE que tenía un pie
geopolítico con Estados Unidos/OTAN y otro pie geoeconómico con China, que han
puesto en riesgo de fractura a su propio cóccix (https://bit.ly/3EMPpRt).
El devenir de
la UE dependerá de la virtual conformación del gobierno de coalición (https://bit.ly/3m3B1wV)
–el llamado semáforo: conformado por el Partido Social Demócrata de Olaf
Scholz, los verdes de Annalena Baerbock y los liberales democrátas pro
noratlantistas de Christian Lindner–, y la elección presidencial en Francia el
año entrante (24 de abril) con su previsible ballotage (segunda vuelta).
Después de
abril, los mandatarios de Alemania y Francia definirán su destino como lo
hicieron antes el legendario general francés Charles de Gaulle y Konrad
Adenauer, padre de la resurrección alemana (curiosamente, ambos de confesión católica).
Ni el
presidente galo Emanuel Macron ni la canciller saliente alemana Ángela Merkel
deseaban tomar partido en la confrontación cada vez más ascendente de Estados
Unidos contra China, debido a su enorme intercambio geoeconómico que mantienen
con Beijing, mientras le cedían cómodamente a la OTAN/Estados Unidos la
cobertura de su seguridad europea frente a Rusia.
¿Cómo quedará
la nueva estrategia de cooperación de la UE con la región Indo-Pacífico,
de doble carácter tanto geoeconómico como militarista, después de la bofetada
que le propinó Biden?
La UE
buscaba fortalecer su posición comercial estratégica en el Indo-Pacífico,
una región que se extiende desde la costa este de África hasta los estados
insulares del Pacífico, que aproximadamente representa 60 por ciento del PIB
global y de la que se espera que en 2030 provenga 90 por ciento de la clase
media mundial, al unísono de contar con una presencia naval europea
significativa en el Indo-Pacífico (https://bit.ly/3EKvMJW).
¿Cómo quedará
el patrullaje naval de Alemania con Australia en la región del Indo-Pacífico? (https://bit.ly/39wJUYP).
La fragata
Bayern, uno de los buques de guerra más grandes de Alemania, ya había zarpado
hacia el Indo-Pacífico en agosto (https://bit.ly/2W5Evov).
Según Roger
Cohen, veterano periodista de The New York Times, a Estados Unidos le ha
disgustado la equidistancia geoeconómica de la UE con China y Estados Unidos,
además no digiere el concepto de autonomía estratégica del presidente
Macron (https://nyti.ms/3prifSb).
No se puede
soslayar la precaria dependencia energética de la UE cuando su absolutista
apuesta por la burbuja verde la ha arrojado a los brazos gaseros de
Gazprom y del Nordstream 2 de Rusia.
Alemania, la
máxima potencia geoeconómica de la UE, se precipitó al querer brincar la
inevitable fase de transición sin combustibles fósiles y sólo con sus
renovables energías eólica y solar que se descarrilaron con las inundaciones y
la notable ausencia de vientos favorables (https://bit.ly/3n9VKhS).
Según el
Consejo Editorial del Wall Stret Journal, los líderes europeos se
lesionaron a sí mismos en energía, al proseguir una agenda climática que no
tendrá efecto en el clima (sic), pero incrementa los precios, dañando a los
consumidores y a la industria, y ahora empodera a los matones (sic) en el
Kremlin (https://on.wsj.com/2XxWjJF).
Entre tanto, el
zar Vlady Putin celebra su estratégico triunfo gasero, el destino ontológico y
teleológico de la UE se vislumbrará prístinamente a partir de diciembre, con la
conformación del gabinete semáforo de coalición de Alemania, al 24 de
abril de 2022, fecha de la elección presidencial en Francia.
Artículo publicado originalmente en La Jornada.
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