Las eléctricas amenazan tras la intervención del Gobierno
Por Pablo
Elorduy
Rebelion /España
16/09/2021
Fuentes: El
Salto [Foto: Central nuclear de Trillo, en Guadalajara (Álvaro Minguito)]
El Foro
Nuclear, formado por las principales eléctricas, advierte al Gobierno de un
posible cierre de las plantas de energía atómica tras el paquete de medidas
para contener el precio de la luz presentado por el Ejecutivo.
Las siete
centrales nucleares en España generaron en 2020 una cuarta parte de la
electricidad del mix energético. Por este motivo, el lobby eléctrico ha
encontrado en esta tecnología, la más delicada y polémica (y una de las más
subvencionadas) de cuantas aportan a la generación eléctrica del país, la
primera herramienta para presionar al Gobierno tras el paquete de medidas
presentado hoy.
El Foro
Nuclear, formado por 32 empresas y centrales, entre las que destacan las cinco
multinacionales del sector energético Iberdrola, Endesa, Naturgy (antes Gas
Natural Fenosa) EDP y Repsol, ha advertido de que si sale el proyecto del
Gobierno anunciado hoy por la ministra de Transición Ecológica, se planteará el
“cese de actividad del parque nuclear”.
El lobby ha
planteado que la “excesiva presión fiscal” que introduce, a su juicio, el
planteamiento del Gobierno hasta marzo de 2022 y advierte de que el precio de
venta real no debería ser inferior a 57-60 €/MWh con el nivel impositivo
actual.
En España, un
informe de Ecologistas en Acción de 2016, estimaba en 15,5 €/MWh el coste que
afrontan los operadores nucleares, una cifra que, aunque oscilante, queda lejos
de los 57 €/MWh que cifra la patronal como suelo. En el momento de
elaboración de ese informe, de hecho, la cantidad que obtenían las plantas era
de alrededor de 55 euros el megavatio/hora “casi cuatro veces más lo que cuesta
producirla”, subrayaba Francisco Castejón, autor del citado informe.
Para este Foro,
con las condiciones del Decreto Ley que quiere llevar el Gobierno al Congreso,
no se hubieran comprometido a la renovación de las explotaciones. Solo desde
2019, se han pactado las renovaciones de Almaraz, Vandellós, Cofrentes y Ascó,
esta última en julio de 2021.
Aunque el
cierre del parque nuclear está previsto para el año 2035, la amenaza del Foro
Nuclear de un cierre inmediato no es contemplada por el Gobierno como viable. O
al menos no lo era en junio, cuando la ministra de Transición Ecológica, Teresa
Ribera, recordó que autorizar un posible adelanto del cierre sobre los plazos
pactados corresponde a Red Eléctrica, operador del sistema eléctrico, que debe
tomar la decisión “teniendo en cuenta la seguridad del conjunto del sistema
eléctrico”.
La Sociedad
Española de Participaciones Industriales (SEPI) tiene el 20,2% del accionariado
de Red Eléctrica, aunque la mayor parte (un 80%) de la compañía, que está
presidida por la exministra socialista Beatriz Corredor, cotiza en el Ibex35.
El sector
nuclear ha recibido la noticia de un recorte temporal del 25% de sus beneficios
(solo hasta marzo) como un “hachazo” que estiman en una rebaja de 2.600
millones respecto a la previsión de beneficios sobrevenidos hasta marzo. Sin
embargo, el anuncio del Gobierno contempla devolver esos beneficios con una
serie de partidas que repartiría cuando se estabilicen los precios
internacionales del gas la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
¿Es posible el cierre nuclear?
Pese a que en la
actualidad la nuclear se presenta como la reina del mix energético, la realidad
es que las energías renovables ya generan más de la mitad de la electricidad
consumida en España. Solo la eólica ya aporta más de un 18%.
Hasta qué punto
se puede sustituir la nuclear es una pregunta para la que ya hay respuestas
provisionales y pronto las habrá definitivas. Alemania ha conseguido reducir al 11% la
generación nuclear tras la decisión, tomada después de la catástrofe de
Fukushima, de cerrar todos los reactores, una decisión tomada con el 80% de los
votos afirmativos en el Parlamento alemán. En 2022, el país centroeuropeo tiene
previsto cerrar las últimas plantas.
Italia, Bélgica
y Suiza se han marcado el mismo objetivo, mientras que otros países como Reino
Unido o Francia apuestan por lo nuclear e incluso se plantean la construcción
de nuevos reactores.
En Estados Unidos, el
cierre ha venido dado por parte de las propias empresas, por sus elevados
costes económicos, la pérdida de contratos con clientes o el riesgo de
accidentes en el futuro.
A lo largo de
los últimos años se ha producido la parada simultánea de las seis plantas
nucleares en la península ibérica y en más ocasiones el cierre de cuatro de
ellas, sin que se haya producido un trastorno en la red de suministro
eléctrico. Este es uno de los puntos con que el autor del informe de
Ecologistas en Acción argumentaba para defender el cierre de las plantas cuando
terminasen los permisos en ese momento vigente. En ese escenario, con el cierre
de Trillo I en 2028 terminaría la generación nuclear en España.
La amenaza de
Foro Nuclear, sin embargo, puede suponer un problema para un Gobierno que hasta
el anuncio de hoy no había dado pasos en la dirección del apagón de las plantas
sino más bien al contrario, con los compromisos que ello conlleva.
Para Ignacio
Araluce, presidente de ese Foro, el cese que podrían provocar las eléctricas
“conduciría a un cierre desordenado de la generación nuclear, a la consiguiente
pérdida de puestos de trabajo y tejido industrial, a una mayor dependencia
energética del exterior y a un incremento de la volatilidad del precio en el
mercado mayorista”.
Pese a que el
lobby insiste en que se trata de una energía limpia y que evita la emisión “de
entre 30 y 40 millones de toneladas de CO2”, las ONG ambientales alertan desde hace tiempo que
la energía nuclear emite más dióxido de carbono por cada kWh producido que cualquiera
de las energías renovables. Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE),
incluso aunque cambiase la tendencia y se construyesen el triple de plantas que
las que hay en la actualidad, las emisiones de gases de efecto invernadero
aumentarían un 6%, dificultando aun más el cumplimiento del Acuerdo de
París.
El hecho es que
la nuclear tiene ese impacto en las emisiones pero, sobre todo, conlleva otros
problemas ambientales y de seguridad, como el de la gestión de residuos, que
han llevado a la decisión de cierre en los citados países. La cuestión, sin
embargo, no es tanto si es deseable el apagón de las plantas sino si el
Gobierno de Sánchez podrá aumentar la presión de las eléctricas si deciden
reclamar ese cierre al organismo competente.
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