El pacto de no agresión entre soviéticos y alemanes se firmó en respuesta a la política anglo-francesa de apaciguamiento y luego de que estos países renunciaran a cualquier intento de frenar el expansionismo alemán. ¿Por qué no debe afirmarse que este tratado desencadenó la guerra?
El pacto
Ribbentrop-Molotov
Diario Octubre
15.06.2021
El pacto de no agresión entre soviéticos y alemanes se firmó en respuesta a la política anglo-francesa de apaciguamiento y luego de que estos países renunciaran a cualquier intento de frenar el expansionismo alemán. ¿Por qué no debe afirmarse que este tratado desencadenó la guerra?
Momento de la firma del pacto de no agresión entre nazis y soviéticos el 23 de agosto de 1939
Grupo
de Investigación Histórica
Entre
1933 y el 23 de agosto de 1939 la Alemania nazi firmó diversos acuerdos con
Gran Bretaña, Francia y Polonia. Así pues, la Unión Soviética, con el pacto
Ribbentrop-Molotov, fue el último país en firmar un acuerdo con los alemanes.
La
confrontación fue el resultado del proyecto de expansión imperialista del
nazismo, fuerza política que a su vez fue apoyada por industriales y
financieros alemanes que encontraron funcional la retórica hitleriana. Las
potencias occidentales creyeron que el militarismo alemán desataría una guerra
contra los bolcheviques, y por ello fueron permisivas con el nazismo.
El
Pacto de no Agresión entre soviéticos y alemanes se firmó ante la política
anglo-francesa de apaciguamiento, y luego de que estos países renunciaran a
cualquier intento de frenar el expansionismo nazi, quienes se habían apoderado
ya de Renania, Austria y Checoslovaquia.
La
Unión Soviética y la seguridad europea
Desde
1933, cuando la Alemania nazi se retiró de la Liga de Naciones, los soviéticos
le habían planteado a las potencias occidentales la necesidad de crear un
sistema de seguridad colectiva para enfrentar al régimen de Hitler, al que
consideraban una amenaza común.
Los
soviéticos mantenían que los países imperialistas se podían agrupar en dos
bloques. Uno compuesto por Alemania, Japón e Italia, países con poder económico
pero carentes de mercados y por lo tanto dispuestos a una agresiva política
expansionista; el otro estaba compuestos por Inglaterra y Francia, que
controlaban vastos mercados por lo que estarían más dispuestos a mantener la
paz. Por eso se podría lograr un acuerdo con el segundo bloque para contener la
agresividad del primero.
En
Francia esta idea tuvo eco, y se propuso el Pacto Oriental para alinear a este
país con la Unión Soviética, Checoslovaquia, Polonia y los países bálticos.
Pero varias de estas naciones no mostraron interés y el acuerdo nunca se
concluyó.
No
obstante, la Unión Soviética logró con Francia y Checoslovaquia acuerdos
bilaterales de asistencia mutua, firmados en marzo y mayo de 1935. Ambos pactos
planteaban que las naciones firmantes se prestarían apoyo militar en caso de
agresión, la cual probablemente provendría de Alemania.
Sin
embargo, los acuerdos contenían cláusulas que dificultaban su puesta en
práctica. Los franceses, reacios a aliarse con los soviéticos, firmaron el
acuerdo ante el anuncio del rearme alemán. Por este motivo, el tratado con la
URSS preveía que toda acción militar fuera avalada por Gran Bretaña y la Liga
de Naciones. Mientras tanto los checoslovacos restringieron toda acción militar
a la aprobación francesa. Si Francia no declaraba su apoyo a la parte agredida,
el acuerdo de asistencia con los soviéticos no entraba en vigor.
Checoslovaquia
y el aislamiento soviético
Las
potencias occidentales no solo presionaron a Checoslovaquia para que cediera
los Sudetes. Más aún, afirmaban que Bohemia y Moravia habían sido una posesión
histórica del imperio alemán, legitimando así el expansionismo nazi.
Ahora
bien, al permitir la violación de la soberanía checoslovaca, las potencias
occidentales expresaban su negativa a enfrentar a los nazis en alianza con los
soviéticos.
El
23 de septiembre de 1938, siete días antes de los acuerdos de Múnich, el
gobierno checoslovaco ordenó la movilización general del ejército ante la
amenaza alemana, y recibió el apoyo soviético. Pero Praga rechazó el apoyo por
la negativa francesa de asistirlos militarmente. Así, la URSS entendió que
occidente rechazaba su apuesta por la seguridad colectiva, pretendiendo
aislarla en el escenario internacional.
Los
checoslovacos finalmente cedieron a las demandas alemanas, perdiendo las
formidables defensas allí instaladas, así como las industrias Skoda, que
fabricaron buena parte de las municiones alemanas durante los primeros años de
la Guerra. Además, Polonia y Hungría también se apropiaron de partes del
territorio checoslovaco. Finalmente, el país se acabó de fracturar con la
aparición de un gobierno eslovaco autónomo. Por ello, cuando en marzo de 1939
Alemania ocupó el territorio checo restante, no encontró resistencia.
Con
todo, los soviéticos siguieron insistiendo a las potencias occidentales en un
acuerdo para enfrentar a los nazis. Dos semanas antes de la invasión alemana a
Polonia, el cuerpo diplomático soviético ofreció a ingleses y franceses
recursos militares para forjar una alianza contra los nazis. Pero las potencias
europeas no respondieron. Además, Polonia, país que los soviéticos debían
atravesar para poder enfrentar a los alemanes, se negó a permitir el tránsito
del Ejército Rojo por su territorio. Para los polacos Rusia representaba una
mayor amenaza que los nazis.
El
Pacto de no Agresión
Una
semana después de su proposición a las potencias occidentales, los soviéticos,
presionados por la situación internacional, y ante la inminencia de un
conflicto europeo a gran escala -en el XVIII Congreso del PCUS, de marzo de
1939, Stalin afirmaba que tal guerra ya estaba en marcha-, decidieron lograr un
acuerdo de no agresión.
Los
nazis, que querían evitar una alianza de la URSS con las potencias del oeste,
recibieron con beneplácito la diplomacia soviética. Desde abril se dieron
negociaciones comerciales entre soviéticos y alemanes, las cuales permitieron
llegar al acuerdo que potenció la industria soviética, especialmente la
militar.
Finalmente,
el 23 de agosto de 1939, los ministros de exteriores alemán, Joachim von
Ribbentrop, y soviético, Viacheslav Molotov, firmaron el Pacto de no Agresión.
El acuerdo obligaba a ambos países a desistir de acciones agresivas entre ellos
y de formar parte de cualquier alianza internacional que amenazara a los
firmantes; en general, el Pacto comprometía a los firmantes a solucionar toda
diferencia de manera pacífica mediante un contacto diplomático constante.
El
Pacto no constituyó de ninguna forma una alianza entre alemanes y soviéticos,
ni contemplaba un plan para repartirse Polonia. Por el contrario, los
soviéticos lo consideraron como una garantía para que el país no se viera
envuelto en una guerra ni del lado alemán ni del lado británico; y con este se
dotaban de una herramienta para mantener a los alemanes, en caso de que estos
invadieran a la vecina Polonia, lejos de la frontera soviética. Además, el
Pacto se firmó en un momento en que los soviéticos luchaban contra los
japoneses en Mongolia, conjurando cualquier riesgo de una guerra en dos
frentes.
Aunque
con el Pacto se abandonó la idea de la seguridad colectiva, este se mantenía en
la línea de la política exterior soviética de la década de 1930, que buscaba
garantizar la paz manteniendo los equilibrios europeos. Con el Pacto los
soviéticos reconocían que las negociaciones militares con Inglaterra y Francia
habían llegado a un punto muerto por las evasivas y dilaciones occidentales,
por lo que buscaron mantenerse al margen de un conflicto a gran escala por sus
propios medios.
Pero
la URSS no podía evitar lo que era ya un hecho, la guerra. Para el momento de
la invasión alemana a la URSS, las tropas nazis acumulaban ya casi dos años de
experiencia. Habían probado, y perfeccionado, con éxito las tácticas de guerra
moderna en Francia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, los Balcanes, Grecia,
Escandinavia y Polonia. Aunque el Pacto de no Agresión les compró tiempo a los
soviéticos, dándoles la oportunidad de potenciar su industria, este no fue
suficiente para preparase adecuadamente para enfrentar semejante máquina de
guerra.
FUENTE: semanariovoz.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario