La estafa de las farmacéuticas: Pfizer recibe 15,50 euros por dosis y sin responsabilidad ninguna
Se empiezan a
desvelar los detalles contractuales de la Unión Europea con las farmaceúticas.
La última noticia la ha destapado La Vanguardia y muestra el pago por dosis a
Pfizer además de su protección frente a futuros problemas de salud derivados de
la vacunación.
Kaosenlared
22 Abr, 2021
Desde que la vacuna fue una realidad en los
laboratorios de las grandes farmacéuticas, se empezaron a redactar los
contratos con los gobiernos, y en el caso de Europa, con la Unión Europea.
Desde un inicio se buscó mantener estos lucrativos
acuerdos bajo secreto, aduciendo, como es habitual en el capitalismo, a la
necesidad de preservar estos datos ocultos para no alterar la competencia ni
las negociaciones con otros competidores, en este caso, otras farmacéuticas.
Pero lo cierto es que el candado en estos casos se cierra para que no salga a
la luz pública los lucrativos y multimillonarios negocios que realiza el sector
privado con las instituciones públicas poniendo la alfombra roja.
Pero la presión por conocer los contratos abrió varios
de esos candados y obligó a la Unión Europea a hacer públicos los contratos.
Eso sí, los amigos de Bruselas se encargaron de distribuirlos con tachones que
impedían la lectura de los aspectos más sensibles: precio por dosis, las fechas
de entrega o las obligaciones legales de las compañías.
No obstante ahora el diario La Vanguardia ha podido
acceder al primer contrato suscrito entre la UE y la farmacéutica Pfizer y se
descubren algunos aspectos que vuelven a poner de relieve la estafa y extorsión
que están realizando las farmacéuticas, con la ayuda de las instituciones
públicas, en este contexto.
Si hace unas semanas un miembro de la Comisión Europea
aseguró que el precio de una dosis de Pfizer era de 12 euros, lo cierto es que
se quedó corto. El contrato inicial de 200 millones de dosis ampliables a 300
establece un precio de 17,50 euros para los 100 primeros millones y de 13,50
euros para los siguientes, lo que da un precio medio de 15,50€ millones,
impuestos aparte.
Para las siguientes 100 millones de dosis, el contrato
establece un precio igual, de 15,50 euros si el contrato se ordenaba en los
siguientes tres meses. De no ser así, el precio aumentaría a 17,50 euros.
Además de estos precios, el citado documento hace referencia a los daños a terceros que puede ocasionar la vacuna y el papel de la farmaceútica en este punto. Pues bien, una vez las dosis han sido entregadas a los organismos estatales competentes, Pfizer no se hace cargo de absolutamente cualquier indemnización a terceros. Un auténtico chollo, un juego donde han marcado todas las cartas de la baraja y han escrito las reglas.
Un negocio manchado en sangre
El negocio económico para las farmacéuticas está
siendo incontestable. Hace unas semanas salía a la luz pública que Astrazeneca
tan solo había soportado un 3% del coste total de la investigación de su
vacuna. Apenas 4 millones de los 120 millones que ha costado el desarrollo,
mientras el Reino Unido y la Unión Europea habían aportado entre ambos cerca de
80 millones.
Y todo para que finalmente la farmacéutica cuente en
su propiedad con la patente y pueda así seguir haciendo aún más negocio.
Absolutamente criminal.
No es diferente con Pfizer, haga el lector una
observación rápida. El presidente de Pfizer, Albert Bourla, eleva a unos 1.700
millones de euros la inversión de la farmaceútica para la realización de la
vacuna. En enero de este 2021 la UE confirmó la compra de 600 millones de
dosis, las cuales sabemos que serán vendidas cada una 15,50 euros.
Es decir, 600 millones por 15,50 euros nos arroja un
valor de ventas de 9.300 millones, o lo que es lo mismo, por cada euro
invertido en términos brutos Pfizer está recuperando la inversión y ganando 4,5
euros extra. Esto solo por ahora.
Un dantesco negocio que se sustenta en la especulación
y sobre la vida de los más de 3 millones de fallecidos en el mundo por la
covid.
Ante esta situación, y muchas otras que no conocemos por estar aún bajo candado, no hay otra salida racional que la eliminación de las patentes y el reparto gratuito de vacunas en todo el mundo, acabando así con el criminal negocio de las farmacéuticas y con la competencia avariciosa de los Estados capitalistas.
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