La ‘huelga salvaje’ de los
ferroviarios franceses es todo un síntoma de la crisis.
DIARIO
OCTUBRE / noviembre 3, 2019
Como cabía
esperar, la huelga de finales de octubre de los ferroviarios franceses ha
pasado desapercibida pero sólo tres de cada diez trenes entre París y el oeste
de Francia pudieron circular.
200
trabajadores ferroviarios del centro de mantenimiento del AVE de Chatillon
pararon espontáneamente, fuera del marco legal de la notificación obligatoria,
y bloquearon las vías de tren.
El origen de
la huelga fue la conclusión del convenio colectivo, que se remonta a varios
años atrás y que proporcionó a los trabajadores ferroviarios unos diez días
adicionales de descanso que ahora quienren eliminar.
La situación
en Francia no es tan diferente de la de Ecuador o Chile y las movilizaciones de
los “chalecos amarillos” durante un año así lo expresan.
Lo más serio
es que a medida que la crisis del capitalismo se exaspera, los sindicatos sólo
dan pasos hacia atrás, algo que tampoco sorprende porque en las últimas décadas
se han convertido en una parte del control sobre los trabajadores de las
grandes empresas.
Pero los
sindicatos ya no son lo que eran. No cumplen su papel de detonante de las
reivindicaciones obreras y, lejos de organizar, su papel es el contrario. No
hay más que ver que las movilizaciones obreras más importantes estallan en
nuevos sectores económicos en los que no han conseguido asentarse, o bien con
poblaciones obreras precarias o emigrantes.
No cabe duda
tampoco de que las huelgas de los ferroviarios llevan agua al molino del
gobierno, que pretende desguazar la SNCF, la empresa pública ferroviaria.
Tendrá que venderla a precio de saldo porque las empresas privadas pretenderán
apretar aun más el dogal de la explotación, subcontratar, bajar los salarios, precarizar
el empleo y aumentar la jornada de trabajo.
En todo el
mundo la crisis bancaria, la explosión financiera y el colapso industrial no
han hecho más que empezar. La SNCF es una empresa “al borde de la explosión
social”, dice la prensa francesa.
El 5 de
diciembre han convocado una huelga ferroviaria y el dirigente de los
ferroviarios de la CGT, Jean Pierre Farandou, dice que es “reconducible”.
*++