EL INSURGENTE /05/10/2019
Todo indica que
las dos opciones (con papeleta) tras el 10-N son: o el trifachito PP/Cs/Vox o
el triprogresismo PSOE/UP/MP (errejonismo). Cientos de miles de personas se
aprestan a ir en busca del menos malo, que no gane el otro y hasta ahí todo
dentro de la normalidad. Lo anómalo comienza a ser cuando uno de los bloques
sale al ruedo electoral a reclamar votos de izquierda, es decir, de
trabajadores, de desempleados, de precarios, de jornaleros, de personas con
problemas de vivienda, etc, para luego entregarlos cual ofrenda a los dioses al
gran hermano socialdemócrata. Parece no haber opción para pasar de una vez por
todas a los de Sánchez (y su nuevo acólito de «Más País») al otro lado, junto
al trifachito con el que comparten política económica e internacional. El
propio Felipe lo ha reconocido hace unas horas al pedir una gran coalición. Es
cierto que en Catalunya la CUP presentará una candidatura al margen de este
esquema y que hay partidos que no aparecen en encuestas con posibilidades de
representación, pero el grueso de los votos irán en dirección de no mover el status
quo. El Ibex y la monarquía, por ahora, respira tranquilo por este flanco,
pero la nueva vuelta de tuerca que traerá la crisis puede cambiar el tablero y
los protagonistas pasar a ser otras y otros.
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