“¡ABRE
LA MALDITA PUERTA!”: LA CAJA NEGRA DEL A320 REVELA LOS ULTIMOS MINUTOS EN EL
AVIÓN
Las dramáticas grabaciones de la caja negra del avión
de Germanwings, estrellado el 24 de marzo en el sur de Francia, evidencian los
desesperados intentos del comandante de acceder a la cabina para recuperar el
control de la aeronave.
29 mar 2015 16:13 GMT
La grabación de la
caja negra empieza con las palabras del piloto de Germanwings, Patrick
Sondheimer, que pide disculpas a los pasajeros por el retraso de 26 minutos en salir de Barcelona y promete
llegar a tiempo a Dusseldorf, revela el periódico 'Bild'.
Los siguientes 20
minutos, el comandante y el copiloto Andreas Lubitz tienen una conversación normal. El piloto,
entre otras cosas, dice "que no tuvo tiempo de ir al baño" en
el aeropuerto.
10:27. El
Airbus A320 alcanza una altura de 11.600 metros y el piloto le pide a Lubitz
que prepare el aterrizaje en Dusseldorf, quien a su vez, asegura a
Sondheimer que "puede ir al baño". Se escucha el ruido
de una butaca que se mueve y el de la puerta que se cierra. Andreas Lubitz
toma el mando.
10:29. El
avión empieza a descender.
10:32. Los
controladores aéreos franceses tratan de contactar con la aeronave, pero no
reciben respuesta. Al mismo tiempo, en el avión se escucha el sonido de la
alarma.
Unos minutos después
se registra un "ruido fuerte" como si alguien tratara de entrar en la cabina que ya estaba cerrada por
Lubitz: "¡Por el amor de Dios, abre la puerta!". Se
escuchan gritos de los pasajeros de fondo.
10:35. Se
oyen "golpes metálicos contra la puerta", posiblemente con
un hacha.
10:37. Suena
otra alarma: el avión está a 2.200 metros de altura. Hay gritos del
comandante: "¡Abre la maldita puerta!"
10:38. Se
escucha la respiración silenciosa del copiloto que dirige el avión rumbo a los
Alpes.
10:40. Una
ala de avión roza las montañas. Los últimos ruidos en la
grabación son los gritos desesperados de los pasajeros. El avión se estrella cobrándose la vida de todos los pasajeros.
Al mismo tiempo, el
periódico 'Bild' revela que el copiloto Andreas Lubitz estaba siendo
tratado por un posible desprendimiento de retina que le hacía temer el fin de
su carrera en la aviación. Por lo tanto, dicho problema podría haber hecho
imposible para Lubitz pasar el próximo control médico en junio de este año.
*++