viernes, 10 de mayo de 2013

A LA INFANTA CRISTINA LA HAN DES "IMPUTAO", PERO NO LA HAN DES "INFECTAO"



Cazan a la infanta Cristina fumándose un porro frente una comisaría y gritando: «¡No me podéis hacer naaada, soy la hija del Reeey!»

Los dos agentes que intentaron detenerla han pasado a disposición judicial

¡Manda güevos! Modgi | 


Doña Cristina de Borbón ha sido cazzatta in fraganti por los paparazzi. La Audiencia de Palma hizo público que suspendía su imputación en el Caso Nóos por dos votos a uno. Tras conocer la noticia, la Infanta decidió liberar la tensión acumulada durante los últimos meses con una sonada celebración que acabó en comisaría.

La noche empezó con una cena íntima, rodeada de amigos de la familia, en el conocido restaurante mallorquín 'Ses Lladregots'. Después del café, los invitados anunciaron que había llegado la hora de volver a casa, pero la Infanta, tras haber ingeridovarias copas de vino, los convenció para «ir a un pub a tomar solo una copa». La estancia se alargó hasta el cierre del local, momento en el que la Infanta pidió al camarero «bajar la persiana y dejarnos tomar la última rápida». Ante la negativa del barman, Doña Cristina y sus invitados abandonaron el local pidiendo vasos de plástico y continuaron la fiesta consumiendo latas de cerveza en plena calle, presuntamente compradas a vendedores ambulantes.
El séquito de la Infanta se retiró a sus aposentos las 5:00h a.m., haciendo caso omiso de los comentarios de la misma, mediante los cuales los acusaba de haberse vuelto «unos viejos aburridos», de ser «unos mierdas» y «sus mejores amigos». Fue entonces cuando la hermana pequeña de Doña Elena decidió pasar al siguiente nivel. Sola y fuera de control, se dirigió a la comisaría que había en la calle contigua, se lio un porro frente a la puerta  y se lo fumó ante los agentes que estaban de guardia. Según testigos presenciales, la Infanta les echaba el humo en la cara mientras gritaba: «¡No podéis hacerme naaada… Soy la hija del Reeey!». Tras increpar a uno de los policías con un «¿Y tú qué miras, payaso?», Doña Cristina de Borbón fue detenida y esposada. Minutos después, sería puesta en libertad por los propios agentes, que han pasado la noche en el calabozo.
Una vez controlada la situación, la policía llamó a la Casa Real para informar de los hechos. Don Juan Carlos I pasó a recoger a su hija en coche, junto con su esposa y la infanta Doña Elena, a la que convencieron de acompañarlos diciéndole que iban de excursión a Disneyworld. De camino a casa mantuvieron una severa charla en la que los Reyes se preguntaron «qué hemos hecho mal» y si acaso no le habían dado a la Infanta «todo lo que había pedido», a la vez que admitieron sentirse «muy decepcionados» con ella.

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