¡Pasen y vean, señoras y señores, y demás personal pertinente!¡Sin trampa ni cartón, comprueben ustedes mismos! Comprueben que una imagen (la de arriba) vale más que todas las amenazas del minstro del Interior, Jorge Fernández , facista, hipocríta, embustero y fantasmón él.
A Sánchez Gordillo del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), porbrecito mío, que ni siquiera entró al Mercadona para redistribuir entre los que no tenían que comer lo que tenía el Mercadona en sus estanterias, que bien mirado y probablemente ni siquiera fuera de propiedad por no haberle pagado todavía a sus proveedores, el ministro del Interior, Jorge Fernández, haciendo gala de una chulería propia de quien pertenece a un gobierno perfecto como el de Rajoy, a las órdenes siempre del amo, los grandes capitales, se la sentenció: "Gordillo, tus crímenes no quedarán impunes y te voy a lisiar las costillas, porque te voy a echar encima todo el peso de la Ley. Gordillo, que no me conoces, y no te voy a pegar fuego ahora msimo para que purgus tus pecados en el fuego purificador, porque es que no llevo el mechero encima, que si no te enteras..., Gordillo, Gordillo, que no me conoces, que es que te voy a aplicar un chufletazo en plan legitimidad que te voy a enderezar. ¡So rojo, que eres un rojo...", le vino a decir más o menos.
Pero no se ve me vayan a asustar que el ministro no hará nada. Y no lo hará porque no tiene cojones para hacerlo, y que no tiene cojones para hacerlo no es invento mío, ni una manera de expresar mi animadversión por el ministro, que por cierto, bien grandisssma es, sino demostración del propio ministro que se enconñó en demostrar, motu propio, que no tenía cojones, y si no los tiene no es culpa mía.
En primer lugar el ministro interpretando la ley como le pasó por los cojones con el acto de Mercadona le dijo a Gordillo que "ojo cuidao que a por ti voy". Pero, ná, no se asusten, que no hizo nada. Lo único que hizo fue prevaricar saltandóse la ley como si tuviera cojones, y como si Castilla fuera tal que así de ancha, pero, ná, ya digo.
No hizo lo que dijo que iba a hacer por sus cojones, pero como no los tiene no hizo ná. Primera prueba fuera de discusión.
Segunda prueba. Dio órden el ministro, tambien por sus cojones (¡menos lobos, ministro, menos lobos!) que no le dajaran uno sano de esos equis (digo equis porque no se sabía quienes eran) que habian planeado el cerco pacífico el 25 S del Congreso de los Diputados, y así, el 15-S, y cuidadin cuidadin que el 15 S había miles de personas en Madrid que habían acudido al llamamiento de la Cumbre Social, el tenderete político que montaron UGT y CC.OO, fundamentalmente, para contrarestar y desinflar los posible efectos de la concentración convocada por los equis en los aledaños del Congreso el 25-S.
Y, ¡zaca!, dicho por el ministro y cumplido por los adlateres del ministro, versión polícia al servicio del orden público: portador de pancarta haciendo alusión al 25-S en plena marcha para la concentración del 15.S, portador de pancarta al que se le acercan unos cuanto policias, que el uno le mete la mano por el sobaco, que el otro le da un tente en pie que te tiro; el otro que le pone la rodilla en las espaldas; el otro que permanece al tanto por si sus compañeros necesitaran refuerzos para esposarlo; el otro que le dice al pancartista que yace con el rostro sobre el suelo, que mira que te meto como te cantees, el pancartista que respira como puede, porque claro, si no respira se muere.
Total, pancartista magullado, detenido y acusadode intento de volteo al Estado, y así hasta más de dos docenas de detenidos, porque es que así le pasó por los cojones (si tuviera o tuviese) al ministro del Interior.
Pero ya digo, como no ha tenido cojones el ministro de ni siquiera interpretar la ley para que le salieran las cuentas, a los detenidos con la acusación "ministerial-jorgina-fernandizna" más que policial, el juez les ha tenido que dar suelta y hasta la propia policía ha criticado la actitud político-social del minsitro Jorge Fernández, porque no tiene nada que ver, ni con sus cojones, que ya digo, no los tiene, ni con el Estado de Derecho, que eso sí, lo tendremso cuando lo tengamos.
Aparte cojones o no del ministro, queda por resolver, que tiene que ser resuelta a costa del señor ministro del Interiro Jorge Fernández, la brutal paliza que le dieron unos cuantos policias a un joven de Granada y que como consecuencia de la paliza recibida tuvo que ser ingresado en la UCI de un hospital, además de ir preparando los asuntos para su dimisión, que personal ministerial politico-social no necesitamos.
No hizo lo que dijo que iba a hacer por sus cojones, pero como no los tiene no hizo ná. Primera prueba fuera de discusión.
Segunda prueba. Dio órden el ministro, tambien por sus cojones (¡menos lobos, ministro, menos lobos!) que no le dajaran uno sano de esos equis (digo equis porque no se sabía quienes eran) que habian planeado el cerco pacífico el 25 S del Congreso de los Diputados, y así, el 15-S, y cuidadin cuidadin que el 15 S había miles de personas en Madrid que habían acudido al llamamiento de la Cumbre Social, el tenderete político que montaron UGT y CC.OO, fundamentalmente, para contrarestar y desinflar los posible efectos de la concentración convocada por los equis en los aledaños del Congreso el 25-S.
Y, ¡zaca!, dicho por el ministro y cumplido por los adlateres del ministro, versión polícia al servicio del orden público: portador de pancarta haciendo alusión al 25-S en plena marcha para la concentración del 15.S, portador de pancarta al que se le acercan unos cuanto policias, que el uno le mete la mano por el sobaco, que el otro le da un tente en pie que te tiro; el otro que le pone la rodilla en las espaldas; el otro que permanece al tanto por si sus compañeros necesitaran refuerzos para esposarlo; el otro que le dice al pancartista que yace con el rostro sobre el suelo, que mira que te meto como te cantees, el pancartista que respira como puede, porque claro, si no respira se muere.
Total, pancartista magullado, detenido y acusadode intento de volteo al Estado, y así hasta más de dos docenas de detenidos, porque es que así le pasó por los cojones (si tuviera o tuviese) al ministro del Interior.
Pero ya digo, como no ha tenido cojones el ministro de ni siquiera interpretar la ley para que le salieran las cuentas, a los detenidos con la acusación "ministerial-jorgina-fernandizna" más que policial, el juez les ha tenido que dar suelta y hasta la propia policía ha criticado la actitud político-social del minsitro Jorge Fernández, porque no tiene nada que ver, ni con sus cojones, que ya digo, no los tiene, ni con el Estado de Derecho, que eso sí, lo tendremso cuando lo tengamos.
Aparte cojones o no del ministro, queda por resolver, que tiene que ser resuelta a costa del señor ministro del Interiro Jorge Fernández, la brutal paliza que le dieron unos cuantos policias a un joven de Granada y que como consecuencia de la paliza recibida tuvo que ser ingresado en la UCI de un hospital, además de ir preparando los asuntos para su dimisión, que personal ministerial politico-social no necesitamos.
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