sábado, 21 de abril de 2012

PUBLICADO EN CRONICA DE ARAGON


FE Y MERCADOS, HE AHI EL NO SER O SEGUIR NO SIENDO

A los que formamos parte de la inmensa legión de creyentes de la fe, cuando nos presentemos ante Dios y le digamos: Dios, aquí uno con fe. Lo más seguro es que nos mande al carajo diciéndonos: vosotros no tenéis fe, vosotros sois una panda de simples, ¡apartaos de mi vista antes de que me cabree más!

Pero la gorda se la va liar Dios a esos del mercado financiero que no hacen más que pedirnos confianza para tener fe en nosotros, se la damos, porque es lo nuestro, la fe, y tan pronto se la hemos dado vuelven a la misma cantinela: más confianza y más y más, y mucho más. Y claro así no pueden llegarse al reino de Dios, y si llegan, seguro Dios se las va a liar, ¡menudo es Dios cuando se pone!

¿Pero qué es la fe? Yo de niño, como otros tantos, le respondía al maestro en Motril (Granada), ateniéndome a la literalidad del Catecismo Cristiano de la Iglesia Católica Apostólica Romana, que era como había que contestar:“Don Cecilio, fe es creer lo que no se ve”, respondía yo más chulillo que un ocho. Porque claro, como otros tantos, yo era un zagal de esos que ven menos que un gato de yeso.

Pero, ¡anda, anda,… la que se monta en cuanto llegas a ver un poco!, tampoco mucho, no se vayan a creer, porque cuando llegas a abrir un poco el ojo, sólo un poco, y especialmente el ojo izquierdo, que es el ojo más jodido de abrir que tenemos, lo primero que dices: ¡A la mierda la fe!

Y en esta exclamación se me hace presente nuevamente don Cecilio, diciéndome: “¡Cafre, qué estás diciendo! ¿Qué es la fe?”

“La fe, don Cecilio, es no creer en lo que no se ve”, lo siento mucho, majo.

*++

No hay comentarios: