DEMOCRATA, SI,,,

(Pericles diciendo algo sobre el gobierno de Atenas. No se transcribe la traducción, porque Pericles hablaba en girego y yo griego no sé)

No seré yo el que mantenga que nuestra democracia tiene de democracia lo que una máquina de tren tiene de Hermanita de la Caridad. Más que nada para evitar que alguien se me acerque y me saque los colores diciéndome: “Tú chaval de demócrata nada.”, por sostener semejante concepto de la democracia.
Yo de demócrata todo, oigan. Y de realeza, señores míos, que ya mi bisabuelo era absolutamente partidario de Fernando VII. Y si este monarca fue uno de los más nefastos e inmorales que hayamos mantenido y enriquecido, allá penas, no es mía la culpa.
Lo que pasa es que de la democracia, salvo que la inventó el pichichi histórico del Madrid, un tal Pericles, griego de antes de la crisis creo que era, que tenía un cacho cabeza como un melón de los gordos, nada más sé.
Y es más, cojón de mico pardo que me importa saber más de la democracia. Yo de los fichajes del Florentino, muy amigo mío, y de las veces que mea por segundo el central del Oporto, lo que quieran, pero de eso de la democracia ni sé ni falta que me hace, porque ya les digo, yo democráta de toda la vida.
Que mis representantes (según dicen ellos, que tres leches se me da a mi quienes sean o dejen de ser mis representantes), me reformen el mercado laboral, el sistema financiero o la concentración de cajas de ahorros…, miren que es digo: ¡Una mierda que me importa!, que eso es política y hay mucho barro y mucha gente gorda metida en el ajo y a mi la política no me gusta. Lo mío es la balómpedica, porque ya le digo, yo soy democráta, con mi derechos y todo. Punto.
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