EDITORIAL. A quienes dicen
apoyar al PSOE “para que no gobierne la derecha”
INSURGENTE.ORG
/ 17.11.2023
UNO
De sobra sabemos que el
PP es el partido heredero directo del franquismo y que Vox, aunque de aparición
pública más reciente y con algunos matices, viene a ser más de lo mismo. Pero
esto no significa necesariamente que el PSOE sea un partido de izquierdas, de
hecho no lo es. Y no somos nosotros quienes lo dice, sino su ya larga
trayectoria aplicando mediadas absolutamente reaccionarias.
En estos días, el
esperpento ha llegado a un punto realmente elevado. Ante la ya famosa amnistía
para los represaliados del procés (si a sus dirigentes no les hubiera afectado
no la hubieran exigido; no nos olvidemos de que el Govern ejerció en muchas
ocasiones de acusación particular contra independentistas), la derecha más
cavernícola se ha echado a la calle. Este hecho y todas sus “protestas”
anteriores han propiciado, para muchos ojos (cuyos portadores necesitan acudir
al oftamólogo) un blanqueo para el actual partido gobernante, para el PSOE (UP
no ha sido más que una interesada y sumisa muleta).
A ello han contribuido
las fuerzas políticas que en los últimos años le han apoyado de manera
sistemática (por interés propio, por supuesto, no por mejorar la vida de la
gente, como habitualmente nos dicen). Y, mientras tanto, quien realmente dirige
la “España Grande y Libre” (el gran capital) contento con sus ingentes e
insultantes ganancias, que no dejan de crecer a la vez que decrece aún más la
pésima calidad de vida de millones de personas.
Votar o apoyar al
“menos malo” nunca ha sido una opción para quienes en verdad luchan por un
necesario cambio de sistema. Jugar al menosmalismo es impedir u obstaculizar la
imprescindible organización, llamada a crear el partido comunista que lleve a
cabo la revolución socialista. La socialdemocracia es parte inherente del
capitalismo y, por lo tanto, nunca tendrá voluntad de superar tan dshumanizado
sistema.
DOS
Vamos a exponer algunas
de las deleznables prácticas del PSOE.
Defensor de la
monarquía y la jefatura del Estado, que nunca ha sido fruto de la voluntad
popular expresada en las urnas, sino de Franco, que derrocó a un gobierno
republicano legalmente constituido y sembró de cadáveres las cunetas y
cementerios de todo el estado.
El PSOE fue impulsor de
Reformas Laborales antiobreras y reconversiones industriales que dejaron a
miles de personas desempleadas en los años 80; precursor de Empresas de Trabajo
Temporal (ETT, trabajo basura). Del NO a la OTAN al SÍ a la organización terrorista
más grande y sanguinaria del mundo.
Creó el GAL, grupo de
mercenarios pagados con dinero público (27 asesinatos, secuestros…).
Desapariciones. TORTURAS, incluso con resultados de muerte en comisarías y
cuarteles. Dejó morir a presos políticos en huelga de hambre. Ley Corcuera
(patadas en la puerta). Caso Urralburu y muchos más casos graves de corrupción
(el de los ERE de Andalucía, por ejemplo).
Más Reforma Laboral
antiobrera; políticas neoliberales en detrimento de la clase trabajadora,
siempre a favor del Ibex35, para el que sin duda trabaja. Puertas giratorias.
Inhibición total ante los desahucios, que dejan a miles de familia en la calle
y han provocado gran cantidad de suicidios.
Defensor en su tiempo
de la dispersión; con el partido “socialista” en el gobierno continúan
existiendo presos políticos, a pesar de que ya no existe ninguna organización
armada en activo. Artífice de la Ley de Partidos, creada única y exclusivamente
para ilegalizar a la Izquierda Abertzale (hoy, paradogicamente, puntal de los
gobiernos del PSOE y, por ende, del Estado). El ejercicio de la represión
policial siempre ha sido inherente a ese partido.
Ayudante de Gorbachov,
con Felipe GonzáleX a la cabeza, en el último empuje que derribó a la URSS (con
Cuba intentaron hacer lo mismo y, para eso, enviaron a Carlos Solchaga, pero en
la Isla irredenta le dijeron: ¡TURURÚ!
El PSOE también fue
responsable de la destrucción de Yugoslavia y de la masacre allí cometida
(Javier Solana era en 1999 el máximo exponente de la OTAN). El partido de la
rosa marchita también fue responsable de la destrucción de Libia y otros
pueblos del mundo. ¿Y qué decir del Josep Borrell, el “jardinero” europeo que
también es del PSOE?
Sostenedor (interesado)
de gobiernos corruptos y reaccionarios de América Latina y verdugo de procesos
revolucionarios como el de Cuba y Venezuela. Traidor del pueblo saharaui y
amigo del monárquico y dictatorial gobierno de Marruecos. Sepulturero de
inmigrantes (¿acaso se nos ha olvidado la masacre en la valla de Melilla?).
Defensor del artículo
155 de la Constitución que intervino la autonomía en Catalunya y envió a prácticamente
todo el Govern a la cárcel y al exilio. Acérrimo enemigo del derecho a la
autodeterminación de los pueblos.
Cambió de manera
express el artículo 135 de la Carta Magna “para que el pago de la deuda pública
fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los
presupuestos generales, sin enmienda o modificación posible” (toda una medida
“socialista”, como podrán observar).
Mantienen intacta la
Ley Mordaza, a pesar de que dijeron que la iban a derogar nada más llegar a La
Moncloa. La Reforma Laboral continúa siendo en la práctica la misma que la del
PP. Con la Ley de Vivienda continúan los desahucios, protegen a los
propietarios (grandes y pequeños) y arrojan a la calle, sin alternativa
habitacional a miles de familias.
Atentan contra la
libertad de expresión; sólo respetan la de los fascistas, a quienes en no pocas
ocasiones protegen vulnerando su propia y descafeinada Ley de Memoria
Histórica. A Franco se le sigue rindiendo pleitesía con total impunidad. Por el
contrario, a la militancia revolucionaria se le persigue. El caso de Pablo
Hasél es un ejemplo de ello. Sí, la “democracia plena” española es un paraíso
para el fascismo, también con el PSOE en el gobierno.
El PSOE defendió el
intento de golpe de Estado en Venezuela; reconoció al autoproclamado Juan
Guaidó y protegió a condenados terroristas. A Leopoldo López, por ejemplo, que,
fugado de su arresto domiciliario, fue acogido en la Embajada española y
recibido en Madrid, después, por el propio secretario general del PSOE, Pedro
Sánchez, en la sede de Ferraz. Este individuo fue condenado por su
responsabilidad en el asesinato de 42 personas (algunas de ellas quemadas
vivas) en las guarimbas de 2017.
El PSOE, y su gobierno
de coalición con UP, está absolutamente involucrado en la defensa del gobierno
neonazi de Ucrania que, con Zelenski y sin este, no ha parado de bombardear el
Donbass desde el golpe de Estado de 2014. También el gobierno del PSOE está
involucrado, con su reiterado apoyo al gobierno nazi-sionista de Israel, en el
genocidio de este contra el pueblo de Palestina (más de 11.000 personas han
sido asesinadas en poco más de un mes, entre ellas más de 4.000 niños y niñas).
Con el PSOE, los gastos
militares han crecido considerablemente (para eso sí hay dinero, para restar el
sufrimiento del proletariado ni un céntimo); su seguidismo a la OTAN supone
gastos y más gastos para las armas que se utilizan en la destrucción de no
pocos pueblos del mundo.
Y paramos, porque la
lista es interminable. Mienten, pues, cuando las formaciones políticas que
todos conocemos argumentan que apoyan al PSOE “para que no gobierne la
derecha”. ¿Acaso, con todo lo expuesto, se puede decir sin faltar a la verdad
que el PSOE es un partido de izquierdas?
Nos hablan, también, de
“Estado profundo”, como si el PSOE no perteneciera y fuera un puntal
indispensable del mismo. ¿Se puede crear el GAL sin tener acceso a las
“profundidades del Estado”?
TRES
Los gobiernos del PSOE
(en solitario o acompañado) siempre han sido agentes del gran capital y para
este han trabajado. Con el partido de la rosa o con el PP siempre gobierna el
dinero. En la próxima legislatura también, con el apoyo de la socialdemocracia
de todo el estado, incluida la vasca, la catalana y la gallega.
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