No cuenten con nosotros; comienza
la campaña electoral, el Circo abre sus puertas
La herramienta de la clase dominante se afila: la campaña electoral comienza de cara al 23 de julio, donde los partidos del régimen pujan por ocupar escaños empezando para ello una especie de teatro circense, de ofertas para demandas, de populismo para las buenas gentes que aún creen que las cosas, sus vidas, pueden cambiar en las instituciones, con leyes que, en lo esencial, no tocan las raíces del régimen. Quizás, un ejemplo que refleja el estado de las cosas, el no mentar los problemas esenciales (OTAN, UE, monarquía, reformas laborales contra los trabajadores, la presencia de la Iglesia católica en la enseñanza, la represión de las fuerzas del Estado…), y no se tocan porque hay acuerdos, no hay disidencias entre ellos. Los famosos bloques progres y conservadores son la farsa que necesitan
Lo
que está ocurriendo en Francia, con miles de personas en las calles, les
preocupa porque no lo controlan. Los propios altavoces mediáticos del sistema
se alteran al no ver «interlocutores» políticos afines o casi, quieren llevar
los problemas a las instituciones y sacarlos de las calles donde no pueden
controlarlos. Esta campaña electoral es igual que la anterior y la próxima:
subasta de ofertas para que la gente acuda con la papeleta a confirmar el status
quo. El Senado y el Congreso de los Diputados aparecen como un
dique de contención de las luchas populares, no deberíamos alimentar.
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