Tras el
resultado de las elecciones andaluzas, se hace más necesaria que nunca en la
izquierda la sinceridad del análisis. Si de lo negativo sacamos alguna lección,
entonces merecerá la pena. Si no es así… apaga y vámonos. Ya sabemos el
recorrido.
19 J: Una derrota… ¿y una lección?
El Viejo Topo
23 junio, 2022
Empecemos por
lo obvio: el pasado domingo sufrimos una derrota electoral sin paliativos. En
esto momentos se hace más necesaria que nunca en la Izquierda la sinceridad del
análisis. Así podremos sacar ideas que nos resulten válidas en un futuro
próximo, pero primero debemos reconocer nuestra realidad.
Los datos
indican que nos encontramos en una fase de «agotamiento de
ciclo». Como si jugásemos a la oca hemos caído en una casilla-trampa
que nos ha devuelto al inicio .Y no tiramos porque no nos toca.
Quince año
después los magros resultados de «Por Andalucía» (281.688 votos, 7.77% y 5
diputados) tienen un inquietante parecido con los obtenidos por la Izquierda
Unida de Diego Valderas (317.562 votos, 7’13% y 6 diputados) en 2008.Distancia sideral con los logrados separadamente por Podemos e IU en 2015 (
592.371 15’07%, 15 diputados la primera y 274.518, 6’98% 5 diputados la
segunda) o por Adelante Andalucía en 2018 ( 585.946, 16’45% y 17 diputados).E
incluso muy lejos de los 438.372 votos,11.45% y 12 diputados obtenidos en
solitario por IU en el 2012.
Es verdad que –
aunque no le agrade el planteamiento a mi amigo Pedro porque lo
equipara a «hacerse trampas en el solitario» – si a los datos
de «Por Andalucía» añadiésemos los obtenidos por «Adelante
Andalucía» de Teresa Rodríguez ( 167.970 votos, 4’63% y
2 diputados) el paisaje político, aunque continúe árido es menos desolador
: 449.658, 12’4% y ya no serían los 7 diputados sino unos pocos más a
los que lo mismo había que añadir algún que otro » puñado de arroz» pues
es sabido que la división retrae y la unión en torno a un programa
común que no implique renuncia de identidad puede resultar estimulante.
Pero como diría
mi madre esto es «leche y picón», expresión que en nuestra
tierra sirve para definir a las cosas intrascendentes y sin importancia, en
este caso la «historia -ficción» de lo que pudo haber
sido pero que no fue y por tanto no sirve para nada.
En las pocas
horas transcurridas desde el cierre de las urnas me ha sorprendido ingratamente
comprobar como las intervenciones públicas de algunos dirigentes se han
centrado en buscar un culpable externo a quien responsabilizar de los malos
resultados.
Y me preocupa
la inquina cargada de bilis, el desprecio mostrado por gente a la que tengo
cariño- y tenía por ejemplo de ecuanimidad- cuando se han referido a «Adelante
Andalucía». La han nominado sin pudor candidata a «traidora del año».
Deben entender
que la mejor manera de tender puentes es volándolos y aún no han caído que los
duelos a ver quien dispara primero un «twitter» los carga el diablo. La
inmediatez, el cortoplacismo y pronunciarse » en caliente», nunca han sido
buenos consejeros, menos aún cuando los combinas.
Si la Derecha
ha ganado claramente tendríamos que poner sobre la mesa como prioridad estudiar
el por qué de su éxito. Nos ha vuelto a demostrar como domina el concepto
de «lucha de clases» y disfruta restregarnos hasta que punto es inmune
e impermeable a nuestros argumentos. Ella sí que tiene claro la teoría de
las dos orillas y sabe donde se ubica. Corrupciones, privatizaciones, mala
gestión… ni le afectaron antes ni en un futuro próximo les va a afectar.
Y además domina
como nadie-gracias a su «sagrada alianza» con los medios de difusión ideológica
– el arte de la desmovilización electoral «selectiva». En esta ocasión un
41’6% de los sufragios centrada en sectores populares al menos en teoría
más proclives a nuestros mensajes. Paradójicamente mientras difunde el mensaje
del «no merece la pena, todo está ya hecho, quédate en casa, todos son
iguales…» mima la participación y el voto en sus feudos.
Olvidamos con
demasiada facilidad que «la Derecha» vota masivamente. Basta darse un paseo y
estudiar las actas de participación por barrios. Y no olvidemos que quienes
comulgan con sus ideas en las zonas obreras también acuden al llamado.
Han puesto en
pie una red clientelar en el sentido ideológico que penetra en ambientes
populares de la mano de la Iglesia -a través de la diversificación del
producto, desde la enseñanza concertada a las cofradías, pasando por comuniones
y demás «actos sociales»- y de los componentes y allegados a cuerpos y
fuerzas de seguridad. En ese nicho de votantes compran el discurso del
«patriotismo» y » la religiosidad» antes que el de los problemas sociales que
también les afectan. Puro Steve Bannon rebozado en las dosis
demagógicas de «Hazte Oír».
Por ello antes
de empezar a disparar buscando culpables de nuestra misma cuerda en el ojo
ajeno convendría sacarnos la viga del propio. Sumar intentando reproducir el
cuadro «La riña o Duelo a garrotazos» de Goya no es
una idea brillante.
Y antes de
señalar con el dedo al «otro» podríamos echar un vistazo no exhaustivo a la
trayectoria seguida en el último año por los dirigentes de Unidas
Podemos. Más que una línea política argumentada parece un refrito de
cuentos bíblicos.
Así Samuel-Pablo el
día de su dimisión ungió a Yolanda. Y ésta, con la Feria de
Sevilla como telón de fondo y no el Jordán, otorgó la primogenitura a Inma
/Jacob , en lugar de a Juan Antonio/ Esaú. Y para completar la
astracanada luego llegó el lío de la inscripción en el registro que dejaba
fuera los anagramas de algunas fuerzas y solo se podía arreglar con chapuza de
última hora.
Ya se sabe que
para motivar a nuestro electorado lo mejor es una pelea con luz y taquígrafos
en un entorno hostil.
Olvidamos
fácilmente que no estamos inmunizados ante las fracturas ( el PP puede dejar el
cadáver de su presidente Casado a los buitres y no pasa nada) y por
ello las pagamos con sangre. Cuando sacamos los puñales invitamos
directamente al retraimiento.
De ahí mi
apuesta por dejar las recriminaciones en el cajón y buscar lo que nos una. No
olvidemos que la relación de fuerzas entre » Por Andalucía» y
«Adelante Andalucía» salida de las urnas es de 100 a 59.62.No llega al 2
por 1
Tenemos cuatro
años donde el PP va a aplicar en nuestra tierra su programa de máximos. Ya
veréis lo poco que le dura al presidente Moreno Bonilla su
impostado moderantismo. Y sin oposición porque a los de Vox los va a tener
gratis para cualquier planteamiento asocial o de involución, el PSOE está
noqueado y en la Izquierda transformadora nos queda poca pólvora para tirar
cohetes.
Por ello es
necesario, imprescindible, aglutinar. El 8 de julio, si los hados no lo
impiden, parece que Yolanda Díaz va a realizar la «presentación
en Sociedad» de su proyecto «Sumar».
No conozco a la
política gallega personalmente pero la tengo por persona muy inteligente.
Supongo que tendrá claros sus planteamientos. En la trinchera de enfrente, esa
que aglutina al conservadurismo patrio están preparando la » gran cacería».
Frente a ese
enemigo un proyecto cupular no sirve. Tampoco otro que se sostenga
exclusivamente con un enfoque personalista. Si la militancia y el
activismo social no son la piedra angular y se deja vía libre a los «aparatos»
no avanzará.
El discurso
debe ser claro, articulado en torno a unos puntos que unan. En la Izquierda
necesitamos un discurso propio porque tenemos la mala costumbre de no
envolvernos en la bandera para solucionar los problemas.
Verdades de
Perogrullo pero a veces no está mal dejarlas negro sobre blanco. La «auctoritas»,
ese poder no vinculante, no oficial pero socialmente reconocido no se
compra. Te la dan cuando te la ganas.
Si de lo
negativo del 19J sacamos alguna lección, entonces merecerá la pena. Si lo que pretendemos es otro intento de arriba/abajo, apaga y vámonos.
Ya sabemos el recorrido.
Texto publicado originalmente en el blog del Colectivo Prometeo.
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