Avances rusos y de las
milicias del Donbass: Severodonetsk y Lisichansk a punto de ser cercadas,
numerosas tropas ucranianas se están rindiendo
INSURGENTE.ORG
/ 27 mayo 2022
En las últimas semanas,
los expertos y «analistas» militares invitados a los grandes medios de
comunicación no han dejado de explicarnos el fracaso de la ofensiva rusa en el
Donbass, el cómo las tropas rusas y las milicias populares estaban siendo
derrotadas, e incluso se atrevían a pronosticar próximas contraofensivas
Ucranianas. Los hechos más recientes en el frente de batalla dan una buena
bofetada a ese relato.
Primero
de todo, para entender lo que está ocurriendo en la guerra hay que tener en
cuenta que en el Donbass, el régimen ucraniano tiene situada la mayor
concentración de tropas, además de las más preparadas y los grupos
ultraderechistas más determinados (como el Azov que defendía Mariupol), que
cuentan con armamento suministrado por la OTAN, de todos estos años y de las
enviadas en las últimas semanas. El actual frente de la guerra es una
zona que ha sido altamente fortificada desde 2014, y está llena de
zonas minadas, trincheras, túneles y todo tipo de defensas. De ahí que los
avances de las tropas aliadas (el ejército ruso y las milicias del Donbass)
hayan sido lentos, desde que hace un mes decidieron centrar sus esfuerzos en
liberar las zonas de las repúblicas de Donetsk y Lugansk que aún estaban ocupadas
por las tropas ucranianas.
Pero
pese a los lentos avances en estas semanas, en los últimos días la
ruptura definitiva del frente y de sus lineas defensivas está siendo un hecho,
y se están reportando importantes avances y rendiciones ucranianas. Ha
sido clave en estas semanas la toma de Popasna a primeros de mayo, una ciudad
altamente fortificada cuya toma ha permitido el avance en varias direcciones,
así como los avances desde el norte (desde Izyum y diversas localidades del
oblast de Donetsk) y diversos puntos del este. Importante también ha sido la
rendición final de las tropas que aún quedaban en la acería del Azovstal de
Mariupol: aunque esta ciudad ya fue liberada semanas atrás, su final ha sido un
golpe moral y mediático muy duro para Ucrania y sus aliados accidentales. Y por
supuesto, ha sido y es esencial la guerra de desgaste a la que han estado
sometiendo al frente en todo este tiempo, con un fuego incesante de artillería
que ahora empieza a dar resultados.
Por el frente norte, la
ciudad fortificada de Liman acaba de ser liberada, las tropas ucranianas se han
rendido o han huido en su mayoría. Al este, los avances desde Popasna han
permitido liberar numerosas localidades (algunas de ellas importantes como
Svertlodarsk), acercarse a la importante ciudad de Artemovsk y cortar la
principal carretera que une a Lisichansk y Severodonetsk con el resto de las
zonas controladas por los ucranianos. También al este pero más al sur, la
ciudad fortificada de Avdeevka está siendo rodeada y su caída puede significar
otra ruptura importantísima del frente, que traerá nuevos avances. En todas
estas zonas, varias localidades están siendo liberadas cada día.
El cerco de las ciudades de Lisichansk y Severodonetsk está prácticamente cerrado, y los combates ya han comenzado en algunos barrios de las afueras de la segunda. Estas ciudades vecinas constituyen la última franja de la República de Lugansk que aún está en manos ucranianas, y pueden convertirse dentro de unos días en las nuevas Mariupol: miles de tropas enemigas serán cercadas y no les quedará otra que rendirse o ser derrotadas. De la República Popular de Donetsk aún queda bastante territorio en manos del gobierno de Zelenski, y hacia aquí se darán los siguientes pasos de confirmarse los actuales avances y cercos. Las ciudades de Kramatorsk y Slaviansk serán los principales objetivos.
Los
acontecimientos de los últimos días están siendo un revés contra los intereses
de la OTAN, y está por ver los efectos que tendrán dentro del estado ucraniano.
En las últimas semanas se han avivado las diferencias entre una dirección
política totalmente alineada con los intereses occidentales y la agenda de los
EEUU, y las tropas ucranianas que viven la realidad del frente. Los mandos
militares han realizado numerosas peticiones de retirada de las zonas
en que sus tropas están siendo rodeadas, para que no acaben como en
Mariupol, pero estas siempre han sido negadas por Zelenski y los suyos. Las
críticas y acusaciones cruzadas se han producido casi a diario.
La
propaganda de guerra ucraniana ha venido engañando a la sociedad con victorias
inexistentes, contraataques desastrosos o evacuaciones inverosímiles. Es
insostenible en el tiempo prometer una pronta victoria mientras se ocultan las
grandes pérdidas humanas y sobre el terreno que está habiendo. En el día de
ayer, Oleksiy Arestovich, uno de los principales asesores del
presidente ucraniano, confirmaba con unas declaraciones que la
situación en el frente oriental es crítica, que la sociedad está cansada de
la guerra y los militares están agotados:
“No
nos encontramos en una situación agradable. Hemos perdido ante las fuerzas
rusas en términos de ritmo, lo están haciendo muy rápido, utilizando todas sus
fuerzas. No podemos mantener el ritmo y la situación en el frente es
extremadamente difícil. […] Nuestra sociedad está fuertemente dividida por el
cansancio de la guerra, la gente ha comenzado a hacerse preguntas. La situación
empeorará aún más si cae Severodonetsk y se produce el cerco de nuestra
agrupación. Pueden producirse cercos, abandono de asentamientos y grandes
pérdidas humanas. Nos espera un mes de depresión, en ocasiones incluso de pánico.
Las acusaciones mutuas continuarán y algunas fuerzas intentarán aprovecharlas
políticamente”.
El fin de la guerra podría estar hoy un poco más
cerca, aunque esto no entre dentro de los planes occidentales. La OTAN y los
EEUU continúan enviando armas y avivando el conflicto, con el fin de
prolongar la guerra, desangrar a Rusia e intentar sostener una hegemonía
mundial que necesita de la sangre y las armas para seguir existiendo.
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