miércoles, 29 de abril de 2020

¡Ave, Césa! Que los que saldremos del confinamiento ni te saludan ni dejan de saludarte ni esto ni lo otro, que no estamos ahora para tontadas. Escucha que te digo, ¡oh, César!, que como yo andaba despistado con la cabeza debajo del sobaco y no sabía lo que hacía, perdóname hombre, perdóname (perdóname es otra canción del Dúo Dinámico, como la de Resistiré), pues que te he estado dando el oro y el moro en la creencia de que lo mío no era tal sino tuyo, ya sabes, cosas que pasan cuando uno cree que liderin nº 1 era el que tenía que pensar por mí y en consecuencoa yo tenía que trabajar para ti, ¡oh, César!, para liderin nº 1 que era mi sustituyente en el pensar (no mi representante, no confundamos el hambre con las ganas de comer) y para mi. ¡Ea!, que san se acabó, y que le vayas devolviendo ( de dar nada, majo. Devolver) al pueblo lo que es del pueblo. Y, comportate, que yo tampoco quiero incomodarte ni enmarranar la cosa



Exigen reorientación urgente de gastos militares a inversión sanitaria y la anulación de las nuevas compras de armamento del Estado español

KAOSENLARED
Abr 29, 2020
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El Centre Delàs y el International Peace Bureau exigen una reorientación urgente de los gastos militares a inversión sanitaria y la anulación de las nuevas compras de armamento para destinar los 13.000 millones de € a hacer frente a la crisis del COVID-19
  • El gasto militar mundial alcanzó en 2019 los 1,92 billones de dólares, una cifra que crece por cuarto año consecutivo y que registra el mayor aumento en la última década.
  • En el caso del Estado español el Centre Delàs d’Estudis per la Pau calcula que son 20.050 millones de € de gasto militar en 2019, el equivalente a 55 millones diarios.
  • España ha comprometido desde el año 1997 solo en nuevo armamento más 42.000 millones. Con el presupuesto dedicado a los aviones Eurofighter EF-2000 y A-400M se podrían mantener 25 hospitales y 27.720 camas de hospital por un año.
Barcelona, 27 de abril de 2020. El Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) ha publicado hoy 27 de abril nuevos datos sobre el gasto militar global correspondientes al año 2019, una cifra que crece por cuarto año consecutivo hasta alcanzar los 1,92 billones de dólares, 95 mil millones más que el año anterior. Este aumento ha pasado de un 2,6% a un 3,6% en términos reales, representando el mayor aumento en los últimos años. La militarización, por tanto, se está acelerando de manera alarmante en un momento de grave emergencia sanitaria, social y climática.

En el marco del Día Global de Acción sobre el Gasto Militar (GDAMS por sus siglas en inglés), la reconocida organización internacional de paz Internacional Peace Bureau (IPB), junto al Centre Delàs d’Estudis por la Pau -que acoge la oficina del IPB en Barcelona-, han organizado una rueda de prensa para valorar los nuevos datos de gasto militar y pedir una reorientación del gasto militar de España a dotar de recursos y medios para hacer frente a la actual crisis causada por el Covid-19.

Este crecimiento de los presupuestos militares y el aumento sostenido de las transferencias de armas dan impulso a una ya consolidada carrera armamentista que solo beneficia a unos pocos. Nos muestra cómo de efectiva ha sido la presión de organizaciones militares como la OTAN (cuyos estados miembro suman 1,03 billones de dólares, el 54% del gasto militar mundial) al demandar fuertes incrementos en los presupuestos militares. El fruto de esas presiones es reconocible especialmente en países con una industria militar fuerte (en Europa, Norteamérica, Asia y Oceanía). Cabe destacar por otra parte que los 5 países que más gastan (EE.UU., China, India, Rusia y Arabia Saudí) acumulan casi dos tercios del gasto militar mundial. Oriente Medio podría estar dando muestras de agotamiento en su dedicación al gasto militar como resultado de casi dos décadas concatenando conflictos armados, lo que prueba cómo la militarización está exclusivamente produciendo nuevas amenazas, tensiones e inseguridad para la población de la región y de todo el mundo.

España, con un gasto militar de 17.200 millones de euros en 2019 según los datos del SIPRI, baja una posición en el ránking hasta el puesto 17, pese a experimentar un crecimiento de un 0,9% respecto al año anterior. “Según los cálculos del Centre Delàs -que incluyen partidas incluidas en los presupuestos de otros ministerios- la cifra es aún superior y alcanza los 20.050 millones de euros, el equivalente a 55 millones de euros diarios. Imaginemos si hubiésemos invertido esta suma a fortalecer la sanidad pública”, ha alertado Pere Ortega, presidente del Centre Delàs y experto en gasto militar. En este análisis merecen una atención especial los 7 Programas Especiales de Armamento (PEA) que el ejecutivo socialista ha aprobado desde el segundo semestre de 2018, que superan los 13 mil millones de euros y que contemplan un nuevo techo de gasto para los programas del avión de combate Eurofighter, el submarino S-80 y para la adquisición de 5 fragatas F-110, 348 vehículos de combate sobre ruedas (VCR) y 23 helicópteros NH-90. Estas partidas para nuevas compras y para mejoras de modelos adquiridos anteriormente pero ya obsoletos, sitúan el coste total de los PEA por encima de los 42 mil millones de euros desde que se iniciaron en 1997. La infografía elaborada por el Centre Delàs establece una comparativa con los costes de personal y equipamiento sanitarios necesarios para hacer frente a la emergencia del COVID-19, calculando, por ejemplo, que con el dinero dedicado a los aviones Eurofighter y A-400M se podrían mantener 25 hospitales y 27.720 camas por un año. Teniendo en cuenta que el sistema de salud español sufrió unos recortes estimados de entre 15 mil y 21 mil millones entre 2009 y 2018, el Centre Delàs y la campaña del IPB reclaman la cancelación de los programas especiales de armamento aprobados por el actual ejecutivo y de todos aquellos que faltan por pagar y ejecutar.

El Centre Delàs ha querido también, en el marco de la campaña, poner el foco en la actual respuesta militarizada a la presente crisis sanitaria en el Estado español y el coste de oportunidad que esta supone. “IFEMA se hubiese podido gestionar con cuerpos civiles, que esté la UME o el ejército parece un derroche de recursos. Para luchar contra un virus no necesitamos gente armada necesitamos sistemas sanitarios fortalecidos”, ha apuntado en rueda de prensa Mar Gimena, médica del Servicio Madrileño de Salud y voluntaria en el hospital de campaña de IFEMA. Por otro lado, Ina Robles, bombero y activista de Greenpeace España que fue expedientado por negarse a supervisar un cargamento de armas en el puerto de Bilbao, ha añadido: “Las labores que está llevando a cabo el ejército durante esta pandemia no son labores militares, se podrían hacer con personal civil de una manera más eficiente. La gente adecuada para hacer estas labores y las empresas que cuentan con los recursos necesarios están en su casa”.

“Las cifras para el 2019 muestran un sólido crecimiento del gasto militar mundial que plantea importantes riesgos para la paz y seguridad globales y supone al mismo tiempo una gran desviación de recursos públicos que son fundamentales para hacer frente a la crisis del coronavirus”, ha destacado Jordi Calvo, vicepresidente del IPB y coordinador del Centre Delàs. “Es el momento de acometer drásticas reducciones del gasto militar para financiar políticas que confronten las verdaderas amenazas globales a nuestra seguridad”.

Esta rueda de prensa es una de las 8 organizadas el 27 de abril en el marco de los GDAMS, junto con Seúl, Berlín, Roma, Washington D.C., Buenos Aires, Rosario y Montevideo. La campaña quiere este año poner énfasis en la necesidad de redirigir el gasto militar a los sectores que proveen seguridad humana, especialmente la sanidad.

  • El gasto militar mundial alcanzó en 2019 los 1,92 billones de dólares, una cifra que crece por cuarto año consecutivo y que registra el mayor aumento en la última década.
  • En el caso del Estado español el Centre Delàs d’Estudis per la Pau calcula que son 20.050 millones de € de gasto militar en 2019, el equivalente a 55 millones diarios. 
  • Espanya ha compromès des de l’any 1997 només en nous armaments més 42.000 milions. Amb el pressupost dedicat als avions Eurofighter EF-2000 i A-400M es podrien mantenir 25 hospitals i 27.720 llits d’hospital per un any.
Barcelona, ​​27 d’abril de 2020. El Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI) ha publicat avui 27 d’abril noves dades sobre la despesa militar global corresponents a l’any 2019, una xifra que creix per quart any consecutiu fins a arribar als 1,92 bilions de dòlars, 95 mil milions més que l’any anterior. Aquest augment ha passat d’un 2,6% a un 3,6% en termes reals, representant l’augment més elevat en els últims anys. La militarització, per tant, s’està accelerant de manera alarmant en un moment de greu emergència sanitària, social i climàtica.

En el marc del Dia Global d’Acció sobre la Despesa Militar (GDAMS per les sigles en anglès), la reconeguda organització internacional de pau Internacional Peace Bureau (IPB), juntament amb el Centre Delàs d’Estudis por la Pau -que acull l’oficina de l’IPB a Barcelona-, han organitzat una roda de premsa per valorar les noves dades de despesa militar i demanar una reorientació de la despesa militar d’Espanya a dotar de recursos i mitjans per fer front a l’actual crisi causada pel Covid-19.

Aquest creixement dels pressupostos militars i l’augment sostingut de les transferències d’armes donen impuls a una ja consolidada carrera armamentística que només beneficia uns pocs. Ens mostra com d’efectiva ha estat la pressió d’organitzacions militars com l’OTAN (els estats membre sumen 1,03 bilions de dòlars, el 54% de la despesa militar mundial) en demandar forts increments en els pressupostos militars. El fruit d’aquestes pressions és reconeixible especialment en països amb una indústria militar forta (a Europa, Amèrica del Nord, Àsia i Oceania). Cal destacar d’altra banda que els 5 països que més gasten (EUA, Xina, Índia, Rússia i Aràbia Saudita) acumulen gairebé dos terços de la despesa militar mundial. Orient Mitjà podria estar donant mostres d’esgotament en la seva dedicació a la despesa militar com a resultat de gairebé dues dècades concatenant conflictes armats, el que prova com la militarització està exclusivament produint noves amenaces, tensions i inseguretat per a la població de la regió i de tot el món.

Espanya, amb una despesa militar de 17.200 milions d’euros el 2019 segons les dades del SIPRI, baixa una posició en el rànquing fins al lloc 17, malgrat experimentar un creixement d’un 0,9% respecte a l’any anterior. «Segons els càlculs del Centre Delàs -que inclouen partides incloses en els pressupostos d’altres ministerios- la xifra és encara superior i arriba als 20.050 milions d’euros, l’equivalent a 55 milions d’euros diaris. Imaginem si haguéssim invertit aquesta suma a enfortir la sanitat pública», ha alertat Pere Ortega, president del Centre Delàs i expert en despesa militar. En aquesta anàlisi mereixen una atenció especial els 7 Programes Especials d’Armament (PEA) que l’executiu socialista ha aprovat des del segon semestre de 2018, que superen els 13 mil milions d’euros i que contemplen un nou sostre de despesa per als programes de l’avió de combat Eurofighter, el submarí S-80 i per a l’adquisició de 5 fragates F-110, 348 vehicles de combat sobre rodes (VCR) i 23 helicòpters NH-90. Aquestes partides per a noves compres i per a millores de models adquirits anteriorment però ja obsolets, situen el cost total dels PEA per sobre dels 42 mil milions d’euros des que es van iniciar el 1997. La infografia elaborada pel Centre Delàs estableix una comparativa amb els costos de personal i equipament sanitaris necessaris per fer front a l’emergència de l’COVID-19, calculant, per exemple, que amb els diners dedicats als avions Eurofighter i A-400M es podrien mantenir 25 hospitals i 27.720 llits per un any. Tenint en compte que el sistema de salut espanyol va patir unes retallades estimades entre 15 mil i 21 mil milions entre 2009 i 2018, el Centre Delàs i la campanya de l’IPB reclamen la cancel·lació dels programes especials d’armament aprovats per l’actual executiu i de tots aquells que falten per pagar i executar.

El Centre Delàs ha volgut també, en el marc de la campanya, posar el focus en l’actual resposta militaritzada a la present crisi sanitària a l’Estat espanyol i el cost d’oportunitat que aquesta suposa. «IFEMA s’hagués pogut gestionar amb cossos civils, que estigui la UME o l’exèrcit sembla un malbaratament de recursos. Per lluitar contra un virus no necessitem gent armada necessitem sistemes sanitaris enfortits», ha apuntat en roda de premsa Mar Gimena, metgessa del Servicio Madrileño de Salud i voluntària a l’hospital de campanya d’IFEMA. D’altra banda, Ina Robles, bomber i activista de Greenpeace Espanya que va ser expedientat per negar-se a supervisar un carregament d’armes al port de Bilbao, ha afegit: «Les tasques que està duent a terme l’exèrcit durant aquesta pandèmia no són tasques militars , es podrien fer amb personal civil d’una manera més eficient. La gent adequada per fer aquestes tasques i les empreses que compten amb els recursos necessaris són a casa».

«Les xifres de 2019 mostren un sòlid creixement de la despesa militar mundial que planteja importants riscos per a la pau i seguretat globals i suposa a el mateix temps una gran desviació de recursos públics que són fonamentals per fer front a la crisi del coronavirus», ha destacat Jordi Calvo, vicepresident de l’IPB i coordinador de el Centre Delàs. «És el moment d’escometre dràstiques reduccions de la despesa militar per finançar polítiques que confrontin les veritables amenaces globals a la nostra seguretat».

Aquesta roda de premsa és una de les 8 organitzades el 27 d’abril en el marc dels GDAMS, juntament amb Seül, Berlín, Roma, Washington D.C., Buenos Aires, Rosario i Montevideo. La campanya vol aquest any posar èmfasi en la necessitat de redirigir la despesa militar als sectors que proveeixen seguretat humana, especialment la sanitat.

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