“Greenpeace
aplaude que la emergencia climática sea prioritaria y transversal”, y yo
aplaudo a Greenpeace, y un amigo mío me aplaude a mí, y a otro que conozco
aplaude a este que yo conozco, o sea, que nos aplaudimos todos, así que estamos
todos en un sin vivir de aplausos. Que sepamos o no a quién o quienes dirigimos
los aplausos y por qué ya es otra cosa.
Yo sé desde
niño, desde muchos años antes que el Dios de la ecológica, porque este Dios, lo
mismo que el del resto de Dioses, es invento de algún listillo o lince de las
finanzas, que los papeles no se pueden tirar al suelo, porque las calles, un
bien público, tienen que estar limpias; sé también que no se puede hacer ruido
porque se molesta a otras personas, sé también que el pan no se puede tirar
porque hay gente que no puede comerlo, ni derrochar el agua, porque también hay
gente que no puede beber. Se incluso que al entrar a una casa hay que saludar y
que a las personas hay que respetarlas; que no se puede, es decir, que no se
debe, porque poder se puede, ser crueles con los animales, etc. Vamos que yo sé
unas cuantas cosas para no molestar y hacer agradable, dentro de las
posibilidades de cada cual, la existencia de los demás. Y lo reconozco, que se
me hace muy raro haber escrito todo esto sin pronunciar ni una sola vez el
sagrado nombre del Dios o la Diosa Ecología.
De la Santísima
Trinidad lo sé todo, porque como no hay nada que saber ni se sabe quién es El
Padre; quién es El Hijo y quién el Espíritu Santo, pues chupi, ya está todo
dicho y, sabido.
Sé también
lo de la transversalidad de la ecología (todos somos responsables de la
destrucción de la naturaleza) y no porque lo diga Greenpeace, las organizaciones
no gubernamentales Juanita y Santiaguito y los políticos progres que están al
quite de todo, sino porque me lo dice mi gato que está en todo: Manolo –me dice
mi gato- tú eres tan transversal como la Coca Cola, y en consecuencia eres tan
responsable como ella de que a las ballenas se les llene el buche de plástico y
se mueran.
Si a la
Ecología le quitamos las cáscaras que alguien le ha puesto para sacralizarla y
convertirla en la Santísima Trinidad de andar por casa para el engañamiento y alienamiento social
moderno por parte de las clases dominantes (que son las mismas que a través del
Pacto de Toledo nos quieren quitar las pensiones) haciendo o contribuyendo aún
más a la pérdida de conciencia personal, económica, política e ideológica del
ser humano (el fin de las religiones es ese, engañar, alienar, inhibir al ser
humano de su propia responsabilidad), haciendo de él un ser acrítico o
indigente intelectual y chabacano social, impulsado a buscar una telaraña
intelectual que llevarse al cerebro que le ponga en el camino de obtener la facilidad
verde con pintas blancas, vemos que la cosa cambia, que no tiene nada de
misterioso y que, por ende, tal y como nos la dan masticada no puede ser más
que otro instrumento para mantenernos en la ignorancia, porque cuando son los
políticos y las instituciones que manejan para engañarnos y poder robarnos
tranquila y legalmente, los que de
cuando en cuando nos echan el pienso ideológico de la Ecología, metiéndonosla
por los ojos como la piedra filosofal que resolverá todos nuestros problemas,
es que, cuando menos, mi cuate, ahí hay tomate.
¿No es más
facilito como a, b y c de toda ecología que el individuo disponga de los medios
necesarios para vivir a la altura y posibilidades materiales de los tiempo que
corren?, que ya se preocupará él de no destruir el medio en el que vive.
* * *
Es necesario un compromiso mayor para dar respuesta a
la emergencia climática
TERCERA INFRMACIÓN
21/01/2020
- El Consejo de Ministras y Ministros aprueba la declaración de Emergencia Climática. Anuncia una serie de medidas para los próximos 100 días, muchas de ellas pendientes desde la legislatura anterior.
- Para Ecologistas en Acción reconocer la crisis climática supone un paso adelante, pero es necesario alcanzar medidas suficientemente ambiciosas para pasar de las palabras a los hechos e intentar mantener el incremento de la temperatura global en 1,5 ºC.
- Seguir manteniendo el actual compromiso de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en 2030, frente a la reducción del 55 % de GEI respecto a los niveles de 1990 propuesta en el Parlamento Europeo, supone una posición insuficiente a nivel científico, más aún en un territorio como el del Estado español, especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático.
El nuevo gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos
aprueba en el Consejo de Ministras y Ministros una declaración de emergencia
climática, en la línea de lo sucedido en otras instituciones como el Parlamento
y la Comisión Europea o en numerosos municipios y comunidades del Estado
español. Una declaración por ahora más simbólica que real, pero que viene a
reconocer el momento de emergencia social y ambiental actual, el escaso tiempo
de actuación restante y las enormes consecuencias que tendrán que afrontarse
como consecuencia de la continua quema de combustibles fósiles.
Estas consecuencias ya se están sufriendo, tal y como
manifestó la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), que cifra los efectos del
cambio climático en la prolongación de cinco semanas del periodo de verano, la
duplicación de las noches tropicales y la reducción de los recursos hídricos
disponibles. La constatación de una metereología cada vez más extrema está
suponiendo numerosos problemas y pérdidas para una gran cantidad de municipios.
El Consejo de Ministras y Ministros anuncia en esta
declaración institucional la adopción de una serie de medidas durante los 100
primeros días de gobierno. Muchas de ellas, que deberían tener efectos
positivos en la lucha climática, no corresponden a trabajos nuevos sino a la
finalización de importantes piezas legislativas que quedaron pendientes de
aprobación en la pasada legislatura. Entre ellas, la estrategia a largo plazo,
el marco para la transición justa, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética
o la finalización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) eran
compromisos adquiridos ante Unión Europea o Naciones Unidas. Unos compromisos a
los que se llega tarde. El propio reglamento de gobernanza europeo obligaba a
los países a presentar no más tarde de 31 de diciembre de 2019 el texto
definitivo. Tampoco se ha realizado aún la evaluación ambiental estratégica de
esta importante pieza climática.
El anuncio de la creación de una Asamblea Ciudadana
del Cambio Climático, emulando el modelo desarrollado en Francia, puede ser una
de las vías de articulación de esta participación, aunque aún no se dispone de
información concreta de las competencias de esta asamblea, ni se conoce si sus
decisiones serán vinculantes.
La ministra Teresa Ribera señala la necesidad de
abordar esta emergencia climática por tres razones que Ecologistas en Acción
comparte: justicia climática, futuro y responsabilidad. Sin embargo persiste
una enorme brecha entre lo que se debe hacer según la ciencia y los compromisos
propuestos, como Ecologistas en Acción puso de manifiesto
ante el primer borrador del PNIEC. Una realidad global resultado de que en
territorios como el español las propuestas políticas presentadas hasta el
momento se quedan lejos de las reducciones necesarias y repiten varios errores
que impedirán limitar el aumento de la temperatura global muy por debajo de 2
ºC.
Por otro lado, la declaración de emergencia choca en
ocasiones con la falta de medidas a nivel nacional, que deja a las entidades
regionales y locales la responsabilidad de la reducción de las emisiones. Esto
es problemático ya que, como se ha comprobado en ayuntamientos como el de
Madrid, muchas veces se camina en la dirección opuesta. Asimismo apuestas como
la continua masificación del turismo, en la que la ausencia de regulación de
los cruceros y los pisos turísticos o el incremento de las infraestructuras
altamente impactantes son motor de un crecimiento insostenible con graves
consecuencias, una reflexión necesaria en las fechas en las que se está celebrando FITUR.
El reconocimiento de la
crisis ecológica es un paso de concienciación y de responsabilidad importante,
y Ecologistas en Acción le da la bienvenida. Pero tiene que cristalizar en cambios
en el sistema productivo para frenar suficientemente el cambio climático. En
este sentido, la organización ecologista remarca que una transformación del
sistema no es una reformulación del mismo esquema productivista que ha llevado
hasta la ruptura de los límites planetarios. La reducción del consumo es una
realidad física ineludible. Cuanto más se tarde en dar una respuesta viable,
mayores serán los problemas a afrontar durante los próximos años.
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