jueves, 5 de diciembre de 2019

RELATO DE MIL CARACTERES DE UNA SERIE DE 1.000 RELATOS


AUNQUE SEA SIN PAN MADRE


(A mi primo Antonio de Isla Mayor)



En Usagre Dios mandaba más hijos que panes a casa de Manuel y Felipa. Parió Felipa catorce, de los cuales seis fueron llamados por Dios tempranamente,  viviéndoles ocho: María, Lorenza, Antonio, Manuel, José, Angelita, Valentina y Joaquín, de entre los cuales Dios llamó prematuramente a Lorenza, y Manuel se perdió en la guerra,  mientras los panes entraban por lo general de medios en medios en vez de enteros,  porque las más de las veces no alcanzaba para un pan entero,  a pesar de tener la panadería de Amaro pared de por medio en la calle Llerena.


A  Joaquín C., hijo de Manuel y Felipa, no puede decirse que le gustara el pan, cuya escasez ha quedado reseñada, sino que, así como otros niños contaban ovejitas para dormir, Joaquín C. contaba los panes que pasaban de una cesta a otra y así, viendo volar los panes de una cesta a otra  apaciguaba los arañazos estomacales.


-         - Madre,  ¿de comer qué hay hoy?

-         - Hoy, sopa.

-         - Madre, pues los cachitos de pan de la sopa que me toquen me los da  en la mano aparte.

-         - Y de cenar madre, ¿qué hay?

-         - Nada. Padre no pudo trabajar.

-         - ¡Pues yo quiero una tostada madre!

-         - ¡Chacho, chacho…! Hijo mío, te estoy diciendo que no hay pan …

-        -  Es igual, hágame  una tostada aunque sea sin pan madre.



* * *

Manuel Sogas Cotano/Zaragoza, Diciembre 2012

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