China – Estados Unidos: de la guerra comercial a la guerra tecnológica.
Desde 2017 China ocupa el segundo lugar en número de
registros de patentes a nivel mundial adelantando en ese puesto a Japón y
sólo por detrás de Estados Unidos, siendo Huawei la que ocupa ese
puesto a nivel de empresas. Con un crecimiento en registro de patentes
de 13,4 en 2017 y 9,1 en 2018 es muy probable que el gigante asiático
pueda alcanzar el primer puesto en un par de años.
Uno de los principales ejes de actuación en la guerra comercial
chino-norteamericana, está siendo el sector de las tecnologías y la
información donde la preocupación se ha extendido a otros gobiernos de
los “Five Eyes”- Australia, Estados Unidos, Canadá, Nueva Zelanda y
Reino Unido- en la futura implementación de la tecnología 5G.
Siendo los semiconductores la piedra angular sobre el que se apoya la
tecnología de la era de información, China se ha marcado dentro del
ambicioso objetivo “Made in China 2025” una producción que alcance 305
billones de dólares que supondría un 80 por ciento de la demanda
doméstica. En 2019, China depende de la importación de una gran cantidad
de semiconductores y el gobierno del país está dispuesto a revertir la
situación.
Los semiconductores se usan en aplicaciones electrónicas, en especial
para la fabricación de componentes como transistores, diodos y
circuitos integrados. También son usados como accesorios o complementos
de sensores ópticos, como láseres de estado sólido, y algunos
dispositivos de potencia para sistemas de transmisión de energía
eléctrica. En la actualidad, este tipo de elementos está siendo empleado
para desarrollos tecnológicos en los ámbitos de las telecomunicaciones,
sistemas de control y procesamiento de señales, tanto en aplicaciones
domésticas como industriales.
En el verano del 2018, el gobierno de Estados Unidos presentó una
nueva ley de Defensa, que incrementaba el presupuesto destinado a
seguridad hasta la cifra récord de 715.000 millones de dólares (unos
635.000 millones de euros) aumentando los poderes del gobierno y del
Congreso para revisar y bloquear cualquier tipo de inversión extranjera en su economía bajo el argumento de la amenaza a la seguridad nacional.
Aunque la ley no menciona a ningún país en concreto, los expertos
coinciden en que el destinatario de semejante reforma no es otro que
China.
Esa es, en realidad, la verdadera guerra que oculta la guerra
comercial que libran estos dos gigantes. En juego están el dominio
tecnológico del futuro y el control de la alta velocidad que viene: el
5G. Esta tecnología que tiene como potencial año de lanzamiento el 2020
tiene en su campo de actuación cuestiones tan futuristas pero reales
como vehículos que se conducen solos, la realidad virtual, las ciudades
inteligentes y los robots que trabajen en red.
El número de usuarios de las redes 5G en China alcanzará los 460
millones en el 2025, superando el número de usuarios de Europa y América
del Norte en conjunto lo que convertirá al país asiático en el mayor
mercado para esta nueva tecnología, según el informe de la Asociación de
operadores móviles GSM. Se espera que el monto de las inversiones en el
desarrollo de las redes 5G alcance en el 2019 y 2020 unos 58.000
millones de dólares y en ese periodo.
Las dos principales potencias económicas del mundo, Estados Unidos y
China, han evolucionado su guerra comercial para convertirla en una
guerra que también es tecnológica.
https://economy.blogs.ie.edu/archives/category/economia-global/
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