Recambio en el poder: Sánchez,
nuevo presidente
Por Kaos. Estado Español
01.06.2018
Creemos que solo la organización y la
movilización sostenidas de la clase trabajadora y de los sectores sociales
populares (del sindicalismo alternativo, de las marchas y mareas por pensiones
públicas dignas, derechos sociales como la sanidad, la educación o la
vivienda, por la igualdad y contra la violencia machista…) abren perspectivas
de un verdadero cambio.
Pedro Sánchez ha conseguido sacar adelante
la moción de censura que le permite ser presidente en sustitución de M. Rajoy,
el corrupto presidente del PP. En la votación Sánchez ha obtenido 180
votos de los diputados del propio PSOE, Unidos Podemos, PNV, PDeCAT, ERC,
Nueva Canarias y EH Bildu, frente a los 169 contrarios de PP, Ciudadanos, Foro
Asturias y UPN, y la abstención de Coalición Canaria.
Es una excelente noticia que el PP –el
partido heredero y continuador del franquismo, campeón de la represión y
corrupto hasta el tuétano, instrumento del capital y enemigo declarado de la
clase trabajadora y de los sectores populares- haya caído. Es una enorme
satisfacción para quienes nos oponemos al régimen monárquico y confesamos
nuestro anticapitalismo sin complejos
Sin embargo, nos parece que conviene no
olvidar que:
-El nuevo presidente y su gobierno son
de un partido que se declara defensor incondicional de una constitución que
consagra el régimen monárquico y la unidad forzada del reino de España
impuestas por Franco, avalando el golpe de estado institucional del 155 y la
represión, tanto del del pueblo catalán como del activismo social y político
(ley antiterrorista, los GAL, régimen FIES…). Compitiendo en ultraespañolismo
monárquico con PP y Cs incluso ha pedido el endurecimiento del código penal.
-El PSOE es un partido de larga
tradición neoliberal, como viene demostrando ininterrumpidamente desde los
gobiernos de Felipe González. Propuso y se puso de acuerdo con el PP en la
reforma de la constitución para adaptarla a las exigencias del gran capital
europeo, poniendo como prioridad el pago de la infame deuda por encima de las
necesidades sociales.
-El PSOE es un pilar indiscutible del
régimen de dominación del capital y Sánchez se ha reafirmado en ello:
aplicación de los presupuestos neoliberales y antisociales de Rajoy – Rivera –
PNV (a cambio del apoyo del partido de la burguesía vasca), reafirmación de la
política de unidad de España a ultranza…
-El PSOE también es un partido corrupto
hasta la médula. En la larga lista de casos en que se ha visto envuelto en las
últimas décadas, baste recordar entre los más notables los fraudes
multimillonarios y clientelares del caso de los EREs y Formación en Andalucía.
Sorprende que Unidos Podemos haya
apoyado sin condiciones la moción de censura. Mientras el PNV, por ejemplo, se
ha asegurado la partida de inversión comprometida en los presupuestos, Unidos
Podemos –que incluso se ha ofrecido a formar parte de un gobierno de coalición
siguiendo el ejemplo de Castilla La Mancha– ni siquiera ha exigido compromisos
como las derogaciones de las reformas laborales o de pensiones, de la ‘ley
mordaza’ o de la LOMCE, a las cuales se había comprometido el propio PSOE antes
de apoyar la formación del gobierno de Rajoy con su abstención hace dos años, o
la reversión de los recortes sociales (sanidad, educación, prestaciones de
desempleo…) y mucho menos ha planteado la necesidad de un proceso constituyente
que remueva al régimen del 78 y abra perspectivas de un cambio real,
republicano y popular. En esas condiciones cualquier pretensión de Unidos
Podemos de aparecer como una fuerza alternativa y transformadora –que ni
siquiera es el caso– carece de credibilidad y acaba legitimando a un partido
que lleva décadas siendo una herramienta de los poderes económicos y políticos
contra la mayoría social.
Desgraciadamente la caída del gobierno
Rajoy no se ha producido por la acción directa de la movilización social.
Estamos convencidos de que en los estrechos límites del parlamentarismo no hay
alternativa anticapitalista posible. Por el contrario, pensamos que solo a
partir de la organización y la movilización sostenidas de la clase trabajadora
y de los sectores sociales populares (del sindicalismo alternativo, de las
marchas y mareas por pensiones públicas dignas, por derechos sociales como la
sanidad, la educación o la vivienda, contra la represión y por los
derechos democráticos de los pueblos del Estado, por la igualdad y contra la
violencia machista…) se abren perspectivas reales de un verdadero cambio.
Esperemos que la caída del gobierno Rajoy, profundamente desgastado por sus
políticas sociales y corroído por la corrupción, estimule la confianza y
fortalezca la organización y la lucha de los de abajo frente a las políticas de
un nuevo gobierno servidor de los mismos amos.