lunes, 15 de mayo de 2017

PORTUGAL: SER O NO SER DE IZQUIERDAS, HE AHÍ LA CUESTIÓN, QUE SIEMPRE SOBREPASA A LAS PALABRAS Y A LOS CHICHIRIBAILAS



Entrevista con João Ferreira del Partido Comunista Portugués
Portugal, la Unión Europea y el euro


Investigaction
Rebelión
15.05.2017


La Unión Europea (UE) ha entrado en una fase turbulenta. Todos estos años de crisis y austeridad brutal han tenido consecuencias sociales catastróficas, especialmente en los países de la periferia. En Portugal, un cambio de gobierno después de las elecciones parlamentarias de 2015 ha puesto fin a la austeridad impuesta por la troica que ha permitido una reversión de algunas políticas. Sin embargo, persisten problemas estructurales debido a la naturaleza de la UE y de sus mecanismos, en particular la moneda única. Para discutir la situación política en Portugal, las consecuencias de la entrada en el mercado único y el euro, y las soluciones a estos problemas, y otros temas tales como el ascenso de la extrema derecha en Europa, entrevistamos a João Ferreira del Partido Comunista Portugués (PCP); él es un miembro del Comité Central del PCP, Consejero Municipal en Lisboa y dos veces elegido para el Parlamento Europeo.

¿Cómo describiría el gobierno portugués actual? ¿Es un gobierno de izquierdas?

Es un gobierno del Partido Socialista (PS). Esto no es ni un gobierno de izquierdas ni una coalición de fuerzas de izquierda, como oímos a veces. Es un gobierno del Partido Socialista que pone en práctica las posiciones del Partido Socialista con respecto a las cuestiones fundamentales de la política de la derecha y su visión de país, una posición también fundamentalmente diferente de la del PCP. Pero es un gobierno en minoría; lo que significa que, con la actual relación de fuerzas en el Parlamento, el PCP juega un papel importante en el proceso de restauración de los derechos y el aumento de los ingresos de las personas que el gobierno se había comprometido a poner en práctica antes de su toma de posesión.

De hecho, los progresos realizados desde el inicio de este gobierno lo han subrayado. Ha habido un proceso de restauración de los derechos y de aumento de los ingresos en el cual el PCP y las luchas populares de estos últimos años han jugado un papel decisivo. Sin embargo, problemas estructurales fundamentales persisten aún, cuya solución requiere políticas globales para ir más allá de la recuperación de los derechos y salarios y, finalmente, desarrollar el país. Todo esto está estrechamente relacionado con el hecho de que se trata de un gobierno del Partido Socialista que ha heredado todas las contradicciones históricas que el Partido Socialista no ha conseguido resolver y que a su vez están vinculadas con las políticas de derechas de los últimos 40 años. Y eso explica por qué este gobierno no es un gobierno de izquierdas.


Analicemos estas cuestiones por separado. ¿Qué medidas positivas se han tomado y puesto en práctica, y por qué ha tenido una respuesta tan febril, o más bien una firme oposición de Bruselas?

Las acciones del gobierno precedente, una coalición de derechas del Partido Social Demócrata (PSD) y los demócrata-cristianos (CDS) han tenido como punto de partida el programa de intervención de la troica, formada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) el Banco Central Europeo (BCE) y la Unión Europea (UE). Este programa fue aprobado por el PSD, el PS y el CDS, mientras que el PCP lo calificó como un “pacto de agresión” contra el país y el pueblo.

De suerte que ese gobierno PSD-CDS ha implementado políticas que son sustancialmente conformes con las recientes directrices del FMI y la UE: un ataque contra los derechos laborales y los derechos sociales, la privatización de las empresas públicas y de los sectores estratégicos de la economía, la destrucción y el desmantelamiento de los servicios públicos, en permanente conflicto con la Constitución portuguesa. Es un gobierno que ha puesto en práctica con diligencia todas las orientaciones y órdenes de la Unión Europea. Cuando este gobierno fue derrotado en las elecciones parlamentarias de 2015 y las condiciones estaban maduras para que un nuevo gobierno asumiera el cargo – un gobierno minoritario del PS que había aceptado revertir algunas de las medidas implementadas durante los cuatro años anteriores – la Comisión Europea reaccionó entonces inmediatamente. Las autoridades europeas, las grandes potencias europeas, el gran capital europeo y sus representantes políticos, como por ejemplo la Comisión Europea, todos han reaccionado de inmediato al ver en peligro el plan que habían preconizado e impuesto.


Manifestación del Partido Comunista portugués contra el “Pacto de agresión”

¿Qué es lo que se ha hecho en particular? A pesar de que tienen un alcance limitado, algunas medidas que consideramos importantes se han llevado a cabo. Por ejemplo :
  • un paro definitivo del proceso de privatización en curso en el sector del transporte
  • la restauración de cuatro feriados que habían sido suprimidos por el gobierno anterior
  • la restauración de la semana de 35 horas en el sector público
  • la eliminación de los recortes salariales en el sector público y el impuesto adicional sobre la renta, lo que significa un aumento de los ingresos de la clase obrera
  • un aumento en los ingresos de las pensiones de jubilación, mientras que la troica recomendaba otras reducciones, esta vez de carácter permanente, además de los recortes implementados por el gobierno anterior
  • un aumento del salario mínimo, aunque todavía se encuentra muy por debajo de la cantidad que consideramos justa
  • la restauración de la negociación colectiva en las empresas públicas
  • un aumento de las prestaciones familiares e infantiles, tanto en su cantidad como en el número de personas cubiertas
  • la introducción de la gratuidad de los libros de texto en las escuelas primarias.

Son todas medidas que van en contra de los dictados de la troica. La troica, la UE y el gran capital portugués han visto esto como una amenaza a las políticas generales que habían impuesto y han reaccionado violentamente, con amenazas y presiones. Esto pone de manifiesto el giro tomado por la Unión Europea. Incluso las limitadas medidas de carácter social, el aumento de los ingresos, la mejora del nivel de vida, son suficientes para ponernos en peligro de cara a la UE, su estructura de poder y las políticas que han sido impuestas a los pueblos. No hablamos de medidas fundamentales, estructurales, sino de un alcance muy limitado; pero incluso éstas son suficientes para desencadenar la reacción brutal que hemos observado.

Vd. también mencionó igualmente las lagunas del Partido Socialista que impiden una respuesta más completa a los problemas del país. ¿Puede desarrollar este aspecto?

Por un lado, el Partido Socialista está sometido a todas las políticas e injerencias de la Unión Europea. Si bien es cierto que se han puesto en cuestión medidas concretas recomendadas por la Unión Europea, las principales imposiciones resultantes del Pacto de Estabilidad, de la serie de medidas de gobernanza económica, del Semestre Europeo (1), del Pacto Fiscal Europeo, todas ellas han sido aprobadas y aceptadas por el Partido Socialista. Y hablamos de políticas que tienen un carácter inherente a la derecha y al neoliberalismo. Del mismo modo, el PS también acepta la sumisión a la moneda única, sobre la que hablaremos con más detalle más adelante, con todo lo que eso ha significado para el país en términos de destrucción de los sectores productivos y de un aumento global de las desigualdades.

Pero en el ámbito nacional, el Partido Socialista sigue estando ausente para sus afiliados cuando se trata de enfrentamientos con las clases dominantes. Por ejemplo, no se puede contar con él para la reforma del sistema fiscal a fin de requerir una mayor contribución del gran capital. Con los años, el sistema aplicado es extremadamente favorable al gran capital, haciéndole beneficiario de una carga tributaria muy baja a expensas de los trabajadores y de las pequeñas y medianas empresas. Ahora que necesitamos cambios importantes para revertir esta situación, no podemos contar con el Partido Socialista. Otro ejemplo afecta a la legislación laboral y al hecho de que el Partido Socialista no ha hecho nada contra las medidas más penalizadoras para los trabajadores. Esto demuestra que hay aspectos estructurales de las políticas de derechas que subsisten en el Partido Socialista.

Para volver sobre el gran capital, parece que el sector bancario se mantiene en el centro de la actualidad, con temores y una inestabilidad constante. ¿Qué medidas, según el PCP deben aplicarse en relación con el sector bancario?


El PCP ha identificado tres principales coacciones a las que se enfrenta el país:
1 – la sumisión al euro
2 – la colosal deuda y el servicio de la deuda
3 – el dominio de los bancos privados sobre el sector financiero
Los dos primeros puntos se abordarán en un momento. En cuanto al tercero, hay que recordar que el sector bancario fue nacionalizado después de la revolución de 1974; luego ha tenido un proceso de privatización y de reconstitución de los bancos privados. Con el resultado de este proceso que hemos podido observar últimamente. Tenemos un sector bancario que no está al servicio del país sino que sirve solamente a unos pocos grupos económicos y financieros, algunos portugueses y otros extranjeros. Estos grupos han acumulado a lo largo de los años fabulosas ganancias a expensas de las familias, pequeñas y medianas empresas y del país en general. Todo esto mediante el uso de transacciones fraudulentas y la corrupción, la especulación sin límites, préstamos a amigos y familiares, etc. Desde el punto de vista del PCP, esto demuestra la necesidad de poner el sector bancario bajo el control público, reorientándolo hacia lo que debería ser su función social: proteger los ahorros y ponerlos al servicio de inversiones productivas, y dar vigor a la economía y al desarrollo del país, en lugar de poner estos recursos al servicio de las prácticas enumeradas antes.

En Portugal, hemos oído hablar mucho de la CGD y del Novo Banco (2)

El Novo Banco es un ejemplo notable de un banco que no sirve más que a los intereses de un puñado de capitalistas, pero este no es un caso único. Este es un ejemplo que encontramos en otros bancos que han estado en el origen de problemas considerables. De hecho, los trabajadores han sido más de una vez puestos a cubrir las pérdidas de la banca privada. Lo que nosotros apoyamos, dado el punto a que hemos llegado, es que el Estado conserve el control público sobre el Novo Banco como punto de partida para un control más generalizado del sector bancario.

En lo que afecta a la Caixa General de Depósitos, hay un problema fundamental. Aunque sea un banco público, debido a las escojas de los últimos gobiernos, se gestiona como si se tratara de un banco privado. Por lo tanto, las mismas operaciones especulativas, realización de préstamos dudosos, etc., se han ejecutado, sin olvidar que también se la ha usado para llenar los agujeros de la banca privada. Por lo tanto, la demanda no es sólo para guardar Caixa Geral de Depósitos en la esfera pública, sino tener una dirección que funcione eficazmente para sostener el desarrollo del país.

Pasemos ahora a la deuda, la que fue, por supuesto, la razón de la intervención de la troica. ¿Cómo se hinchó la deuda de Portugal para llegar a los niveles actuales?

Hay dos tipos de causas: causas estructurales, fundamentales, y otras que podemos llamar más circunstanciales. Las primeras se refieren al proceso de destrucción y al desmantelamiento gradual del aparato productivo, sectores productivos como la agricultura, la pesca, la industria y lo que ello implica en términos de una mayor dependencia de los bienes y servicios extranjeros. Además de esto, también ha habido un proceso de privatización de los sectores estratégicos de la economía, lo que ha permitido a los capitales, a la vez nacionales y extranjeros, comprar acciones de estos sectores. Esto significaba necesariamente una pérdida de fondos, ya que las ganancias y los dividendos, en lugar de quedarse en las arcas del estado, iban a los bolsillos de los accionistas.

Estos dos aspectos son inseparables con la entrada de Portugal en la CEE, el mercado único, que se encontró con una competencia sin protección frente a economías mucho más fuertes y con niveles mucho más altos de productividad. Y los fondos estructurales europeos, destinados a mitigar el impacto de esta competencia desigual, nunca han logrado hacerlo, aunque algunos echan la culpa a los gobiernos en el poder en ese momento. Pero una gran parte de los fondos estructurales vinieron y se distribuyeron en forma de adquisición de bienes y servicios, en algunos casos, regresando a su lugar de origen. De hecho, las cantidades transferidas por la UE a Portugal están ahora sobrepasadas por las cantidades que salen del país como beneficios, dividendos e intereses hacia otros países de la UE. En otras palabras, Portugal es un contribuyente neto de la UE.
Evolución de la deuda pública portuguesa en porcentaje del PIB (datos del Instituto Nacional de Estadísticas portugués)

Las causas más circunstanciales se relacionan con el ataque especulativo que la deuda soberana de los países llamados periféricos han sufrido entre 2009 y 2011. Un ataque que está estrechamente vinculado a las mismas reglas que guían a las instituciones de la UE y al Banco Central Europeo, en particular. Es importante tener en cuenta que el BCE no presta dinero a los Estados, sino que lo hace a los bancos privados; y durante mucho tiempo, fuimos testigos de una situación en la que el BCE ha concedido préstamos a los bancos privados, los llamados mercados financieros, con una tasa de interés del 1%, y estos bancos han vuelto a cobrar tasas interés a los Estados que, en el caso de Portugal, llegaron al 7%. Hasta el inicio del proceso de compra de deuda por el BCE, un proceso que se ha retrasado el mayor tiempo posible, Portugal y otros países se han enfrentado a este ataque especulativo, con diferencias muy significativas en las tasas de interés que han sido responsables de un fuerte aumento de la deuda pública. Y, por supuesto, el programa de la troica ha empeorado las cosas.

Volviendo un poco, a la década de 1980, el PCP se oponía a que Portugal se uniera al mercado único. ¿Cuáles fueron las razones de esta posición y lo que finalmente sucedió?

El Partido Comunista era esencialmente el único partido en Portugal que llevó a cabo un estudio a fondo de las consecuencias de la posible adhesión al mercado único. Incluso empezamos antes de la Revolución (1974), cuando se empezó a discutir la posibilidad de entrar en el mercado único; lo hemos hecho todavía en los años 1980 cuando se aprobó la decisión y el país entró en la CEE, y lo hicimos de nuevo 20, 30 años después de la adhesión. Y, en general, las advertencias que emitimos resultaron justificadas. El PCP tenía razón. En ese momento, nuestra voz estaba aislada; hoy en día, muchos movimientos políticos y de opinión constatan la veracidad de lo que hemos dicho desde el principio.

La CEE, actualmente la Unión Europea, es un proceso de integración capitalista. Los procesos de integración no son neutrales. En función de su naturaleza, pueden ayudar a los pueblos o ponerse al servicio de los capitales y las multinacionales. La UE/CEE, en tanto que proceso de integración capitalista, está concebida para favorecer la acumulación de capital. En lugar de promover la convergencia, tenemos una divergencia social y económica, y esto es evidente en la situación conocida hoy por los países periféricos, de nuevo otra vez en la línea prevista por el PCP.

Manifestación en favor de la nacionalización del sector bancario en 1975.

Hay otro punto importante en el caso concreto de Portugal. Los grandes grupos monopolistas sufrieron grandes reveses después de la Revolución de Abril (1974) y los progresos efectuados que siguieron. Sólo para recordar algunos de ellos: la nacionalización de los sectores estratégicos de la economía, la reforma agraria, una Constitución que garantiza los derechos económicos, sociales y culturales de gran envergadura, entre otros. La adhesión a la CEE fue percibida por estos grupos como una ocasión para recuperar el poder perdido. Puesto que el criterio mismo de la adhesión a la CEE implicaba que el Estado se sometiera a la llamada economía de mercado; y por lo tanto, en Portugal esto terminó estimulando el proceso de recuperación capitalista y la reconstitución de los monopolios que existían durante la dictadura fascista y que habían sido desmantelados después de la Revolución. La consideración del carácter instrumental de la entrada en el mercado único en términos de retorno al poder de las antiguas clases dominantes formaba también parte de nuestro análisis y motivaba nuestra oposición. Y, de nuevo, resultó que teníamos razón.

Notas:
(1) El Semestre Europeo proporciona un marco para la coordinación de las políticas económicas entre los países de la Unión Europea. Esto les permite debatir sus programas económicos y presupuestarios y seguir los progresos cumplidos en momentos precisos del año.


(2) El Banco Espírito Santo (BES) era la joya de la corona del imperio comercial de la poderosa familia Espirito Santo. En 2014, hizo falta un plan de salvación de varios miliardos (miles de millones de euros) tras su quiebra después de años de prácticas cuestionables con la complicidad de los reguladores. Un nuevo banco, llamado “Novo Banco,” se ha creado sin los activos tóxicos del BES. El PCP ha sostenido que, dados los enormes costes de la ayuda financiera, el banco no debería ser simplemente reprivatizado.


La Caixa Geral de Depósitos (CGD) es el más grande y el único banco público portugués. La derecha, desde hace mucho tiempo, sueña con privatizarla.


Fuente original: http://www.investigaction.net/es/portugal-la-union-europea-y-el-euro-entrevista-con-joao-ferreira-primera-parte/


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