Y ahora, en azul, nos llaman tontos por los “cinco” costados
21. mayo 2014
Y si no quieres taza, ¡toma!, ahí te va taza y media, o dicho de otro
modo, esto es como para comer cerillas y cagarlas encendidas, porque
viene a resultar que la cuadrilla de bestias insensibles que nos manejan
(a cuyo manejo ellos le dan el nombre de representarnos), que han
arruinado la existencia de millones de personas, y que se proponen
seguir arruinando a las que ya están arruinadas y a las que todavía no
estamos en la ruina del todo, haciendo gala del mayor de los desprecios
hacia las personas y del mayor cinismo particular, no se les ha ocurrido
otra cosa que gastar dinero que no es de ellos, para iluminar de azul los ayuntamientos
de Lérida, Cáceres, Santander, Sevilla y Zaragoza para utilizarlos como
anzuelos y hacernos votar en las próximas elecciones europeas.
Por lo que se ve, y a las lucecillas de azul me atengo, para estos
mandamases de la Unión Europea al servicio servil de los grandes
capitales, la democracia consiste única y exclusivamente en votar: tu
votas lo que yo te digo y a mi, que para eso te voy a encandilar con
lucecitas azules, y si cuadra, estas lucecitas azules que me vas a pagar
tú, son lucecitas de empresas amigas. Amigas mías, no tuyas.
No se critica por tanto que los jefes de la Unión Europea intenten
luchar contra la abstención del próximo día 25, sino de la baja catadura
moral y pobreza intelectual que utilizan para engañarnos y hacernos
votar. Para los que nos han arruinado la democracia solo es forma, y si
acaso, formas con lucecitas de color azul
De mi parte creo necesario que vote la inmensa mayoría del censo
electoral, pero que desde luego, no vaya ningún voto ni al PP ni al
PSOE, porque son los responsables mayoritarios de la situación actual y
de la próxima peor que se avecina.
Votar desde luego es un acto democrático. Pero el último. El primer
acto democrático que los “azulones” de la Unión Europea pasan y quieren
hacer pasar por alto a los demás, es la INFORMACIÓN. Y en base a esa
INFORMACIÓN es cuando el ciudadano (no el súbdito) puede ejercer de
forma responsable y consciente su derecho al voto, o al no voto. Y
después del voto el control efectivo del que haya resultado elegido.
Control efectivo que consiste: te vote ayer, hoy has hecho algo para lo
que yo no te vote, mañana voto nuevamente para que te vayas a tu puta
casa, por no hacer lo que me dijiste que ibas a hacer en mi nombre y no
hiciste, listillo, que eres tú muy listillo.
Más que torrente de luz azulona y tecnológica a más no poder, con
cargo a mis bolsillos, lo que mueve mi voto es la INFORMACIÓN, se
repite, LA INFORMACIÓN, de manera que si me informáis del acuerdo del
Tratado de Libre Comercio (TLC) que ya tenéis medio cocido del todo
entre unos pocos e ilustres mangarranes al servicio de los capitales
dominantes de EEUU y unos pocuelos servidores de los capitales
dominantes de la UE, infiltrados en el Congreso de los Diputados como
representantes del pueblo español, queriduelos parlamentarios míos del
PP-PSOE, me iré cual rauda y veloz flecha a la puerta del colegio
electoral que me toque para ser el primero en no votaros a ninguno de
vosotros por ocultarme la infamación que tenéis y que ni siquiera la
habéis querido hacer pública en el Congreso, azuletes, que eso es lo que
sois, unos azuletes.
Si me informarais del dinero mío que habéis gastado, queriduelos
parlamentarios míos, en financiar a los grupos terroristas que han dado
el golpe de estado en Ucrania para derribar al gobierno legalmente
constituido (y legalmente constituido no significa necesariamente
gobierno justo o no corrupto) para colocar en su lugar a otro gobierno
con el consiguiente peligro de guerra que se ha originado, con cuyo
gobierno fascista-títere habéis firmado ya, por si las moscas, el TLC
que a los españoles nos estáis ocultando, pues que voto seguro, pero a
vosotros, azulones, no.
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