jueves, 22 de mayo de 2014

PUBLICADO EN CRÓNICA DE ARAGÓN

Y ahora, en azul, nos llaman tontos por los “cinco” costados

 
 21. mayo 2014

 Y si no quieres taza, ¡toma!, ahí te va taza y media, o dicho de otro modo, esto es como para comer cerillas y cagarlas encendidas, porque viene a resultar que la cuadrilla de bestias insensibles que nos manejan (a cuyo manejo ellos le dan el nombre de representarnos), que han arruinado la existencia de millones de personas, y que se proponen seguir arruinando a las que ya están arruinadas y a las que todavía no estamos en la ruina del todo, haciendo gala del mayor de los desprecios hacia las personas y del mayor cinismo particular, no se les ha ocurrido otra cosa que gastar dinero que no es de ellos, para iluminar de azul los ayuntamientos de Lérida, Cáceres, Santander, Sevilla y Zaragoza para utilizarlos como anzuelos y hacernos votar en las próximas elecciones europeas.

Por lo que se ve, y a las lucecillas de azul me atengo, para estos mandamases de la Unión Europea al servicio servil de los grandes capitales, la democracia consiste única y exclusivamente en votar: tu votas lo que yo te digo y a mi, que para eso te voy a encandilar con lucecitas azules, y si cuadra, estas lucecitas azules que me vas a pagar tú, son lucecitas de empresas amigas. Amigas mías, no tuyas.

No se critica por tanto que los jefes de la Unión Europea intenten luchar contra la abstención del próximo día 25, sino de la baja catadura moral y pobreza intelectual que utilizan para engañarnos y hacernos votar. Para los que nos han arruinado la democracia solo es forma, y si acaso, formas con lucecitas de color azul
De mi parte creo necesario que vote la inmensa mayoría del censo electoral, pero que desde luego, no vaya ningún voto ni al PP ni al PSOE, porque son los responsables mayoritarios de la situación actual y de la próxima peor que se avecina.

Votar desde luego es un acto democrático. Pero el último. El primer acto democrático que los “azulones” de la Unión Europea pasan y quieren hacer pasar por alto a los demás, es la INFORMACIÓN. Y en base a esa INFORMACIÓN es cuando el ciudadano (no el súbdito) puede ejercer de forma responsable y consciente su derecho al voto, o al no voto. Y después del voto el control efectivo del que haya resultado elegido. Control efectivo que consiste: te vote ayer, hoy has hecho algo para lo que yo no te vote, mañana voto nuevamente para que te vayas a tu puta casa, por no hacer lo que me dijiste que ibas a hacer en mi nombre y no hiciste, listillo, que eres tú muy listillo.

Más que torrente de luz azulona y tecnológica a más no poder, con cargo a mis bolsillos, lo que mueve mi voto es la INFORMACIÓN, se repite, LA INFORMACIÓN, de manera que si me informáis del acuerdo del Tratado de Libre Comercio (TLC) que ya tenéis medio cocido del todo entre unos pocos e ilustres mangarranes al servicio de los capitales dominantes de EEUU y unos pocuelos servidores de los capitales dominantes de la UE, infiltrados en el Congreso de los Diputados como representantes del pueblo español, queriduelos parlamentarios míos del PP-PSOE, me iré cual rauda y veloz flecha a la puerta del colegio electoral que me toque para ser el primero en no votaros a ninguno de vosotros por ocultarme la infamación que tenéis y que ni siquiera la habéis querido hacer pública en el Congreso, azuletes, que eso es lo que sois, unos azuletes.

Si me informarais del dinero mío que habéis gastado, queriduelos parlamentarios míos, en financiar a los grupos terroristas que han dado el golpe de estado en Ucrania para derribar al gobierno legalmente constituido (y legalmente constituido no significa necesariamente gobierno justo o no corrupto) para colocar en su lugar a otro gobierno con el consiguiente peligro de guerra que se ha originado, con cuyo gobierno fascista-títere  habéis firmado ya, por si las moscas, el TLC que a los españoles nos estáis ocultando, pues que voto seguro, pero a vosotros, azulones, no.

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