lunes, 24 de febrero de 2014

PODEMOS: UNA CRITICA NECESARIA



Sobre qué podemos ir haciendo ante “Podemos”

(6/6)

Vicente Sarasa

Red Roja
SOCIOLOGÍA CRITICA
2014/02/13


Antes de proseguir, hagamos notar que en el análisis de los posibles movimientos en esta “historia” de “Podemos” no se tienen en cuenta suficientemente el carácter de profesionalismo de la política en organizaciones como IU y la enorme lucha por puestos que hay ya no sólo en IU sino en muchos de sus aledaños. En cualquier caso, no hay una relación de la política partidista con un verdadero movimiento de base popular que controle a los dirigentes como históricamente ha pasado, por ejemplo, en la izquierda abertzale. Esto es lo que hace que los desarrollos de este tipo de historias estén lisa y llanamente ligados a verdaderas luchas de poder y de aferramientos a determinadas situaciones materiales. Por lo tanto, no asistiremos, ni mucho menos, a movimientos que queden explicados exclusivamente en el plano de la lucha de ideas ni, a estas alturas, nadie se va a “sacrificar” por voluntad propia para atraer generosamente a gente cansada de la politiquería.


Ante las expectativas de voto que había y (persisten) para IU, es evidente que la parte de esta que se ve más beneficiada no estará por la labor de arriesgar en unas primarias posiciones ya anteriormente aseguradas para ver si se saca adelante un proyecto que haga subir el listón de un tope electoral que ya ha sido calificado de insuficiente. Así que, en vista de que las europeas no son tan importantes en términos de reparto de poder ni en el imaginario popular (comparadas con municipales y generales), “Podemos” pretende inicialmente competir desde fuera con IU –incluso en resultados electorales si es preciso- para que la estructura de esta, como mínimo, se vea obligada a negociar aún a expensas de perjudicar a mucha gente afiliada de base. Al tiempo, “Podemos” sustenta su esperanza en que una parte de la base de IU piense que le iría mejor en un proyecto más amplio que el de su propia coalición. Aquí hay que esperar acontecimientos porque es muy posible que la salud de “Podemos” dependa de su capacidad de fomentar una crisis en IU sin parecerlo, en nombre de “ir más lejos de IU”, “de hablar con IU para que democráticamente se negocien primarias”, etc. “Podemos” tendría que forzar una situación desde fuera hasta tal punto que incluso la parte mejor colocada de Izquierda Unida viera perder posiciones tanto materiales como de “cara política”.


Probablemente sea por lo dicho, que “Podemos” ha querido crear una situación de impacto exterior y ahora se la juega manteniendo la presión. El objetivo sería sacar un resultado electoral con la ilusión de que haya un clamor que obligue a negociar para después. Por eso, desde ya, persigue que después de la inicial recogida de firmas se constituyan círculos de “Podemos” que desde el punto de vista organizativo presione por convocar primarias aprovechando que hasta IU llegó a acariciar este discurso cuando planteó la elaboración de listas con reconocidos activistas y luchadores de calle.


La elección de candidatos en primarias planteada por Iglesias sería el método para debilitar la argumentación del aparato de IU. Pero este aparato es viejo en maniobras demagógico-organizacionales. Desde él ya se ha dicho algo que tiene su grano de verdad: que Iglesias juega con las ventajas que le da el espaldarazo de muchos medios que no dejan de ser del sistema. Y se le ha reprochado que qué tipo de democracia de base es esa. En fin, que como “Podemos” no se dé prisas en fomentar que sus flamantes círculos “hagan un rodeo” a las sedes del IU para forzar la cosa, la guerra interna en toda esa nebulosa está servida para “firmar una paz” que refleje los verdaderos respaldos de cada uno. Y en esa guerra intestina… todo valdría.


Por otra parte, Iglesias lo tendría muy mal para aparecer en una IU que no hubiera cambiado nada. Eventuales tentativas para incluir directamente a Pablo Iglesias en buena posición dentro de IU no serían bien vistas, por ejemplo, entre la estructura partidista de IA. Ciertamente, a una parte de esta – tras ver los límites de su operación de salida de IU– no les importaría volver a una casa común organizacional de la izquierda en torno a IU pero con una posición de fuerza. Desde luego, IA es la que más necesita crear una crisis interna en IU para dar sentido a su proyecto y buscar posiciones de dirección dentro. Y sus ambiciones no podrían colmarse con una integración de varios personajes en las listas de la actual IU y ni siquiera con unas primarias descafeinadas que aseguren al actual aparato de la coalición el control de una eventual futura Izquierda Unida más amplia.


Ya aparte de estos intereses directamente relacionados con organizaciones tipo IU-IA y otras, están los que hay fuera de todo ese ámbito a la “izquierda del PSOE”, y mueven ficha (o no mueven) en función de sus cálculos principalmente electorales.

No parece difícil darse cuenta de que finalmente Izquierda Unida se pone al servicio de un tándem PSOE e IU “de progreso”. Sobre este particular, en realidad, al aparato de IU no le interesa tanto desbancar al PSOE, sino que este tenga que contar inevitablemente con la coalición. De hecho, en Andalucía a esta le va mejor “de segunda” que “de primera” en estos tiempos de medidas tan impopulares.


Precisamente ese tándem obligaría a una serie de medidas de “beneficiencia popular” en el terreno económico a las que ni siquiera al PSOE le interesa comprometerse una vez que estuviera en La Moncloa. Ahora en Andalucía hay barnices de pose que ya se encarga el gobierno central del PP de anular. Desde luego, al “tándem de progreso” siempre le quedaría responsabilizar a Bruselas y Berlín, pero no sería lo mismo. Al PSOE le conviene una crítica “de izquierda” al PP que no le sitúe en el mismo nivel de este (exactamente el tipo de crítica que hace IU y los sindicatos oficialistas), pero no le viene mal que haya un debilitamiento de su eventual futuro socio siempre que no salga ganando el PP. ¿Cómo? Manteniendo en un principio esa crítica “de izquierda” (incluso de más ataques contra el PP) pero desde una izquierda al PSOE dividida y enzarzada en luchas de poder. Por arriesgado que parezca (peligro de que el PP salga ganando), es la única solución que alimentaría la esperanza de que finalmente el propio PSOE aparezca como la única izquierda (por centrista que sea) que resulte seria. De hecho, siguen dándose las entradas en el PSOE de personajes de IU que no ven ningún futuro aquí y precisamente argumentan que Izquierda Unida no logra quitar el papel de eje central al PSOE para nuclear “la izquierda”.

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Para complicar aún más el asunto, tenemos que en el entorno del PSOE en los últimos años ha habido posibilidades de ir “de más de izquierda” (por ejemplo vía Público) entrándose en rivalidad con el aparato de ese partido, ligado históricamente a la Prisa de El País. A esa parte más progre del PSOE le interesa ampliar el ámbito de lo que sería la izquierda en detrimento de IU para, desde el mismo PSOE, aumentar la responsabilidad de este como eje nucleador al tiempo que fortalecería sus propias posiciones dentro de los pesoístas. El propio discurso ya de los promotores de “Podemos” –hablando de la necesidad del noveintaitantos por ciento de gente que hay que agrupar- permite, paradójicamente, aún naciendo formalmente a la izquierda de IU, cubrir un abanico más amplio incluso por “la derecha de la izquierda” que el que podría impulsar en estos momentos la propia IU. El caso es que dejar, al menos durante un tiempo, desarrollar una iniciativa como la de “Podemos”, y siempre que no se vea comprometido el sistema, es algo que puede convenir objetivamente a prácticamente todo el mundo en el PSOE.


En fin, que si bien todos (incluidos los sindicatos) están por sacar al PP del gobierno, lo que verdaderamente está servido es el juego de intereses de reparto post PP tanto de estructura material de poder como de influencia política. Y como la crisis los ha colocado en posiciones inestables, los movimientos por reparto de poder e influencia tienen mucho de operaciones encubiertas donde el carácter supuestamente neutral y aséptico de los medios jugaría el papel que las declaraciones partidistas no podrían realizar.


Es claro que la falta de concreción de “Podemos” y su discurso y sus formas “modernas” hacen que vaya contando con buenas predisposiciones hasta en medios como la SER. No hay alerta anti-sistema. Es evidente que, por el momento, no se ha visto la necesidad de desarrollar una contrainsurgente campaña de calumnias y acoso como pasó con Iniciativa Internacionalista. Al fin y al cabo, no se han pasado las líneas rojas del “contrato” que consagró la Transición. Pasar esas líneas rojas implica, como ya hemos señalado, la puesta en cuestión de la propia Transición desde su origen, con todo lo que ello conlleva: entre otras cosas, el mismo cuestionamiento de los procesos de represión política acumulados durante décadas y la solidaridad activa con una gran parte del pueblo vasco y el movimiento abertzale que no puede reducirse a generalidades sobre el “derecho a decidir”. Una transición que, en definitiva, ha dado de mamar a esos medios de comunicación que saben identificar bien dónde hay una cabeza de Júpiter. En realidad, están bastante seguros de que esta no se encuentra bajo el manto de eufemismos y de concesiones de los discursos de los promotores de “Podemos”. Y es que lo que queremos y debemos hacer no coincide con lo que aquí esos medios nos dictan que hemos de hacer.


¡Claro que podemos ir trabajando para cambiar el escenario! Pero, desde luego, limitándonos a estar dentro de él en los términos que se nos propone, sencillamente… no podremos conseguirlo.


En Cádiz a 1 de febrero de 2014
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NOTAS.-
(2) Interesa precisar de antemano que, mejor que hablar de acumulación de fuerzas (que no deja de tener un significado absoluto), lo que importa es ganar en la correlación de fuerzas: obtener más poder que los de “arriba”. Así, continuábamos diciendo en las Jornadas de Formación de Red Roja:[Por eso] la estrategia para sumar a favor de la revolución implica necesariamente saber restar para la contrarrevolución. Y esto incluye tácticas para: a) la suma de fuerzas propiamente prorrevolucionarias; b) la suma de aliados que van y vienen en función de cada coyuntura; c) saber mantener a una parte de la población neutral, a la expectativa, no entregándosela por errores y límites propios al enemigo; d) saber exacerbar las contradicciones internas dentro del bloque dominante y jugar con sus propias fisuras. “ (Dossier de las Jornadas de Formación de Red Roja de 2013)
(3) “Acerca de la teoría marxista sobre el desarrollo de los principios políticos en su relación con la práctica” (http://redroja.net/index.php/noticias-red-roja/opinion/1419-acerca-de-la-teoria-marxista-sobre-el-desarrollo-de-los-principios-politicos-en-su-relacion-con-la-practica)
(4) Consultar los textos “Por una comprensión crítica del “modelo social europeo” (http://cadizrebelde.org/index.php?option=com_content&view=article&id=189:por-una-comprension-critica-del-modelo-social-europeo&catid=40:debate&Itemid=73) y “El mito de la vuelta al ‘Estado del Bienestar’. Otro capitalismo es imposible”: (http://redroja.net/index.php/comunicados/831-el-mito-de-la-vuelta-al-estado-del-bienestar-otro-capitalismo-es-imposible)
(5) Ver el siguiente escrito redactado en junio de 2011: “Sobre el carácter y significado histórico del 15M” (http://www.cadizrebelde.org/index.php?option=com_content&view=article&id=144:sobre-el-caracter-y-significado-historico-del-15m&catid=40:debate&Itemid=73)
(6) A este respecto, remito al texto que escribí en 2004: “Clarificación en la movilización” (http://www.cadizrebelde.org/index.php?option=com_content&view=article&id=135:clarificacion-en-la-movilizacion&catid=40:debate&Itemid=73)

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