jueves, 1 de agosto de 2013

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FINANCIACIÓN DEL PP: CON ÁLVAREZ CASCOS SE INSTITUCIONALIZAN LAS DONACIONES DE EMPRESARIOS

ZoomNews / Actualidad / España 
JUEVES, 1 DE AGOSTO DE 2013

Históricos del partido reconocen que se estableció un canon que, mensualmente, abonaban grandes y medianos empresarios.

Tras las elecciones del 93, parte de las aportaciones se utilizaron en las campañas diseñadas por Cascos para desestabilizar al Gobierno de Felipe González. 

La fortuna acumulada por Bárcenas provendría del sobrecoste que el extesorero imponía a empresas que financiaban mítines y actos electorales del PP.


(Francisco Álvarez Cascos en imagen de archivo / EFE )

El origen del escándalo Bárcenas –o el de la presunta financiación irregular del PP- obliga a la memoria a buscar entre los recuerdos grabados hace más de 20 años: los que el partido lleva financiándose “ilegalmente”, según la declaración del extesorero en la Audiencia Nacional. Años que coinciden con el periodo de mayor poder de Francisco Álvarez Cascos en el PP.

 1989: España acumula siete años de gobiernos socialistas liderados por Felipe González y una derecha representada por el partido que Manuel Fraga Iribarne fundó en el 76, para evitar que el franquismo quedara fuera del imparable proceso de La Transición: Alianza Popular. Pero en enero del 89, tras un proceso en el que democristianos, centristas y otras formaciones, como la UCD, se suman a la coalición del que fuera ministro de Francisco Franco, Fraga opta por la renovación y la refundación. Alianza Popular se convierte en el Partido Popular.

 El propio Fraga estrena la Presidencia del PP y encomienda la gobernanza orgánica como secretario general a Francisco Álvarez Cascos. 11 meses después, José María Aznar, entonces presidente de Castilla-La Mancha, es elegido candidato popular a la presidencia del Gobierno y, en abril de 1990, se convierte en el nuevo presidente del PP.

Aznar forma parte del grupo de los cachorros de Fraga. A él debe debe una elección a la que contribuye también su número dos. La deuda y el agradecimiento alcanzan a Álvarez Cascos que se convierte en mano derecha y brazo ejecutor del flamante presidente del PP. Coloca al frente de la Gerencia a un tal Luis Bárcenas que, en 1990, comienza a registrar a mano, en hojas sueltas, las entradas y salidas de dinero negro; la primera de ellas a “R.N” (Rosendo Naseiro) tesorero popular entre el 90 y 93 y protagonista del primer escándalo del partido sobre presunta financiación irregular.

Las donaciones se convierten en 'impuesto' con Cascos

Es en 1990 -y en ese contexto de liderazgo del todopoderoso Álvarez Cascos, “el general secretario” según le apodaban en Génova- cuando se institucionaliza la financiación ilegal del partido, según han reconocido a ZoomNews dirigentes históricos y antiguos cuadros de la formación.

No mintió Luis Bárcenas, por tanto, cuando el 15 de julio le dijo al juez Pablo Ruz que las donaciones empresariales no contempladas en la Ley tienen más de 20 años. La novedad que aportan las fuentes consultadas es que, con Cascos al mando del partido, los pagos –regalos en metálico- realizados por grandes y medianas empresas nacionales adquirieron la calidad de canon o impuesto voluntario de periodicidad mensual y, en principio, sin contrapartida inmediata.

Dirigentes históricos del PP reconocen que, con la llegada de Cascos a la Secretaría General, no sólo se institucionalizan las donaciones empresariales, sino que se convierten encanon mensual. 

Es decir, que más allá de las comisiones –donativos- abonadas por grandes empresarios a cambio de adjudicaciones y contratos con administraciones públicas del PP, se instauró la costumbre del ingreso mensual de cantidades con las que, presuntamente, la Dirección satisfacía los sobresueldos de sus líderes... además de otros menesteres.

Dinero negro para el "váyase Sr. González" 

Año 1993. Contra todo pronóstico y en medio de la crisis económica que sucedió a la euforia de la Expo de Sevilla y las Olimpiadas de Barcelona, el PSOE de Felipe González consigue su cuarta victoria consecutiva en las elecciones generales celebradas en junio. Los votos que le ratificaron como presidente frente a la candidatura de Aznar fueron tan escasos que reconoció ante los medios: “una semana más de campaña y nos ganan”.

El enfado de José María Aznar, que ya había ‘planificado la reforma del Palacio de La Moncloa’, es monumental. En Génova 13, Francisco Álvarez Cascos sigue ocupando el despacho del secretario general; en la Tesorería, Álvaro Lapuerta ha relevado a Naseiro; Luis Bárcenas continúa fiscalizando, desde Gerencia, las entradas y salidas de las pesetas presuntamente invisibles para Hacienda.

Hasta ese momento, según lo confesado a esta redacción por exdirigentes del PP, la recaudación opaca se destinaba a complementar salarios, al pago de los sobresueldos que gestionaba Bárcenas. Tras las elecciones del 93, la financiación extra se invertirá también en la estrategia de desestabilización del último Ejecutivo de Felipe González. Arrancaba la conocida como ‘Legislatura de la crispación’; la de la cantinela del “váyase Señor González”.

Cascos, junto a Trillo, Lapuerta y Bárcenas, diseñó la llamada ‘Legislatura de la crispación’ que presuntamente financió la caja B de Bárcenas.

La guerra sucia de los GAL contra ETA, los fondos reservados con los que se enriqueció Luis Roldán, el fraude fiscal que llevó a prisión a Mariano Rubio, gobernador del Banco de España. Se sucedían los escándalos y los titulares a cinco columnas en la prensa, mientras en Génova 13 Álvarez Cascos lideraba el grupo, participado por Lapuerta, Bárcenas y Federico Trillo,  encargado de diseñar la estrategia de desgaste y caída del Ejecutivo. 

Trillo, doctor en Derecho y abogado del Estado, era el responsable de la gestión jurídica de las acciones contra González. Lapuerta y Bárcenas se encargaban de los recursos económicos para su ejecución que, según lo explicado a ZoomNews, salían de la caja B. El cerebro, el que presentaba propuestas y tomaba decisiones, era Álvarez Cascos. “No se movía un alfiler sin que Cascos lo supiera”, aseguran los cuadros citados.

 Los 48 millones de Suiza, resultado del trilerismo de Bárcenas

Las mismas fuentes, que sitúan en el momento en el que Cascos goza de todo el poder en el PP la institucionalización de la presunta financiación ilegal, tienen también una teoría para explicar la fortuna que Bárcenas escondía en varias cuentas de Suiza.

Elecciones generales, municipales, autonómicas, europeas; centenares de actos y mítines electorales se financiaron con las donaciones de los empresarios de las provincias, ciudades o pueblos por los que discurrían las campañas. El entonces gerente era el encargado de hacer los contactos y las reclamaciones económicas a los propietarios que aventuraban un incremento de beneficios con gobiernos del PP. 

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