(El Artur Mas y el Rey en real camaraderia de preocupación por los cinco millones de parados que hay en España)
Artur Mas, y no diré que es Catalán, porque yo no sé donde lo emboquilló el padre ni dónde lo parió su madre, o si por ventura no necesitó ni de uno ni de otra porque fuera producto de un cigueñazo, ya saben, de cuando los niños venían de Paris en el pico de una cigüeña, y además, tampoco lo diré, porque en Cataluña lo mismo que en cualquier rincón de España lo que predominan son los bien nacidos, entre los que yo no cuento a Artur Mas, eso sí.
Así que a Artur Mas a los efectos del presente escrito lo vamos a dejar en simple mantecón-mantequero que vive y se enriquece de manteca ajena y que campea como presidente por la Generalitat de Cataluña, lo que aprovecha el hombre para insultar y decir seguramente lo que no tendría cojones de decir a titulo personal y sin esconderse en ningún parapeto politicoidal.
Ha dicho el mantecón este del Artur que a los andaluces, a veces, no se nos entiende (¡jo mío que tonto es este hombre!) con lo clarito que decimos hijo puta.
Es amigo este mantecón del Artur de dárselas de valiente recortando sueldos aprovechando el martinete de la crisis, que en general han creado los políticos, al ponérselas al gran capital mediante leyes y fiscalidad paradisíaca, como se las ponían a Felipe II, para que nos roben hasta los entresijos, una vez que el capitalismo por cumplir su función histórica (y es que el capitalismo ya está caput, maños míos, y no lo puede salvar ni la Virgen del Pilar ni haciendo horas extras en eso del milagreo, y que ya no quiere ser francesa sino capitana de la tropa aragonesa, y que por cierto, es muy amiga mía) ya no es capaz de robarnos directamente mediante el proceso de producción y no le queda otra que echar mano del robo directo de los sueldos de los trabajadores, ingresos del Estado, pensiones, subidas arbitrarias de la electricidad, de los combustibles, etc. Y preparándoles rentabilidades artificiales a los grandes capitales, para que los amos feudo-feudales de los capitalistas sigan enriqueciéndose a costa de empobrecer en particular a todo aquel no mantecón que vive de su trabajo y en general a toda la sociedad no mantecona, incluida la catalana. De esto último el mantecón del Artur no dice nada con lo mucho que podría decir y, sin salir de Cataluña, por ejemplo, de los 7.000.000 (siete millones) de euros que por la cara, o si se prefiere, por el arte del birle birloque salen de la propia Generalitat, de la Diputación de Girona y de la Cámara de Comercio para dárselos a una compañía aérea para mantener el aeropuerto de Girona abierto.
¿Qué no se nos entiende a los andaluces? ¡Ay que risa me da el Artur este! Miren: hijo puta, y ahora en plural y sin despeinarme: hijos de puta. Y lo digo como ejemplo, no se vayan a pensar… Que también se decir hipócritas, embusteros, farsantes, chorizos, criminales, bestias sin entraña y pedigrí. Ahí queda eso.
Así que a Artur Mas a los efectos del presente escrito lo vamos a dejar en simple mantecón-mantequero que vive y se enriquece de manteca ajena y que campea como presidente por la Generalitat de Cataluña, lo que aprovecha el hombre para insultar y decir seguramente lo que no tendría cojones de decir a titulo personal y sin esconderse en ningún parapeto politicoidal.
Ha dicho el mantecón este del Artur que a los andaluces, a veces, no se nos entiende (¡jo mío que tonto es este hombre!) con lo clarito que decimos hijo puta.
Es amigo este mantecón del Artur de dárselas de valiente recortando sueldos aprovechando el martinete de la crisis, que en general han creado los políticos, al ponérselas al gran capital mediante leyes y fiscalidad paradisíaca, como se las ponían a Felipe II, para que nos roben hasta los entresijos, una vez que el capitalismo por cumplir su función histórica (y es que el capitalismo ya está caput, maños míos, y no lo puede salvar ni la Virgen del Pilar ni haciendo horas extras en eso del milagreo, y que ya no quiere ser francesa sino capitana de la tropa aragonesa, y que por cierto, es muy amiga mía) ya no es capaz de robarnos directamente mediante el proceso de producción y no le queda otra que echar mano del robo directo de los sueldos de los trabajadores, ingresos del Estado, pensiones, subidas arbitrarias de la electricidad, de los combustibles, etc. Y preparándoles rentabilidades artificiales a los grandes capitales, para que los amos feudo-feudales de los capitalistas sigan enriqueciéndose a costa de empobrecer en particular a todo aquel no mantecón que vive de su trabajo y en general a toda la sociedad no mantecona, incluida la catalana. De esto último el mantecón del Artur no dice nada con lo mucho que podría decir y, sin salir de Cataluña, por ejemplo, de los 7.000.000 (siete millones) de euros que por la cara, o si se prefiere, por el arte del birle birloque salen de la propia Generalitat, de la Diputación de Girona y de la Cámara de Comercio para dárselos a una compañía aérea para mantener el aeropuerto de Girona abierto.
¿Qué no se nos entiende a los andaluces? ¡Ay que risa me da el Artur este! Miren: hijo puta, y ahora en plural y sin despeinarme: hijos de puta. Y lo digo como ejemplo, no se vayan a pensar… Que también se decir hipócritas, embusteros, farsantes, chorizos, criminales, bestias sin entraña y pedigrí. Ahí queda eso.
*++
No hay comentarios:
Publicar un comentario