(Zapatero en pre pose del pre parto, antes de parir su idea original y fundamental que todos ya sabiamos: adelanto de las elecciones para el 20-N, aniversario de la muerte del Caudillo)
Lamparillazo de luz salvadora ha, mi querida feligresía en el talante de Zapatero. Por fin elecciones: viento en popa a toda vela no navega sino vuela la monja del Albaicín, corre que corre que corre, trepa que trepa que trepa, la compaña de Rajoy, amanzanada y podrida con su vistosilla cesta en el seno del PP, camino de la Moncloa, en cuyo puesto de mando monclovil, cautivo y desarmado el pensamiento real, mandó Aznar fueran incubadas, tiempo y forma, las debidas bagatelas del Gürtel y sus colgajos.
Sea, pues, ¡Oh! Rey del Mambo Rajoy: ¡Salve! Uno de los que te va a sufrir con las mismas sufrideras de Zapatero, más el plus que le eches, cuco, que eres un cuco, te saluda.
Más, ¡cáspita!, espera (que es que voy a por ti) que no he terminado, no tengas tanta prisa, que te conozco. El ofendido soy yo. Armas: los dos bolsillos llenos de piedras canteadas de entre kilo y kilo y medio por piedra (las normas del control de calidad hay que cumplirlas). Primer lanzador, el ofendido, o sea, aquí el menda, que lanzará cuantas piedras sean de menester y el caso requiera hasta achichonear debidamente al que ofendió, o sea, tú (¡sí, si tú!) y no me vengas diciendo ahora que no, hasta lograr sus últimos objetivos. Pájaro, que eso es lo que eres un pájaro.
Lamparillazo de luz salvadora ha, mi querida feligresía en el talante de Zapatero. Por fin elecciones: viento en popa a toda vela no navega sino vuela la monja del Albaicín, corre que corre que corre, trepa que trepa que trepa, la compaña de Rajoy, amanzanada y podrida con su vistosilla cesta en el seno del PP, camino de la Moncloa, en cuyo puesto de mando monclovil, cautivo y desarmado el pensamiento real, mandó Aznar fueran incubadas, tiempo y forma, las debidas bagatelas del Gürtel y sus colgajos.
Sea, pues, ¡Oh! Rey del Mambo Rajoy: ¡Salve! Uno de los que te va a sufrir con las mismas sufrideras de Zapatero, más el plus que le eches, cuco, que eres un cuco, te saluda.
Más, ¡cáspita!, espera (que es que voy a por ti) que no he terminado, no tengas tanta prisa, que te conozco. El ofendido soy yo. Armas: los dos bolsillos llenos de piedras canteadas de entre kilo y kilo y medio por piedra (las normas del control de calidad hay que cumplirlas). Primer lanzador, el ofendido, o sea, aquí el menda, que lanzará cuantas piedras sean de menester y el caso requiera hasta achichonear debidamente al que ofendió, o sea, tú (¡sí, si tú!) y no me vengas diciendo ahora que no, hasta lograr sus últimos objetivos. Pájaro, que eso es lo que eres un pájaro.
Producido los tres primeros chichones, el lanzador, o sea, yo, procederá al correspondiente recuento corriente y moliente de los chichones producidos, en cuyo momento será declarado vencedor el que más chichones haya causado, sin que el achichoneado, o sea, tú, tenga derecho a replica, que bastantes derechos sin responsabilidad ha tenido ya, quedando declarada a partir de ese momento la III República Española, sin bombo y sin paltillo, para no perturbar la paz del los mercados financieros.
Y ahora, para no quedar mal del todo, loas, vítores, cánticos, que el Rey es muy campechano y esto y lo otro y todo lo demás que ustedes quieran, pero lo que hace falta es la III República Española. De España, claro, no va a ser la de Pernambuco, ¡no me jodan ahora con esas!
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Y ahora, para no quedar mal del todo, loas, vítores, cánticos, que el Rey es muy campechano y esto y lo otro y todo lo demás que ustedes quieran, pero lo que hace falta es la III República Española. De España, claro, no va a ser la de Pernambuco, ¡no me jodan ahora con esas!
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