viernes, 25 de julio de 2008

1 HIPOCRITA + 1 HIPOCRITA = 2 HIPOCRITAS


Zapatero, Presidente del gobierno de España, y Rajoy, jefe de la oposición política oficial y aspirantón a quitarle el mando a Zapatero, como dos buenos amiguitos se han puesto de acuerdo en eso que llaman grandes cuestiones de Estado, que vayan ustedes a saber cómo se come eso del Estado.
¿Sabe usted que es el Estado? Pues yo sí, para que vea.
El sonajero en el que han asentado el gran pacto de Estado entre Zapatero y Rajoy ha sido ETA: ley y fuerzas represivas del Estado para acabar con ETA, punto. No hay nada más que hablar.
Se sabe de antemano que la erradicación de ETA como organización armada no puede hacerse estrictamente con “ley” y fuerzas represivas. Y se sabe, no porque a mi me guste o deje de gustar, sino porque es rematadamente tonto no ver lo que ha pasado y lo que está pasando en la práctica, desde el terrorismo (sembrar el terror) de Franco, tomando pueblos enteros por las fuerzas represivas del Estado en busca de miembros de ETA que luego no aparecían por ninguna parte, torturando sin piedad a los detenidos, como hacia Melitón Manzanas en Irún, el primer asesinado por ETA, las seudo negociaciones, pactos y entrega de dinero a miembros de ETA para que dejaran la lucha armada, como hizo Suárez, las negociaciones de Argel del entonces Presidente del gobierno español Felipe González, la organización de bandas terroristas en el seno de las fuerzas represivas del Estado, los GAL y el Batallón Vasco Español, que acabó con la vida de mas de cincuenta inocentes que nada tenían ni tuvieron que ver con ETA (de lo que por cierto se habla muy poco, y son 50 asesinatos, 50), asesinatos espeluznantes de miembros de ETA, después de muertos enterrados en cal, las negociaciones de Aznar con ETA, siendo Presidente del gobierno español, a la que denominó por primera vez en la historia Movimiento de Liberación Nacional y el último intento de solucionar este problema del gobierno d Zapatera, quizás el de mayor envergadura de todos lo realizados, al que, curiosamente, el Partido popular y demás colaterales se opusieron con uñas y dientes, en nombre de la paz y de la democracia y de las libertades, eso sí.
Esta somera descripción del tratamiento que se le ha dado a ETA, me guste a mi o no me guste, son hechos, y a los hechos hay que atenerse si, efectivamente, se pretende la erradicación de ETA, cosa que desde luego a mi no me parece sea la intención básica del acuerdo a que han llegado, tanto Zapatero como Rajoy. Ellos han hablado de otra cosa y con otros objetivos, a los que , ciertamente, que ETA siga existiendo les puede convenir, no a Zapatero y Rajoy personalmente, que en eso no entro, sino a los grupos económicos financieros que cada uno de ellos representan y que son los que se disputan el poder político oficial, el real ya lo tienen.
Otro hecho, también hecho, que los gobiernos tienen la obligación de cumplir, formal y legalmente, también legalmente, es la de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, cosa que no han cumplido ninguno de los gobiernos habidos desde que ETA existe hace cuarenta años.
Quizá vaya siendo momento de empezar a exigir a los gobiernos que se dejen de pinturerismo político y filigranas patrioteras, para que hagan lo que oficialmente tiene que hacer.

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