EL PACTO PSOE-PODEMOS ESTÁ CERCA A FALTA DE 3 PUNTOS
Reforma laboral, reforma fiscal y
salario mínimo
Pablo Iglesias: “si el PSOE rectifica
tres puntos clave de su acuerdo con Cs (reforma laboral, reforma fiscal,
salario mínimo), Podemos no pondrá ningún obstáculo a que Pedro Sánchez sea
presidente”. Las discretas reuniones de Semana Santa están avanzando y ya
todas las esperanzas están puestas en el día 30, fecha de la cita entre Pedro
Sánchez y Pablo Iglesias. Ciudadanos (Cs) se ha descolgado del acuerdo, y
aunque reconoce que hay muchos puntos en común con PSOE y con Podemos, se ha
negado a la moción de censura contra Cristina Cifuentes para forzar la renuncia
de Mariano Rajoy, ha ofrecido además la presidencia del Congreso al PP,
afirma que no puede estar “en el mismo barco” que PSOE y Podemos y hasta acusa
a la formación morada de connivencia con los atentados yihadistas de Bélgica. Diputados
del partido naranja sugieren que Albert Rivera conceda libertad de voto o
ausencia para la tercera investidura del 2 de mayo, toda vez que saben por
sus territoriales que Cs será “engullida” por el PP en unos nuevos comicios
donde prime el “voto útil”, elecciones que a su vez serían también el
hundimiento de Pedro Sánchez. Todo ello en un ambiente en el que Juan
Carlos Monedero (Podemos) asegura que Eduardo Madina y no Susana Díaz
sería una alternativa que posibilitaría los futuros acuerdos para el cambio, ya
que la andaluza solo contempla pactar con el PP y Cs.
Pablo Iglesias sabe que la presión que
está sufriendo Pedro Sánchez por parte de su partido y de los poderes
financieros es “asfixiante”, y reitera la
idea de que esos poderes no dejarán que el PSOE pacte con Podemos. Pero
descarta que su partido se plantee abstenerse in extremis para dejar gobernar
en minoría al PSOE con C’s: “Cuando una fuerza política con 5,3 millones de
votos le dice a otra con 5 millones, en una situación en la que podrían
gobernar juntos perfectamente, “no, usted pase a la oposición, que va a
influir mucho…”. Pues lo mismo podríamos decir nosotros: pasen ustedes a la
oposición e influyan”. Nosotros nos conformaríamos con que el Partido
Socialista volviera a su programa y que a partir de ahí pudiéramos negociar.
Ellos hablaban de subir el salario mínimo 45 euros al mes, que es menos de lo
que planteábamos nosotros y de lo que planteaban los sindicatos y menos de lo
que plantea Economistas contra la crisis, que es una asociación de
economistas muchos de ellos de tradición socialdemócrata y cercanos al PSOE.
Claro, con esto que plantean ahora de 6 euros al mes es muy difícil…”, ha
declarado a la revista CTXT.
También reclama otra medida: suprimir
la reforma de 2013 en materia de pensiones. Y cambios en desahucios y
renta vital: “El acuerdo con Ciudadanos no impide que se sigan produciendo
desalojos forzosos sin alternativa habitacional. El acuerdo con Ciudadanos
permite que siga habiendo deudas perpetuas de familias que han entregado su
vivienda y siguen teniendo que pagar esas deudas. El acuerdo con Ciudadanos
no garantiza la financiación de lo que nosotros llamábamos una renta mínima
garantizada. Entre otras cosas, porque carece de memoria económica. Y esto
ya no es que lo digamos nosotros. Lo dicen los grupos y movimientos sociales
que trabajan por el derecho a la vivienda e incluso los sindicatos. El
tercer escollo a negociar es la reforma laboral:
Mollinedo (Gestha): técnicos de Hacienda
lo saben todo
“En términos de protección de los
trabajadores, tiene que haber una línea clara. O derogamos la anterior reforma
laboral o no la derogamos, pero un pacto en el que uno de los socios dice que
la va a derogar al tiempo que el otro dice que no, plantea ciertos problemas”.
Y una última: la política fiscal: “Creo que es muy decepcionante en
términos de política de empleo y derecho del trabajo; no es que lo digamos
nosotros, es que hasta la UGT ha planteado que ese acuerdo es impracticable, no
se deroga la LOMCE, sigue abierta la posibilidad de que exista el copago
sanitario… Paralelamente a esto hay que hacer una reforma fiscal para
asegurar que al menos nos intentemos poner en la media europea de recaudación.
Estamos en el país más desigual de Europa después de Rumanía, si no me fallan
los datos, y tenemos unos niveles de presión fiscal sobre las rentas más altas
que nos han hecho renunciar a la progresividad y justicia social de nuestro
sistema. Debemos aproximarnos un poquito más a Europa para tener más
recursos para invertir en la gente”.
A Albert Rivera se le ha oído
hablar también de negociar el draconiano calendario de reducción de déficit
que ahoga a España, por lo que ahí sí puede haber pacto PSOE-Podemos-Cs:
“hablamos de la cuarta economía de la zona euro, y hablamos de un buen nivel de
complicidad con buena parte de los países europeos y en particular con el
gobierno italiano y francés, por no hablar del gobierno portugués. No estamos
pidiendo la luna, estamos diciendo que efectivamente el déficit se tiene que
reducir pero a un ritmo que no implique el empobrecimiento de buena parte de
los sectores sociales, que es entre otras cosas lo que nos ha traído la crisis.
Creo que todo el mundo reconoce que los comportamientos excesivos por parte de
los poderes financieros están detrás de las consecuencias sociales de la
crisis”.
“A
lo mejor tiene sentido que el cinturón se lo aprieten un poquito por arriba y
no solamente por abajo. Si vamos a tener un gobierno que
se plantee que el pacto de estabilidad y crecimiento a nivel europeo tiene que
seguir igual o si hay que plantear en Europa una reducción del ritmo de
decrecimiento del déficit; esa es una cuestión que tiene que quedar clara.
Luego ya veremos cuánto se reduce, ya veremos cómo negociamos con Europa, pero
eso tiene que estar claro. Lo primero es ir a Bruselas a negociar que el
déficit se tiene que reducir de manera más lenta, que esto es algo que han
hecho muchos países del pacto de estabilidad y crecimiento, incumplido
sistemáticamente por Alemania y Francia. La cuarta economía de la eurozona
seguramente tendría margen para hacerlo. Francia lo hace ya, por ejemplo:
descuentan del déficit las medidas militares para combatir el terrorismo. Matteo
Renzi ha planteado en Italia que hay que relajarlo también. Esa sería la
primera cuestión: tratar de negociar una reducción del déficit más lenta. Esto
lo planteó el PSOE, en eso estaríamos de acuerdo”, dice Iglesias.
La decepción ha sido que Cs podría haber
forzado la dimisión de Rajoy con un solo movimiento: la moción de censura a
Cristina Cifuentes en Madrid. Pero le faltaron agallas: “Yo hablé con José
Manuel López (líder de Podemos en la Asamblea de Madrid), que me transmitió
esa posibilidad, y le dije que era, evidentemente, una posibilidad interesante,
que era una cuestión enormemente importante que teníamos que debatir con calma,
que de alguna manera revelaba una contradicción de Ciudadanos, que ante la
posibilidad de un gobierno distinto en la Comunidad de Madrid daba la impresión
de que prefiere al Partido Popular. Es una opción que hay que pensar y
efectivamente sí me han transmitido que es algo a lo que estaban dando vueltas…”.
Al final quien dimitió fue la cúpula de Podemos en Madrid y Cs no dijo esta
boca es mía.
Pedro Sánchez y Andoni Ortúzar (PNV)
“Tenemos una oportunidad histórica en
España, y no deberíamos dejarla pasar. Hay quien
decía: “A lo mejor si se repiten elecciones quedáis los segundos”. Seguramente el
Partido Socialista tendría más dificultades para pactar con nosotros si
estuviéramos por delante de ellos y tuvieran que votarnos una investidura,
y ahora nosotros estamos dispuestos a votarles la suya y a gobernar con ellos.
Estamos ante un momento fundamental, histórico para nuestro país: podríamos
tener un gobierno y nos tenemos que esforzar”. Por encima de todo, a Pablo
Iglesias le irrita que se le plantee la posibilidad de una abstención que
facilite la investidura del líder socialista porque, desde su punto de vista,
eso supone que el PSOE y Podemos no están en el mismo plano de poder. No le
interesa la interpretación según la cual Podemos, en la oposición y con un
gobierno minoritario, contaría con un gran poder en el Congreso. “Que pasen
ellos a la oposición”, ironiza. Es más, quizá podría ser razonable que
aprovecharan su buena relación con Ciudadanos para convencerles de que una
abstención a una investidura de un gobierno progresista sería algo positivo
para España, que fuera Ciudadanos la fuerza política que se tuviera que
abstener frente a una mayoría más amplia. Digamos que un gobierno, por llamarlo
de alguna manera, de centro-derecha, que es lo que el propio Sánchez reconocía
al llegar a un acuerdo con Ciudadanos, tiene 131 apoyos. Uno progresista
tendría a priori 161. Digo yo que es más coherente pedir la abstención para
favorecer el gobierno de los 161 más el apoyo del PNV que pedirnos la
abstención a nosotros que somos la tercera fuerza política. Quizás tenga
sentido que se abstenga la cuarta, no la tercera…”, dice Pablo Iglesias,
que elogia al líder de la formación naranja:
“Albert Rivera siempre ha estado dispuesto a debatir con nosotros y en cualquier formato, en televisión, en la universidad, y eso está muy bien. Tenemos en común también hacer una reforma de la Ley Electoral, que es otra cosa positiva. Incluso hasta generacionalmente puede que tengamos ciertos estilos en común, pero creo que tanto Albert como yo estaremos de acuerdo en que ponernos de acuerdo para gobernar es muy complicado. Podemos estar de acuerdo en cosas concretas pero en un acuerdo de gobierno que tiene que ver fundamentalmente con la política económica que se va a aplicar, sería muy difícil que nos pusiéramos de acuerdo; y eso no obsta para que haya buen ambiente entre nosotros y que pueda haber acuerdos puntuales sobre ciertas cosas”. Y anque Cs no se abstuviera, existen otras opciones: “Cuando el PSOE dice “nosotros no podríamos aceptar una abstención de los grupos catalanes…”. ¡Oiga, ustedes han llegado a acuerdos con los dos! Ustedes han gobernado con Esquerra Republicana de Catalunya en Cataluña, con el señor Maragall y el señor Montilla, ustedes llegaron a acuerdos de gobiernos con Convergencia i Unió en tiempos de Felipe González. No se rasguen ustedes las vestiduras”.
Enric Juliana (La Vanguardia)
Pablo Iglesias mira a “La Vanguardia” de
Barcelona: “Uno de los articulistas que nunca falla, lo digo siempre, es Enric
Juliana. Para mí, el análisis diario de Juliana es como ir a misa para la
gente de comunión diaria”. Veamos lo que dice Enric Juliana sobre los pactos: “Ahora
viene la tercera fase. La fase agonística. Pronto sólo quedaran treinta días.
Tic-tac, tic-tac. Rajoy seguirá en modo mineral, convencido de que puede
doblegar al PSOE tras una repetición electoral, pese a las graves abolladuras
del PP. Ciudadanos no puede moverse más hacia la izquierda. Una cosa es caer
simpático y otra ganar votos. Podemos necesita aire. Y a Sánchez se le va a
complicar la vida, víctima de una doble presión: la del calendario y la de Susana
Díaz. El grupo dirigente andaluz ha decidido disputarle la secretaría
general. O avanza, o se lo comen. Así se materializaría el sueño de
Podemos: un viejo Partido Socialista recluido en el Sur de España, menguante
entre los trabajadores y el funcionariado, anulado en las grandes ciudades, y
cada vez más débil en Catalunya y el País Vasco. Un comodín del 12%, para
ayudar a gobernar al PP, o a Podemos, cuando estén maduros para ello. El Pasok
español. Quienes nos ponen como ejemplo el SPD alemán parecen ignorar que los
socialdemócratas alemanes no cesan de bajar en las encuestas, en beneficio de
Los Verdes y de La Izquierda (Die Linke). No queremos seguir ese camino. El
PSOE ha de seguir siendo una nítida alternativa de gobierno a la derecha
española, no una triste fuerza subalterna”.
Pabo Iglesias y Enric Juliana en La
Tuerka
Pero si el pacto PSOE-Podemos falla,
Susana Díaz tiene la solución con este teoría, según Enric Juliana: “El
PSOE ha de obligar al Partido Popular a pactar una valiente agenda de reformas,
y a buscar una solución que permita desactivar gradualmente el independentismo
en Catalunya. No olvidemos que la Constitución no se puede reformar sin el
concurso del PP. El cambio es el pacto. El cambio es la corrección de la
política europea para cerrar el paso al populismo. El PSOE debe aprovechar su
posición en el tablero para lograr los mejores pactos posibles y no debe temer
el reformismo. Hay que trabajar con las luces largas, sin tanto miedo a
Podemos. Un gobierno socialista muy inestable podría conducir al PSOE al
desastre a corto plazo”.
Iglesias debatió con Losantos en
Intereconomia
Pablo Iglesias dijo también algo que
sabe bien “Espía en el Congreso” en el plano mediático: “nosotros estamos
donde estamos precisamente porque a veces supimos mantener un tono duro.
Mientras el cinismo campaba a sus anchas en los discursos políticos, nosotros
fuimos capaces de hablar políticamente del dolor. De decir que mientras estamos
hablando aquí, hay gente que está sufriendo mucho, gente a la que están echando
de sus casas y gente que lo está pasando muy mal. Pero la política también
es el arte de la modulación, y la clave es saber encontrar en cada momento el
tono que funciona mejor”. Por eso recordó su transversalidad mediática:
Pablo Iglesias y Javier Nart (Cs) en La
Tuerka
“En realidad en Intereconomía
había días en los que no se discutía mal, más o menos te dejaban expresarte.
Pero para nosotros era una cuestión fundamental: habíamos llegado a la
conclusión de que los medios de comunicación, y en particular los formatos de
las tertulias políticas, eran el instrumento fundamental para generar
imaginario. Nos habíamos dado cuenta de que el estilo que nosotros manejábamos
en la universidad, cuando dábamos charlas o hacíamos seminarios, se alejaba
mucho de las técnicas a través de las cuales se informaba o formaba la opinión.
Intentamos ser rigurosos y amenos, sabiendo que las técnicas de la comunicación
se basan en el mundo audiovisual y que teníamos que intentar manejar esas
técnicas, siendo al mismo tiempo rigurosos. Intereconomía, La Sexta Noche y
Las Mañanas de Cuatro fueron como un entrenamiento. Recuerdo muchos de esos
debates con muchísimo cariño. Y debatiendo en Intereconomía conocí a gente muy
valiosa. A Javier Nart, que ahora es eurodiputado de Ciudadanos y es un
hombre maravilloso, al que quiero mucho, lo conocí en El Gato al Agua;
al señor Alejo Vidal-Quadras, con el que me separan muchísimas cosas a
nivel ideológico pero que me parece un hombre inteligente, también. Y también
allí fue la primera vez que escuché debatir a Francesc Homs, de Democràcia i
Llibertat. Allí aprendí muchas cosas…”
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