domingo, 25 de marzo de 2012

ELECCIONES ANDALUZAS

¡OJÚ QUE SUSTO, NIÑO!

(¡Ay!, que guasa tiene la cosa, amo Mariano, casi logramos engañar a todos los andaluces para pegarles el pleno sartenazo a todos los españoles)

Lo reconozco, le tenía más miedo a una victoria electoral del PP en Andalucía por mayoría absoluta que a una vara verde. Yo no quería ni quiero mayoría absoluta del Partido Popular, pero que tampoco ganara el PSOE. No deberiamos olvidar que la situación actual del alejamiento de la gente de la política se debe fundamentalmente a la actuación política del PSOE, desde Felipe González a esta parte, y que la situación económica actual y de los recortes sociales se deben a las diferentes políticas seguidas a favor de los grandes capitales que han realizado, cada uno en su puesto, tanto el PSOE como el PP (recuérdese la reforma Constitucional acordado entre el PSOE-PP para asegurar a los bancos el cobro de lo que quieran cuando quieran con prioridad a cualquier otra cosa, por ejemplo, las pensiones si así lo exigieran los bancos).
Que el PP no haya conseguido la mayoría absoluta en Andalacía, de lo único que nos libra, de entrada, a todos los españoles, es de la imposición del rodillo pedante-chulesco-sin contenido intelectual-político-democrático del PP, y nada más, aunque en principio no es poca cosa.
La situación actual del paro, inseguridad social y psicológica que se derivan como consecuencia de la precariedad laboral, y que muchos hijos de puta fomentan a su favor en función del cargo ocupado, y en absoluto en función de su valía personal, en ningún sentido, no la van a soluciuonar ni el PSOE ni el PP ni el PP ni el PSOE, porque ambos partidos en definitiva defienden el mismo modelo de producción, y como ha sido ese modelo de producción (el capitalismo, el neoliberalismo, bajo una u otra denominación) defendido tanto por el PSOE como por el PP el que ha creado la crisis, hasta que no se produzca la sustitución de las relaciones de producción capitalistas por otras relacioens de producción socialistas, en cuyas relaciones de producción no tiene nada que ver con el PSOE actual, desde Felipe González, que empieza por negarlas, la situación no empezará a cambiar.
Pero para que ese cambio de las relaciones de producción capitalistas por las relaciones de producción socialistas pudieran tener lugar hace falta lo que hoy no tenemos, que es una sociedad consciente de sus verdaderos intereses y una dirección política encaminada a conseguir ese logro (que hoy tampoco tenemos): que lo que prevalezca en la sociedad sean los intereses de la sociedad, que es la inmensa mayoría, y no los de la exigua y corrupta minoría, como son los banqueros y grandes empresarios (es decir, gentuza que sin utilizar el dinero propio, utiliza el dinero público a través de las privatizaciones y otros mecanismos para quedarse con la mayoria del producto social que ellos no han producido).


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