viernes, 24 de septiembre de 2010

EL MISMO CRIMEN SE ESCRIBE OTRA VEZ

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FELIPE GONZALEZ, MATADOR DEL SOCIALISMO ESPAÑOL, Y HOY SABIO Y DISEÑADOR DE JOYAS DE JOYERIA PARA ESPOSAS DE TRABAJADORES EN PARO Y JUBILADOS PARA QUE INVIERTAN SUS AHORROS.



La historia del PSOE bajo el mandato de Felipe González como Secretario General del mismo se escribe como sigue.
Entre los miembros del partido residentes en España y la dirección del partido en el exterior se produce una lucha interna por al renovación política del mismo que acabará en una fractura del partido en el Congreso de 1972, al negarse su Secretario general, Llopis, a ser sustituido, dando lugar a dos partidos: el PSOE histórico de Llopis, y el PSOE renovado con una dirección colegiada de la que formaría parte Felipe González.
Felipe González es elegido Secretario General del partido en el Congreso de 1974 que se celebra en Suresnes, Francia, para cuyo nombramiento sería determinante el pacto entre los miembros andaluces del partido y el vasco Nocolás Redondo de UGT.
Bajo la dirección de Felipe Gonzáles el PSOE en las primeras elecciones democráticas después del régimen de Franco en 1979 obtiene 121 diputados, con lo que se convierte en partido de alternancia al gobierno de la UCD de Adolfo Suárez, formado por diferentes personajes procedentes y cercanos al franquismo.
En las siguientes elecciones celebradas en 1982 obtiene una aplastante victoria electoral con 202 diputados, lo que le da una amplia mayoría para formar gobierno, donde permanecerá durante 13 años.
A partir del éxito electoral del PSOE en 1982 sin precedentes en la historia en un partido que se titula de izquierdas, la pérdida de votos en las sucesivas elecciones generales siguientes de Felipe González es constante: 1986, 184 diputados; 1989, 175 diputados; 1993, 154 diputados y 1996, 141 diputados frente a los 156 que obtuvo el Partido Popular que le arrebata el gobierno.
Una de las primeras acciones políticas de Felipe González como recien estrenado Secretario General del PSOE en 1979 es la de que el partido abandone sus postulados marxistas.
En el Congreso de mayo de 1979 la tesis que él propugna como principal valedor de abandono del marxismo resulta derrotada, y tendrá que esperar hasta el Congreso extraordinario de septiembre de ese mismo año para ver triunfar su tesis y hacer que por fin el PSOE se declare oficialmente no marxista, con lo que se alumbra un partido de izquierdas que renuncia por principio a ser de izquierdas, puesto que renuncia al método de análisis y a la teoría política que conduce a la erradicación de las relaciones de producción capitalista, es decir, el nuevo PSOE de Felipe González renuncia de forma expresa a la sustitución de unas relaciones de producción y unas relaciones sociales en las que unas personas explotan a otras, por unas nuevas relaciones de producción y sociales en las que no sean posibles las relaciones de explotación capitalistas. O lo que es lo mismo, a la transformación del ser humano de objeto que es como lo considera el modo de producción capitalista a sujeto, que es como lo considera el Socialismo: la emancipación de todas las clases sociales, de modo que nadie para vivir tenga que explotar a nadie.
Salvando las distancia en espacio y tiempo, el método que utiliza Felipe González para declarar el marxismo como teoría y método de análisis no válido para el Socialismo, es de la misma naturaleza que el utilizado por Stalin para declarar a la URSS comunista: la mayoría que ambos tuvieron en sus respectivos congresos para hacer aprobar las Resoluciones de ambos disparates.
El marxismo sigue siendo válido, y hoy más necesario que nunca, a pesar de la negación del PSOE de Felipe González, y la URSS no fue comunista nunca por mucha mayoría que tuviera Stalin. La realidad obedece a una dinámica de funcionamiento distinta a la del papel escrito.
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