Acercaos rebaño mío, acercaos, si no os voy a hacer nada. Solo quiero perdonaros en nombre de Obama y séquito pertinente.
Bienvenidos a la corrala de lo laboral (que os creías, que las vacaciones iban a durar siempre, ¡inocentes!). Arrepentíos, apretaos el cinturón y ataros los zapatos que hay que huir de la quema de las soluciones económicas obámicas como Dios nos de a entender.
Todas las Buenasventuranzas más una caigan sobre vosotros, que yo os perdono en nombre de Obama.
No votéis más. Id en paz, y que Dios reparta suerte que falta hará.
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