(Manifestación de tunecinos hablando la lengua universal: a cojón por puño, y en consecuencia, diciendo que saliendo a la calle con un par de cojones/ovarios los países se limpian de ladrones y criminales, o sea, que esto es lo que dicen los tunecinos con los hechos y sin marear la perdiz)
No han sido lo guardianes y defensores del pueblo tunecino (policías varias y ejército) los que han echado del país al mayor enemigo y ladrón que tenía ese mismo pueblo tunecino: su señor Presidente de gobierno por la gracia y apoyo de otros ladrones similares de fuera de Túnez. Tampoco ha sido el Fondo Monetario Nacional ni una gracia campechana el rey de España dicha con mucho salero y tronío.
El que ha echado de Túnez con un par de cojones/ovarios al ladrón y asesino de su Presidente ha sido la sociedad civil tunecina (aviso a navegantes y navegantas de España del molinete de la política).
Lo que los medios de comunicación que nos echan el pienso ideológico llaman disturbios en Túnez, pero que sin embargo no le han dado nombre a los mas de 20 años de robo sobre robo más un robo para no quedarme corto del Presidente tunecico que ha tenido que salir como lo que era, como un saltador de corrales de gallinas, pero en plan bien, empezó cuando la policía tunecina al servicio del pueblo, por supuesto, ¡faltaría más!, le confiscó (palabra fina y de muy buen ver cuando la policía roba en el cumplimento literal de la ley) las frutas y legumbres que vendía en la calle de la localidad de Sidi Bouzid, un joven de 26 años, con el argumento de que carecía del permiso para esa actividad, y a consecuencia de este robo legal dicho joven se quemó a lo bonzo en plena calle, muriendo a consecuencia de las quemaduras el pasado 4 de Enero (¡Feliz Año Nuevo y Dios salve a rey!, porque como no lo salve Dios no sé quién lo podrá salvar).
La población civil tunecina se echa a la calle (más aviso a navegantes y navegantas de España del molinete de la política, que no quede por avisos que no quiero que luego me saque los colores por la calle si me ve Zapatero en un mal cruce cuando los dos vamos a trabajar) para cargarse en la puta madre del Presidente de Túnez, muy rico él, y decirle que se vaya a tomar por el culo y que ya está bien de robar.
Se resiste el Presidente Tunecino después de hacer matar a más de 60 personas (los ladrones de este calibre lo que tienen de bueno es eso, que además de ser unas malas bestias, son unos cobardes criminales alentadores del terrorismo. Pero estamos de suerte, porque los crímenes por terrorismo no van a prescribir nunca) y pretende calmar los ánimos del pueblo dándoles unos caramelillos. Pero, aquí te quería ver escopeta, con la sociedad civil en la calle exigiendo su derecho a no ser robada hemos topado, maño mío.
Así que la sociedad civil le dice al Presidente de Túnez que se meta los caramelillos por el culo y que lo que tiene que hacer, de momento es salir volando de Túnez. Y en eso ha quedado la cosa: en que el Presidente de Túnez ha salido volando. Lo que no se sabe es si ha volado a casa del rico Sarkozy o del putero corrupto Berlusconi, muy amigo de José María Aznar y del zagal de este. El caso, que es a lo que yo quería llegar, es que los tunecinos, seguramente sin proponérselo, han marcado el camino por donde quizás nosotros tengamos que ir para decirle a Zapatero, los Bancos y a Rajoy, que el nuevo robo que nos quieren hacer con la excusa de la reforma laboral, que se la apliquen ellos y al nieto del Rey, al Froilan, que a mi me cae muy bien.
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