Lo que cobra un trabajador que está en el paro no es dádiva que da el Rey, ni dinero que se quitan de sus bolsillos los miembros del gobierno ni donaciones voluntarias que haga ninguna de sus Señorías (Parlamentarios y Senadores) para que el trabajador que esté en paro vaya comiendo hasta que encuentre trabajo.
Lo que cobra un trabajador que está en el paro es el mismo dinero que se le desntó de la nómina en previsión de que un día pudiera no tener trabajo, es decir que al trabajador que está en paro nadie que no haya sido el propio trabajador le regala nada. El trabajador produce la riqueza, no el Rey ni ningún banquero ni ninguna Señoría ni ningún empresario que no desarrolle una tarea concreta dentro de su empresa.
Ocurre, eso sí, que de la riqueza que crea el trabajador (y no hay mas forma de crear riqueza que la que procede del trabajo), la menor parte le queda a él y a su familia, y la
mayor parte se la quedan los parásitos sociales que, lógicamente, no aportan nada a la sociedad a cambio de lo que reciben de ella(estos son los que viven por encima de sus posibilidades, porque se llevan de la riqueza social producida por el trabajo mucho más de lo que aportan. Nadie sabe en qué trabaja el Rey, por ejemplo, y en cambio se sabe que su Casa, la Real, es una de las grandes fortunas del mundo).
Pues lo que cobra un trabajador estando en el paro no es un derecho teórico sobre un papel concedido graciosamente por el Rey, sino los “ahorros” producidos por el propio trabajador para cuando no tenga trabajo. Y este ahorro del trabajador es lo que el Estado le quiere quitar si ese trabajador estando en el paro se niega a realizar un cursillo o rechaza un trabajo estando en el paro.
La traducción práctica, no la simplius-bubónica del mini parlante más simplius e irrespetuosa del que cobra por ser Ministro de Trabajo, Celestino Gorbacho, quiere decir que un trabajador en paro que viva en Zaragoza y que sea oficial de primera ajustador, le pueden mandar a que haga un cursillo de recoge peras para que lo pueda contratar uno que tenga peras en Lérida, que solo esta a 140 km. de Zaragoza por un salario de pedillo burra, y si se niega el trabajador, solamente por dignidad, le quitan lo que cobra en el paro que es bien suyo.
Esto es en realidad una parte de la reforma laboral que acaba de aprobar el Senado a propuesta de los mandolines del PSOE, que no son socialistas, con el apoyo del PP que tampoco son socialistas.
A ver cuando nosotros podemos imponerles a nuestros dirigentes que tienen que hacer un cursillo de mini reconversión devolutiva y nos devuelven todo lo que nos roban, y otro de adaptación a la sombra para la temporada que deberían pasar en la cárcel de Zuera por robarnos, y a la salida de la cárcel otro de readaptación laboral para que vivan del producto de su trabajo y no del nuestro como ahora.
*+
Lo que cobra un trabajador que está en el paro es el mismo dinero que se le desntó de la nómina en previsión de que un día pudiera no tener trabajo, es decir que al trabajador que está en paro nadie que no haya sido el propio trabajador le regala nada. El trabajador produce la riqueza, no el Rey ni ningún banquero ni ninguna Señoría ni ningún empresario que no desarrolle una tarea concreta dentro de su empresa.
Ocurre, eso sí, que de la riqueza que crea el trabajador (y no hay mas forma de crear riqueza que la que procede del trabajo), la menor parte le queda a él y a su familia, y la
mayor parte se la quedan los parásitos sociales que, lógicamente, no aportan nada a la sociedad a cambio de lo que reciben de ella(estos son los que viven por encima de sus posibilidades, porque se llevan de la riqueza social producida por el trabajo mucho más de lo que aportan. Nadie sabe en qué trabaja el Rey, por ejemplo, y en cambio se sabe que su Casa, la Real, es una de las grandes fortunas del mundo).
Pues lo que cobra un trabajador estando en el paro no es un derecho teórico sobre un papel concedido graciosamente por el Rey, sino los “ahorros” producidos por el propio trabajador para cuando no tenga trabajo. Y este ahorro del trabajador es lo que el Estado le quiere quitar si ese trabajador estando en el paro se niega a realizar un cursillo o rechaza un trabajo estando en el paro.
La traducción práctica, no la simplius-bubónica del mini parlante más simplius e irrespetuosa del que cobra por ser Ministro de Trabajo, Celestino Gorbacho, quiere decir que un trabajador en paro que viva en Zaragoza y que sea oficial de primera ajustador, le pueden mandar a que haga un cursillo de recoge peras para que lo pueda contratar uno que tenga peras en Lérida, que solo esta a 140 km. de Zaragoza por un salario de pedillo burra, y si se niega el trabajador, solamente por dignidad, le quitan lo que cobra en el paro que es bien suyo.
Esto es en realidad una parte de la reforma laboral que acaba de aprobar el Senado a propuesta de los mandolines del PSOE, que no son socialistas, con el apoyo del PP que tampoco son socialistas.
A ver cuando nosotros podemos imponerles a nuestros dirigentes que tienen que hacer un cursillo de mini reconversión devolutiva y nos devuelven todo lo que nos roban, y otro de adaptación a la sombra para la temporada que deberían pasar en la cárcel de Zuera por robarnos, y a la salida de la cárcel otro de readaptación laboral para que vivan del producto de su trabajo y no del nuestro como ahora.
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