(Parlamentarios del PSOE aplaudiendo la gracia del gran capital de la contra reforma laboral que llaman reforman laboral)
Zapatero, excepto a los que quieren ser engañados porque el cuerpo les pide engaño, no engaña a nadie.
Zapatero en sus funciones de capataz de el gran capital, para dar confianza a sus amos, los capitalistas y engañarnos a nosotros, los trabajadores, asoma las orejillas a la ventana público para decirnos que han pasado seis meses de grandes dificultades Sólo se ha dejado decir que quienes han pasado esas dificultades, porque la Reina, Príncipe y Princesa se lo han pasado pipa gastando a troche y moche nuestros dineros para ver en Sudáfrica a la Selección Española, pudiéndola haberla vista desde su casa, como todo el mundo, por la televisión.
Para decir lo que dice el cínico Zapatero (que no ha trabajado en su puñetera vida), capataz de el gran capital y no socialista, que han sido seis meses difíciles no hace falta ser presidente del gobierno, porque de esas dificultades mejor que él y sobre su propia piel la saben los ocho millones de pobres del Reino del Rey, gracias a los capitalistas y sus capataces y allegados y allegadas; los millones de trabajadores que aún trabajando no les alcanza para llegar a final de mes; los millones de pensionistas que les queda al mes lo que se puedan gasta en un simple vermú Zapatero, Esperanza Aguirre, Abel Matutes, el gobernador del Banco de España o algún parlamentario que se desmelene un día, o la querida o querido de algunos de estos en el supuesto de que así fuere o fuese el caso.
La Pajín, que es del PSOE como Zapatero, y lo tanto, lo mismo que él, no socialista, tan cínica y ricamente como Zapatero o Jesús Membrado, que tampoco es socialista, pero si del PSOE como los anteriores, afirma con absoluta falta de dignidad, como todo aquel que defienda la reforma laboral (que no es reforma, sino contra reforma o sustracción de derechos de los trabajadores) que los trabajadores tendrán más derechos después de que les bajen los sueldos, le roben lo ya ahorrado en los Fondos de le Seguridad Social, y tengan asegurado de por vida que no van a tener un sueldo que les permita vivir con dignidad en la vida, caso de que a éstos tuerce botas les dejemos las manos libres como les venimos consintiendo para que hagan con nuestras vidas lo que mande el Fondo Monetario Internacional.
Rajoy, otro capataz del gran capital como Zapatero, tiene razón: es el momento del cambio político, claro que, como Rajoy tiene el mismo amo que Zapatero, los grandes capitales, tiene que ser, al menos, tan cínico y embustero como Zapatero, y por eso dice que hace falta un cambio político (¡que es que hace falta, que es que nos va la vida en ello a los trabajadores!), pero en realidad lo que quiere decir es que hace falta un cambio de políticos para seguir haciendo la misma política que hace el PSOE, o sea, no cambiar nada que no sea empeorar paulatinamente las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad.
Démosle la razón a Rajoy en la literalidad de lo que dice (no en lo que pretende: llegar al poder y hacer que los ricos sean más ricos y echar tierra como un loco en el agujero de mierdapara que no huela que es el caso Gürtel, donde el PP está hasta los ojos, e impedir que los ladrones no vayan a la cárcel después de devolver lo robado y de responder por los daños y perjuicios causado a millones de personas). Hagamos el cambio político puesto que es el momento: Preparemos una huelga general (que no sea de cachondina como quieren UGT y CCOO para el próximo septiembre) para exigir la disolución del Parlamento. Convocatoria de elecciones de unas Cortes Constituyentes que redacten una nueva Constitución en la que la validez y la vigencia de la misma quede determinada por el nivel de vida de los que ya han trabajado: jubilados; de los que no pueden trabajar por tener algún tipo de impedimento, de los que se preparan para trabajar, niños y jóvenes y de los trabajadores.
Y el Rey, humo. Queda en libertad de poder reinar donde exista demanda de monarquía, pero en la amada España no.
Zapatero, excepto a los que quieren ser engañados porque el cuerpo les pide engaño, no engaña a nadie.
Zapatero en sus funciones de capataz de el gran capital, para dar confianza a sus amos, los capitalistas y engañarnos a nosotros, los trabajadores, asoma las orejillas a la ventana público para decirnos que han pasado seis meses de grandes dificultades Sólo se ha dejado decir que quienes han pasado esas dificultades, porque la Reina, Príncipe y Princesa se lo han pasado pipa gastando a troche y moche nuestros dineros para ver en Sudáfrica a la Selección Española, pudiéndola haberla vista desde su casa, como todo el mundo, por la televisión.
Para decir lo que dice el cínico Zapatero (que no ha trabajado en su puñetera vida), capataz de el gran capital y no socialista, que han sido seis meses difíciles no hace falta ser presidente del gobierno, porque de esas dificultades mejor que él y sobre su propia piel la saben los ocho millones de pobres del Reino del Rey, gracias a los capitalistas y sus capataces y allegados y allegadas; los millones de trabajadores que aún trabajando no les alcanza para llegar a final de mes; los millones de pensionistas que les queda al mes lo que se puedan gasta en un simple vermú Zapatero, Esperanza Aguirre, Abel Matutes, el gobernador del Banco de España o algún parlamentario que se desmelene un día, o la querida o querido de algunos de estos en el supuesto de que así fuere o fuese el caso.
La Pajín, que es del PSOE como Zapatero, y lo tanto, lo mismo que él, no socialista, tan cínica y ricamente como Zapatero o Jesús Membrado, que tampoco es socialista, pero si del PSOE como los anteriores, afirma con absoluta falta de dignidad, como todo aquel que defienda la reforma laboral (que no es reforma, sino contra reforma o sustracción de derechos de los trabajadores) que los trabajadores tendrán más derechos después de que les bajen los sueldos, le roben lo ya ahorrado en los Fondos de le Seguridad Social, y tengan asegurado de por vida que no van a tener un sueldo que les permita vivir con dignidad en la vida, caso de que a éstos tuerce botas les dejemos las manos libres como les venimos consintiendo para que hagan con nuestras vidas lo que mande el Fondo Monetario Internacional.
Rajoy, otro capataz del gran capital como Zapatero, tiene razón: es el momento del cambio político, claro que, como Rajoy tiene el mismo amo que Zapatero, los grandes capitales, tiene que ser, al menos, tan cínico y embustero como Zapatero, y por eso dice que hace falta un cambio político (¡que es que hace falta, que es que nos va la vida en ello a los trabajadores!), pero en realidad lo que quiere decir es que hace falta un cambio de políticos para seguir haciendo la misma política que hace el PSOE, o sea, no cambiar nada que no sea empeorar paulatinamente las condiciones de vida de la inmensa mayoría de la sociedad.
Démosle la razón a Rajoy en la literalidad de lo que dice (no en lo que pretende: llegar al poder y hacer que los ricos sean más ricos y echar tierra como un loco en el agujero de mierdapara que no huela que es el caso Gürtel, donde el PP está hasta los ojos, e impedir que los ladrones no vayan a la cárcel después de devolver lo robado y de responder por los daños y perjuicios causado a millones de personas). Hagamos el cambio político puesto que es el momento: Preparemos una huelga general (que no sea de cachondina como quieren UGT y CCOO para el próximo septiembre) para exigir la disolución del Parlamento. Convocatoria de elecciones de unas Cortes Constituyentes que redacten una nueva Constitución en la que la validez y la vigencia de la misma quede determinada por el nivel de vida de los que ya han trabajado: jubilados; de los que no pueden trabajar por tener algún tipo de impedimento, de los que se preparan para trabajar, niños y jóvenes y de los trabajadores.
Y el Rey, humo. Queda en libertad de poder reinar donde exista demanda de monarquía, pero en la amada España no.
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