EL BULEVAR DE LA VIDA
Dios es amor o #confarideno
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Pablo Mckinney
LISTIN DIARIO / República Dominicana
31.01.2020
El genio de
Voltaire resumía el fanatismo en una frase: “Piensa como yo o muere”, que es
como decir que, quien no cree en mí debe morirse o yo debo matarlo, sino
literalmente, por lo menos matarlo moralmente, con calumnias (negación de
Dios), medias mentiras, difamaciones enteras... y una M que no es la de María
Magdalena, que sin conocer el verso, con su amor hizo hombre a un Dios porque
sabía que ni siquiera un dios es hombre “mientras no escucha su nombre,
(pronunciado con amor, digo yo), por los labios de una mujer”. Eso aprendió la
María de Antonio Machado antes de que este existiera. El fanatismo es
grave, no solo porque hace que un ciudadano viva aferrado a una creencia determinada,
lo que es su derecho, sino porque, además, se siente en el deber y el
derecho (que es lo que jode) de obligar a los demás a compartir su creencia y,
de no lograrlo, propiciar que guarden silencio. Por eso, mientras la
homosexualidad se practica con absoluta discreción, a los señores no les
importa. Incluso, hasta hace muy poco, a sectores religiosos ni siquiera les
importaba lo que, además de ser un pecado, es un abominable delito: la
violación y el abuso sexual a menores. Google está ahí. Con la interrupción
del embarazo, en los casos de las tres causales (que es lo que uno,
personalmente apoya) ocurre igual. Se tolera su práctica si esta se realiza con
la misma discreción, como si no se realizara, lo que conduce a un drama de
grave discriminación e injusticia social, pero ese es otro tema.
Por eso tanto
odio, tantas amenazas y descalificaciones contra quienes, no solo piensan
diferente, sino que, además, (ese es su pecado) tienen el coraje de defender
sus creencias públicamente, que para eso entre todos nos hemos montado este
chiringuito de democracia, al fin, para teocracia la de Irán.
Como
inspiración, el amor; y como limite, no el libro de ninguna religión (libertad
de cultos), sino la Constitución de la República que es el laico texto que nos
unifica, el contrato social que nos separa de la barbarie genocida a la que los
fanatismos nos han conducido, y ahí está la historia. Entonces, #confarideno,
#confarideno, ni con la sobrina ni con el Juancito Pérez Vidal, alias Tito, que
somos todos.
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