viernes, 12 de noviembre de 2021

Más de 500 grupos de presión de petróleo, carbón y gas en la COP26. [O sea, que 500 es más de 500. ¡Jodo petaca! Que no era nada lo del ojo y lo llevaba en la mano. Y vamos a ir dejando las cosas claras para que dejen de meterse conmigo diciéndome que si yo soy esto o lo otro y lo demás allá. Que a mí a esto de los eco multi eco sobre eco no me gana nadie, que yo cuando me pongo, me pongo, A mi en esto ni siquiera me gana el padre Eco que engendró a todos los ecos y vinieron a la Tierra en carne mortal cuando el Ángel (y que no me empecéis a enredar, que no fue ni Juan ni Pedro ni Rogelio ni Alfonso ni ningún otro: fue el Ángel, joder, que haber como os lo tengo que decir) anunció a Rafael, el del depósito de agua de mi pueblo, diciéndole entre broma y en serio: que ahí os va ese Eco y que ya veréis que hacéis con él y que a mí no me vengáis luego con ninguna reclamación con, que yo soy un mandao, porque esa fue la voluntad de Dios cuando dijo en mitad de la tormenta que estaba cayendo: ¡queréis ecología! Tomad ecología, ahí os va, desgraciaos, allá vosotros, pero a mí de esto ni media palabra más. Y en esto suena el trueno final que venía como a decir, pero en latino: ¡Hostias como se pone Dios por una tontada! Y aclarado lo que convenía al caso para tener la fiesta en paz, nada más por mi parte. Punto verde eco final. Perdonad la demora, gurriatos míos (los gurriatos forman la principal especie a proteger sobre de por la tierra, mar y aire) que ya sabéis como son estas cosas, que me he tenido que entretener haciendo unas pertinentes aclaraciones. En fin, a lo nuestro. ¿No somos los gurriatos la inmensa mayoría especial (de especie) del mundo que tenemos que protegernos a nosotros mismos (déjate ya de leches de que nos protejan, jate milongas, jate). ¡No somos los gurriatos los que con nuestro trabajo hemos creado cuanta riqueza existe, pero que no disfrutamos de ella ni por el forro porque se la quedan los cabroncillos y cabroncillas (los cabroncillos son una sub especie asquerosamente minoritaria de malos bichos chupadores que chupan, chupan, chupan y que no se cansan de chupar, oyes, que paren los cabrones por las pezuñas o, en su caso las cabras, sin son cabroncillas, también por las pezuñas. Siendo esto así, que los es, por todos los santos del cielo (más los que no estén porque se hayan ido de vacaciones a ver las desgracias que se están produciendo entre los pobladores de la Isla de la Palma por el volcán), ¿Se podría saber que hacen los más de 500 lobos (subespecie de los lobbies de presión, extorsión económica y chantaje político para el chupe) en la COP26 donde se podría estar contribuyendo de forma mayúscula al empeoramiento de las condiciones de vida de toda la humanidad? Y una de sensatez. ¿No sería más sensato, por su lógica, que siendo los gurriatos la inmensa mayoría de la especie del mundo que con su trabajo crea cuanta riqueza exista tuviera en sus manos (yo lo digo por lo de la mayoría, la democracia sin cachondinas y tal) todos los medios de producción que son determinantes para la sociedad entera para que tal especie organizara y decidiera tanto la producción social como su distribución de todo lo que se produjera: a los gurriatos, tanto; a las gurriatas, tanto; a los guarriatillos, tanto; a las gurriatillas, tanto y a todo el que por la razón que fuera no pudiera trabajar, cuando menos, tanto como a cualquier otra gurriata o gurriato? ¿O es que esto no parece sensato?

 

Más de 500 grupos de presión de petróleo, carbón y gas en la COP26

 Kaosenlared / noviembre 202

 


Un estudio de la ONG Global Witness revela que 503 grupos de presión de los combustibles fósiles estaban acreditados en la COP26. El número de representantes de TotalEnergies, Engie o Shell es mayor que el número total de delegaciones de los ocho países más afectados por el cambio climático.

Un estudio de la ONG Global Witness revela que 503 grupos de presión de los combustibles fósiles estaban acreditados en la COP26. El número de representantes de TotalEnergies, Engie o Shell es mayor que el número total de delegaciones de los ocho países más afectados por el cambio climático.

Glasgow, Escocia – Las petroleras Shell y TotalEnergy, los gigantes mineros Rio Tinto y Glencore, y el mayor productor de gas del mundo, Gazprom. Están todos ahí. Global Witness, una ONG especializada en la lucha contra el expolio de los recursos naturales, contabilizó al menos 503 lobistas afiliados a multinacionales del petróleo, el carbón y el gas en los pasillos de la COP26.

Si este grupo de presión fuera una delegación nacional, sería, con mucho, el más grande. La nutrida delegación brasileña cuenta con «sólo» 479 personas acreditadas, seguida de Turquía y la República Democrática del Congo, con 376 y 373 delegados respectivamente. Francia acudió oficialmente a Glasgow con 197 representantes, según Global Witness.

Estos portavoces de los industriales más emisores de CO2, que se han infiltrado en el corazón de la COP26, representan en total a más de un centenar de empresas de cambio climático. Entre ellos se encuentran los gigantes petroleros BP (siete grupos de presión), Shell, la noruega Equinor y la angoleña Sonangol (cada una con seis representantes), y Chevron y la brasileña Petrobras.

En el sector del gas, el conglomerado ruso Gazprom, el mayor productor de gas del mundo, que por sí solo emite tres veces y media más gases de efecto invernadero que Francia cada año, está presente en Glasgow con ocho delegados. Estos últimos llegaron directamente en las maletas de la delegación rusa. Otros 26 países como Canadá o Brasil -pero no Francia- han incluido a su vez a algunos de estos 503 grupos de presión de los combustibles fósiles en sus propias delegaciones.

La presencia de cientos de estas personas pagadas para defender los intereses tóxicos de las empresas de combustibles fósiles no hará más que aumentar el escepticismo de los activistas del clima, que ahora ven las conversaciones de la COP26 como una prueba más de la vacilación y la dilación de los líderes mundiales», afirmó Murray Worthy, de Global Witness. Dada la envergadura del reto, no tenemos tiempo para distraernos con el lavado verde o las promesas vacías de estas multinacionales.

Francia destaca en esta siniestra lista de grupos de presión. El grupo industrial del gas Engie envió nada menos que seis representantes, y la compañía eléctrica EDF, que sigue teniendo participaciones en centrales eléctricas de carbón en China, envió ocho. Finalmente, tres grupos de presión acudieron a la COP26 para defender los intereses privados de TotalEnergies. A pesar de su excesiva comunicación sobre sus  nversiones en renovables, la compañía petrolera y gasística tiene previsto producir el doble de energía fósil para 2030 que la recomendada por el IPCC.

«La COP26 se está vendiendo como el lugar para aumentar las ambiciones climáticas, pero está plagada de grupos de presión cuya única ambición es perpetuar las actividades de sus empresas relacionadas con los combustibles fósiles. Empresas como Shell y BP participan en los debates de la cumbre a pesar de que han admitido abiertamente que aumentarán su producción de gas fósil», dijo Pascoe Sabido, investigador del Corporate Europe Observatory. Al mismo tiempo, los gobiernos y las comunidades de los países más afectados por el cambio climático son los más excluidos de las negociaciones.

Fuente: Rebelión 

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