Las opciones electorales de la izquierda
Los parlamentos y la lucha de clases
25.05.2019
La pobre oferta de la “izquierda parlamentaria” la ha descalificado como tal y también a casi todas sus las candidaturas; y ha abierto una nueva etapa de incertidumbre social. Tal incertidumbre viene acompañada por el crecimiento -por el momento imparable-; del fascismo -en Europa, en el Estado Español y en el mundo.
Eso ha ocurrido ya en las elecciones
generales en las que, con muy raras excepciones, han predominado los
partidos en los que las nociones básicas de la izquierda como: marxismo,
lucha de clases, lucha por la igualdad y por la democracia
participativa; lucha contra los monopolios económicos, sociales,
culturales e ideológicos, ha desaparecido.
A mi juicio, y sin
ánimo de ser exhaustivo ni categórico, las condiciones básicas, mínimas,
que deben proclamarse con claridad para una candidatura de izquierda,
son las siguientes:
-La proclamación expresa de que -ante el
crecimiento evidente del fascismo-, la lucha esencial de los
trabajadores y trabajadoras debe darse en la calle, es fundamental.
Todos los órganos representativos deben convertirse en un escenario de
la lucha de clases.
-La renuncia del marxismo como condición para
la incorporación al sistema político es, también, absolutamente
inaceptable. La imposición de facto de esta renuncia impone el poder
económico, político e ideológico del más fuerte. No es posible una
democracia real bajo el sistema capitalista.
-El capitalismo es
un sistema económico, social e ideológico que conduce a la desigualdad y
a la exclusión. El capitalismo es incompatible con la democracia y con
la inclusión social de todos los sectores de la población,
fundamentalmente los trabajadores y trabajadoras jóvenes con contratos
basura o desempleados. El capitalismo genera la exclusión total de los
sectores empobrecidos de la población, fundamentalmente de los niños y
niñas y de los ancianos.
-Toda la lucha democrática por el
socialismo requiere de una lucha antifascista en todas las instituciones
del estado, fundamentalmente en las FFAA, las FSE y los funcionarios
públicos en todos los niveles. El fascismo es el peor enemigo de la
democracia. Permitir el paso al fascismo es empobrecer a todo el pueblo,
reducir los servicios sociales y paralizar la inclusión plena de la
mujer en la sociedad.
-La Iglesia ha sido históricamente en
España un aliado fiel y permanente del fascismo. No se puede permitir su
participación en la vida pública política, social o educativa. El culto
debe tener naturaleza estrictamente privada, sin exclusiones ni
privilegios. La Iglesia debe devolver los bienes robados durante el
franquismo y la transición. Buena parte de ellos constituyeron una
fracción importante de la acumulación capitalista originaria impuesta
por la coacción y el despojo. Los viene de la Iglesia, con valor
artístico, pertenecen al estado.
-En ningún estado democrático son aceptables las jurisdicciones especiales.
-Para
asegurar la paz y la convivencia; y hacer posible una transición
democrática, es imprescindible la liberación de todos los presos
políticos y el mantenimiento en sus puestos de los diputados y diputadas
electas.
-El hecho de que el Parlamento español (Congreso y
Senado) es un escenario de la lucha de clases ha sido entendido
perfectamente por los diputados y senadores de la derecha, la extrema
derecha y el fascismo.
-La salida de la inmediata de la OTAN y el
cierre también inmediato de las bases extranjeras en España, en primer
lugar las de los Estados Unidos, es una medida fundamental para la
existencia de soberanía plena y de independencia nacional y para evitar
agresiones a otros pueblos desde territorio estatal.
Estas dos
medidas constituyen la base de una política internacional de paz.
Gibraltar debe volver a la soberanía española plena, las ciudades de
Ceuta y Melilla y las plazas de “soberanía” española deben entregarse a
Marruecos. El estado debe garantizar la indemnización justa a los
funcionarios españoles que residan en esas colonias españolas, con las
medidas de reinstalación en territorio nacional que sean precisas y la
conservación de sus empleos. La posición colonial de todos los gobiernos
de la llamada “Transición democrática” es una prueba más de su cobardía
política y de su alineamiento con el Imperio de los EEUU y sus
satélites.
-La solidaridad es una de las bases fundamentales de la política interior y exterior del estado.
-La
República es el único sistema político de fundamento histórico, popular
y democrático. Su institución es necesaria. La monarquía debe ser
abolida.
-Una vez restaurada la República debe iniciarse un
proceso constituyente que garantice la instauración de una democracia
participativa mediante los mecanismos adecuados que garanticen la
representación política de todos los sectores de la población. Un nuevo
sistema electoral garantizará la representación proporcional de los
ciudadanos y su representación equilibrada por sectores sociales
diferenciados.
-La salida de la UE, tal como está configurada, es
necesaria para el abandono de la Europa de los monopolios y las
transnacionales y la creación de la Europa de los pueblos. La
constitución de la UE actual supone la dominación de la política
exterior por los EEUU, el FM y el FMI y el banco Central Europeo.
-Cualquier
política soberana debe suponer la revisión y cancelación de la deuda
ilegítima, de la “deuda odiosa” o de la “deuda impagable”.
-La
permanencia en la UE y de la OTAN, obligan a una injerencia inaceptable
en la política exterior de España frente a terceros países. Esta
política exterior nos está llevando a la guerra militar o económica,
siempre genocida.
Las pruebas y las evidencias son continuas.
Podemos mencionar la “posición común” contra Cuba respaldando el bloqueo
y la aplicación ilegal de la Ley Helms-Burton, y la política
injerencista contra Venezuela que rompe todas las normas del derecho
internacional; el de la ONU, incluido el que regula la “intervención
humanitaria”.
-El estado español no solo ha intervenido en
terribles guerras genocidas contra Yugoslavia, Irak (en dos ocasiones),
el Líbano, Libia, etc., sino que está amenazando a Irán y ha declarado
su bloqueo económico siguiendo las instrucciones de los EEUU. Sus
intervenciones son, con frecuencia, silenciosas, tal como lo es la
intervención regular en África, en el Sahel, o la negativa a apoyar el
derecho de independencia del pueblo saharaui, deuda pendiente del estado
español.
-Es necesario, por democrático, defender el derecho de
autodeterminación de los pueblos: vasco, catalán, gallego o andaluz,
para que ellos determinen libremente su independencia política total, o
su integración en una República de los pueblos.
-Es fundamental
una política real y concreta, verificable, de lucha contra la
destrucción del planeta, contra el desastre ecológico que lo amenaza y,
especialmente, contra la desaparición de la capa de ozono, el deshielo, y
el ascenso del nivel del mar.
-Toda candidatura de izquierda
que pretenda combatir el capitalismo debe anunciar la puesta en marcha
de una Ley de Medios de Comunicación que penalice el uso del engaño, la
mentira, la difusión de mentiras falsas, el uso de fake news para la
creación de una “opinión pública” al servicio de los poderosos.
-El
poder municipal, el autonómico, el residual que pueda tenerse en el
Parlamento europeo, son parte del poder del estado. El slogan, muy
utilizado, de “gobernaré según el interés de mis electores” es en la
izquierda un camino abierto abierto a la despolitización y a la
insolidaridad.
*++
No hay comentarios:
Publicar un comentario