Bases, bases en todas partes... excepto en el informe del Pentágono
TomDispatch
15.02.2019
Como nos recuerda Nick Turse para TomDispatch, los Estados Unidos siguen siendo una presencia militar imperial como nunca antes, no solo de este momento, sino de toda la historia del imperio. Nunca un solo país tuvo tantas bases militares en tantas partes del Planeta Tierra. Compare este sorprendente hecho de 2019, con los de, digamos, los años 50 o los años 90 posteriores a la Guerra Fría. ¿Cuántas bases existen? Como dejó claro Turse, nadie lo sabe, posiblemente ni siquiera el Pentágono. Y más curioso aún, esa vasta infraestructura global, ese "imperio de bases" (en la frase elocuente de Chalmers Johnson), pasa desapercibida en lo que, desde el 9/11, ha sido conocido como "la patria". Pocos aquí piensan en esos acuartelamientos globales (a pesar de que se han desplegado cientos de miles de estadounidenses en los últimos años); los medios que cubren cada tweet presidencial como si fuera una misiva del emperador casi nunca los mencionan, y mucho menos informan sobre ellos; y nadie, aparte de Turse y unos cuantos expertos, parece tener el más mínimo interés en contarlos, mucho menos considerando su costo o incluso el papel global que han estado jugando todos estos años. En términos domésticos, se consideran "desaparecidas en combate", lo que significa que la visión del posicionamiento de Estados Unidos en este planeta [para el público] también está desaparecida en combate.
Con esto en mente, reconozcamos algo más de este extraño momento nuestro: mientras las masivas infraestructuras de bases (y masivamente costosas) permanece firmemente en su lugar, el poder imperial estadounidense es cada vez más otro asunto. Ya debería quedar lo suficientemente claro, a pesar de la reciente aparición del selfie nocturno de Donald con las tropas estadounidenses en la Base Aérea al-Assad en Irak, como dice la CNN, que "la situación de seguridad es todavía peligrosa y todavía puede restringir una visita clandestina de Donald Trump después de más de 15 años de la invasión estadounidense". Parece estarse iniciando casi sin ayuda el proceso por el cual el sistema imperial estadounidense, construido durante los últimos tres cuartos de siglo, un desmantelamiento. La Retirada Siria y la posible reducción de tropas afganas podrían ser polvo al viento, pero un día, ¡qué viento se podría formar! [...] Tom
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Bases, bases en todas partes... excepto en el informe del Pentágono
El ejército de los Estados Unidos finalmente se retira (o no) de su base en al-Tanf. Ya sabes, aquel lugar que el gobierno sirio afirmó durante mucho tiempo que era un campo de entrenamiento para combatientes del Estado Islámico (ISIS); el corredor terrestre dentro de Siria, cerca de las fronteras iraquí y jordana, que Rusia ha llamado un semillero terrorista (sobre el que flotaba la idea de una administración conjunta con los Estados Unidos); un campamento donde cientos de Marines de los Estados Unidos se unieron a las fuerzas de Operaciones Especiales el año pasado; un puesto de avanzada que, según los oficiales estadounidenses, no solo era la clave para derrotar a ISIS, sino también, según el general Joseph Votel, comandante de las fuerzas estadounidenses en el Medio Oriente, para contrarrestar "las actividades malignas que les gustaría llevar a cavo a Irán y a sus diversos satélites y vasallos". Ya sabes, esa al-Tanf.
A las pocas horas del anuncio del presidente Trump de la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria, el equipo de esa base ya estaba siendo inventariado para su traslado. Y así, posiblemente la guarnición estadounidense más importante en Siria, podría ser (posiblemente) borrada de los registros del Pentágono, excepto que, al parecer, al-Tanf nunca estuvo realmente en los libros del Pentágono. Inaugurada en 2015 y, hasta hace poco, hogar de cientos de tropas de EEUU, fue una de las muchas bases militares que existen en algún lugar entre la luz y la sombra, un puesto de avanzada en el extranjero reconocido que de alguna manera nunca llegó al inventario oficial de bases del Pentágono.
El Informe de Estructura de Bases 2018 (BSR)
Oficialmente, el Departamento de Defensa (DoD, por sus siglas en inglés) mantiene 4,775 "sitios", distribuidos entre los 50 estados, 8 territorios de los EEUU y 45 países extranjeros. Un total de 514 de estos puestos de avanzada se encuentran en el extranjero, de acuerdo con la "Cartera de Propiedades Mundial del Pentágono". Solo para comenzar una larga lista, esta incluye bases en la isla del océano Índico de Diego García, en Djibouti, en el Cuerno de África, así como en Perú y Portugal, los Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido. Pero en la versión más reciente de ese informe, publicada a principios de 2018 y conocido como "Informe de Estructura de Bases (BSR)" [AQUI pdf], no incluye ninguna mención a al-Tanf. O para el caso ninguna otra base de Siria. O de Irak. O de Afganistán. O de Níger. O de Túnez. O de Camerún. O de Somalia. O de cualquiera de los numerosos lugares en donde se sabe que hay tales bases militares e incluso, a diferencia que en Siria, que se están actualmente expandiendo.
De acuerdo con David Vine, autor de "Base Nation: Cómo las bases militares estadounidenses en el extranjero dañan a Estados Unidos y al mundo", podría haber cientos de bases extraoficiales similares en todo el mundo. "Los sitios que faltan son un reflejo de la falta de transparencia involucrada en el sistema de lo que sigo estimando que son alrededor de 800 bases estadounidenses fuera de los 50 estados y de Washington DC, que han estado rodeando al mundo desde la Segunda Guerra Mundial", dice Vine, que también es miembro fundador de la recientemente establecida Overseas Base Realignment and Closure Coalition OBRACC, un grupo de analistas militares de todo el espectro ideológico que abogan por reducir la "huella global" de los militares estadounidenses.
Tales bases "fuera de libro" están fuera de los libros por una buena razón. El Pentágono no quiere hablar de ellos. "Hablé con la oficial de prensa responsable del Informe de Estructura de Bases y no tiene nada que agregar, y no hay nadie más disponible para discutir en este momento", dijo a TomDispatch la portavoz del Pentágono, la teniente coronel Michelle Baldanza, cuando le preguntaron sobre las múltiples y misteriosas bases del Departamento de Defensa.
"Las bases indocumentadas son inmunes a la supervisión del público y, a menudo, incluso al Congreso", explica Vine. “ Las bases son una manifestación física de la política exterior y militar de los EEUU, por lo que las bases no oficiales indican que el ejército y el poder ejecutivo están decidiendo dicha política sin debate público , con frecuencia gastando cientos de millones o miles de millones de dólares y potencialmente involucrando a los EEUU en guerras y conflictos sobre los cuales la mayoría del país no sabe nada".
¿Dónde están?
La Coalición para el Cierre y Realineación de las Bases en el Extranjero OBRACC señala que Estados Unidos posee hasta el 95% de las bases militares extranjeras del mundo, mientras que países como Francia, Rusia y el Reino Unido tienen quizás entre 10 y 20 puestos de avanzada extranjeros. China tiene solo uno.
El Departamento de Defensa incluso se jacta de que sus "ubicaciones" incluyen 164 países. Dicho de otra manera, tiene una presencia militar de algún tipo en aproximadamente el 84% de las naciones de este planeta, o al menos así lo reconoció el Departamento de Defensa brevemente. Después de que TomDispatch preguntara por su número, una nueva página web diseñada para contar la "historia" del Pentágono al público en general cambió el dato rápidamente. "Apreciamos su diligencia para llegar al fondo de esto", dijo la teniente coronel Baldanza. "Gracias a sus observaciones, hemos actualizado defence.gov para decir "más de 160".
Lo que el Pentágono aún no menciona es cómo define un "sitio". El número 164 hace un seguimiento aproximado de las estadísticas de personal actual en 2018, del Departamento de Defensa, que muestran los despliegues de personal de diferentes tamaños en los 166 lugares en el extranjero, incluidas algunas naciones con números simbólicos de personal militar y otros, como Irak y Siria, donde el tamaño de la fuerza era obviamente mucho mayor, incluso si no estaba incluido en la lista al momento de la evaluación. (El Pentágono recientemente afirmó que había 5.200 soldados en Irak y al menos 2.000 soldados en Siria, aunque ese número ahora debería reducirse notablemente). Sin embargo, el conteo de la sección "en el extranjero" del Departamento de Defensa también incluye tropas en territorios estadounidenses como Samoa estadounidense, Puerto Rico, las Islas vírgenes y la Isla Wake. Docenas de soldados, según el Pentágono, también están desplegados en el país de "Akrotiri" (que en realidad es un pueblecillo de la isla de Santorini en Grecia) y miles más están acuartelados en ubicaciones "desconocidas".
En el último informe, el número de esas tropas "desconocidas" supera las 44.000.
El costo anual de desplegar personal militar de los EEUU en el extranjero, así como el mantenimiento y la gestión de esas bases en el extranjero, alcanza un máximo estimado de $ 150 mil millones anuales, según la Coalición para el Cierre y Realineación de las Bases en el Extranjero. La etiqueta de "precio" para los puestos de avanzada por sí sola representa alrededor de un tercio de ese total. "El construir y mantener las bases estadounidenses en el extranjero cuestan más de $ 50 mil millones por año, dinero que podría usarse para abordar las necesidades apremiantes en educación, salud, vivienda e infraestructura”, señala Vine.
Quizás no se sorprenda al saber que el Pentágono también está algo confuso acerca de dónde están sus tropas. El nuevo sitio web del Departamento de Defensa, por ejemplo, ofrece un recuento de "4,800+ puestos de defensa" en todo el mundo. Después de que TomDispatch preguntase por este total y cómo se relacionaba con el recuento oficial de 4,775 sitios enumerados en el BSR, se cambió el sitio web para que se lea "aproximadamente 4,800 puestos de Defensa".
“Gracias por señalar la discrepancia. A medida que hacemos la transición al nuevo sitio, estamos trabajando en la actualización de la información ", escribió la teniente coronel Baldanza. "Por favor, consulte el Informe de Estructura Base que contiene los últimos recuentos".
En el sentido más literal, el Informe de Estructura de Bases dispone de los últimos datos, pero su precisión es otra cuestión. "El número de bases contabilizadas en el BSR ha tenido poca relación con el número real de bases de EEUU fuera de los Estados Unidos", dice Vine. "Muchas, muchas bases conocidas y secretas han sido dejadas fuera de la lista".
Un buen ejemplo es la constelación de puestos de avanzada que Estados Unidos ha construido en toda África. El inventario oficial de BSR enumera solo un puñado de sitios allí, en la Isla Ascensión, así como en Djibouti, Egipto y Kenia. En realidad, sin embargo, hay muchos más puestos de avanzada en muchos más países africanos.
Bases estadounidenses del AFRICOM
Una investigación reciente realizada por the Intercept, basada en documentos obtenidos del Comando de África de los Estados Unidos (AFRICOM) a través de la Ley de Libertad de Información, reveló una red de 34 bases fuertemente agrupadas en el norte y oeste de ese continente, así como en el Cuerno de África. La "postura estratégica" del AFRICOM consiste en grandes puestos de avanzada "perdurables", incluidos dos sitios de operaciones avanzadas (forward operating sites FOS), 12 ubicaciones de seguridad cooperativa (cooperative security locations CSL) y 20 sitios menores conocidos como ubicaciones de contingencia (contingency locations CL).
Djibuti
El inventario oficial del Pentágono incluye los dos FOS: la Isla de la Ascensión y la joya de la corona de las bases africanas de Washington, Camp Lemonnier en Djibouti, que se expandió de 88 acres a principios de los 2000 a casi 600 acres en la actualidad. Sin embargo, el informe de Estructura Base falta una CSL en ese mismo país, Chabelley Airfield, un puesto de avanzada de perfil bajo ubicado a unos 10 kilómetros de distancia que ha servido como centro de operaciones no tripuladas para las incursiones en África y Oriente Medio.
Kenia
El conteo oficial del Pentágono también menciona un sitio que lleva el confuso nombre de "NSA Bahrein-Kenia". El AFRICOM lo había descrito anteriormente como un complejo de almacenes construidos en la década de 1980 en el aeropuerto y puerto de Mombasa, Kenia, pero ahora parece en la lista de 2018 de ese comando como un CSL. Sin embargo, falta otra base keniana, Camp Simba, mencionada en un estudio interno del Pentágono de 2013 sobre operaciones secretas con drones en Somalia y Yemen. Al menos dos aviones de vigilancia tripulados se encontraban allí en ese momento. Simba, una antigua instalación dirigida por la Marina, actualmente es operada por el 475º Escuadrón de la Base Aérea Expedicionaria de la Fuerza Aérea, parte de la 435ª Ala Expedicionaria Aérea.
Níger
Personal de ese mismo escuadrón aéreo se puede encontrar en al menos otro puesto de avanzado que no aparece en el Informe de Estructura de Bases, este en el lado opuesto del continente. El BSR declara que no incluye información específica sobre "no ubicaciones" que al menos no tengan 10 acres de tamaño o con un valor de al menos $ 10 millones. Sin embargo, la base en cuestión, la Base Aérea 201 en Agadez, Níger, ya tiene un precio de construcción de $ 100 millones, una suma que pronto se verá eclipsada por el costo de operación de la instalación: alrededor de $ 30 millones al año. Para el año 2024, cuando finalice el presente acuerdo de 10 años para el uso de la base, sus costos de construcción y operación habrán alcanzado los $ 280 millones.
Camerún
También faltan en el BSR los puestos de avanzada en Camerún, incluida una base de larga duración en Douala, un aeródromo de aviones no tripulados en la remota ciudad de Garoua y una instalación conocida como Salak. Este sitio, según una investigación realizada en 2017 por el Intercept, la firma de investigación Forensic Architecture y Amnistía Internacional, ha sido utilizado por personal de los Estados Unidos y contratistas privados para misiones de vigilancia y entrenamiento de aviones no tripulados, y por las fuerzas aliadas de Camerún para el encarcelamiento ilegal y la tortura.
Según Vine, mantener en secreto las bases africanas de Estados Unidos es ventajoso para Washington. Protege a los aliados en ese continente de una posible oposición nacional a la presencia de tropas estadounidenses, mientras que ayuda a asegurar que no haya un debate interno en los Estados Unidos sobre tal gasto y los compromisos militares involucrados. "Es importante que los ciudadanos estadounidenses sepan dónde se encuentran sus tropas en África y en otras partes del mundo", "porque la presencia de tropas cuesta a los Estados Unidos miles de millones de dólares cada año y porque Estados Unidos está involucrado, o potencialmente involucrado, en guerras y conflictos que podrían salirse de control ".
Esas bases desaparecidas
África no es el único lugar donde la lista oficial del Pentágono no cuadra con la realidad. Durante casi dos décadas, el Informe de estructura base ha ignorado bases de todo tipo en las zonas de guerra activa de Estados Unidos. En el apogeo de la ocupación estadounidense de Irak, por ejemplo, los Estados Unidos tenían 505 bases allí, desde pequeños puestos de avanzada hasta instalaciones de grandes dimensiones. Ninguno apareció en las listas oficiales del Pentágono.
Afganistán
En Afganistán, los números fueron aún mayores. Como TomDispatch informó en 2012, la Fuerza de Asistencia de Seguridad Internacional (ISAF) liderada por los Estados Unidos tenía aproximadamente 550 bases en ese país. Si se hubiera agregado los puestos de control de la ISAF (pequeñas bases utilizadas para asegurar carreteras y aldeas) al conteo de mega bases, bases de operaciones avanzadas, puestos avanzados de combate y bases de patrullas, el número llegaría a unas asombrosas 750. Y contando todas las instalaciones militares extranjeras de todo tipo, incluidas las instalaciones logísticas, administrativas y de apoyo, el recuento oficial del Comando Conjunto de la ISAF aumentaría a 1.500 sitios. Sin embargo, la parte más significativa de ellos en Estados Unidos también estuvo misteriosamente ausente del conteo oficial del Departamento de Defensa.
Ahora hay muchas menos instalaciones de este tipo en Afganistán, y las cifras podrían disminuir aún más en los próximos meses a medida que disminuyan el número de tropas. Pero la existencia de Camp Morehead, la Base de Operaciones Avanzada Fenty, Tarin Kowt Airfield, Camp Dahlke West, y Bost Airfield, así como el Camp Shorab, una pequeña instalación que ocupa lo que una vez fue el sitio de bases gemelas mucho más grandes conocidas como Camp Leatherneck y el Camp Bastion, es indiscutible. Sin embargo, ninguno de ellos ha aparecido en el Informe de Estructura de Bases.
Irak
De manera similar, aunque en los últimos años ya no haya más de 500 y pico bases estadounidenses en Irak, a medida que las tropas estadounidenses regresaron a ese país, algunas guarniciones han sido reconstituidas o construidas desde cero. Estos incluyen el Besmaya Range Complex, Firebase Sakheem, Firebase Um Jorais, y la base aérea Al Asad, así como Qayyarah Airfield West, una base a 40 millas al sur de Mosul que es mejor conocida como "Q-West". De nuevo, no se puede encontrar ninguna de ellas en el recuento oficial del Pentágono.
Cuestión personal
En estos días, incluso es difícil obtener la cantidad de personal precisa para el personal militar desplegado en las zonas de guerra de Estados Unidos, y mucho menos el número ellos en cada base. Como explica Vine, “los militares mantienen las figuras en secreto hasta cierto punto para ocultar la presencia de la base de sus adversarios. Sin embargo, debido a que probablemente no sea difícil detectar estas bases en lugares como Siria e Irak, el secreto es principalmente para evitar el debate interno sobre el dinero, el peligro y la muerte, así como para evitar tensiones diplomáticas y consultas internacionales".
Si el objetivo del Pentágono es sofocar el debate interno a través del control de la información, ha estado haciendo un buen trabajo durante años desviando las preguntas sobre su postura global, o sobre lo que Chalmers Johnson, habitual de TomDispatch, llamó el "imperio de bases" de Estados Unidos.
Preguntas y respuestas
A mediados de octubre, TomDispatch le pidió a Heather Babb, otra portavoz del Pentágono, detalles sobre los puestos de avanzada en Afganistán, Irak y Siria que estaban ausentes en el Informe de Estructura de Bases, así como sobre las bases africanas que faltan. Entre las otras preguntas formuladas a Babb: ¿Podría el Pentágono ofrecer un conteo simple, si no una lista, de todos sus puestos de avanzada? ¿Tenían un verdadero recuento del número de instalaciones en el extranjero, incluso si no se había divulgado al público, una lista, es decir, en realidad lo que el Informe de estructura de bases solo pretende hacer? Octubre y noviembre pasaron sin respuestas.
En diciembre, en respuesta de seguimiento a las solicitudes de información, Babb respondió firmemente de acuerdo con la desgastada política del Pentágono de mantener a los contribuyentes estadounidenses en la oscuridad sobre las bases que pagan, sin importar la dificultad teórica de negar la existencia de puestos de avanzada que se extienden desde Agadez en Níger hasta Mosul en Irak. "No tengo nada que agregar", explicó, "a la información y los criterios que se incluyen en el informe".
La decisión del presidente Trump de retirar a las tropas estadounidenses de Siria significa que el Informe de Estructura de Bases de 2019 probablemente será el más exacto en años. Por primera vez desde 2015, el inventario de puestos de avanzada del Pentágono ya no se olvidará de la guarnición de Al-Tanf (o tal vez si lo harán). Pero aun con eso todavía dejaría potencialmente a cientos de bases fuera de los libros, ausentes de las listas oficiales.
Nick Turse es editor gerente de TomDispatch y escritor colaborador para el Intercept. Su sitio web NickTurse.com.
Fuente: http://www.tomdispatch.com/blog/176513/tomgram%3A_nick_turse%2C_one_down%2C_who_knows_how_many_to_go
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