(El Gobernador del Banco de España muy preocupado por la crisis, que entre otros él, ha creado)
1/2
El Gobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez, que debe ser listo como él solo y más agudo que el hambre, y que debe tener sueldo de cojón de mico, más el contracojón que sustenta el cojón, más gastos de representación de la gobernabilidad del Banco de España, más bicocas apartes, también del cojón de mico, resulta que va al Parlamento a decir lo que cualquiera saber decir sin ser Gobernador del Banco de España: que como la Seguridad Social tenga más gastos que ingresos llegará un momento en que habrá déficit, o sea, que los que no tengan trabajo no podrán cobrar el seguro de desempleo y los jubilados se quedarán sin cobrar sus pensiones, y claro, decir esto, como nos pongamos a pensar más de uno, se podría organizar la marimorena.
El seguro de desempleo es un seguro que se ha pagado el trabajador a lo largo de su vida laboral, durante treinta o cuarenta años cuando le llega la edad de jubilación, para que al final le quede una mierda de pensión, seguramente, con una paga mensual menor que lo que cualquier mamón del poder, banquero o adjunta se gasta al día en un bermucito.
Ante esa declaración parlamentaria del Gobernador del Banco de España, de que todo aquel que viva de su trabajo tiene el porvenir más negro que el de un carbonero, Superlaborará, el Supermán disfrazado de Ministro de trabajo, sale de entre las nubes para rasgarse un trocito de capa y decirle al Gobernador del Banco de España que lo que ha dicho no se dice, porque le va a espantar al rebaño, porque un rebaño espantado como se le encabrite, malament, chiquet.
Lo malo no es que lo tengamos más negro que una noche sin luna. Lo malo es que nos enteremos de que nuestros dineros quienes lo tenían que administrar (entre otros, el propio Gobernador del Banco de España) no sólo no lo han administrado defendiendo nuestro intereses, sino que además, nuestros administradores se han hecho ricos, algunos todavía más ricos, y todos ellos en general viven de la bicoca.
Pero nadie se altere y sea la paz de la ignorancia con vosotros, corderos míos, que hay aquí estoy yo para tranquilidad de los tranquilos y poner todavía más tranquilidad sobre los tranquilos, porque esto de la tranquilidad es de estar tranquilos.
Sed mansos como yo, en nombre de Su Santísima Obama os lo pido. Tened fe. Pero no de esa fe de andar por casa o aquella otra fe filigranera, ¡No!, Fe, fe. Fe de la de creer en lo que no se ve.
Que no veis que la cosa se arregla, pues ahí os quiero ver, leña al mono, fe por un tubo.
No “sus” encabezonéis contra lo que dice el hermano Gobernador del Banco de España. El dice lo que tiene que decir. Cumple su sub función apostólica y la complementa Superlaborará en forma de Ministro de Trabajo.
La cosa está jodida, pensad esto. No me “sus” salgáis de esto: la cosa está jodida. No me “sus” salgáis de esto que entonces si que los joderemos, que la cosa jodida está.
Se trata, hermanos míos en el rebaño de Dios, de que como la cosa está jodida (no me hagan reír, por favor, que esto es un artículo serio. Bueno, más que serio de Fe, así que prosigamos) está jodida la cosa.
Como la cosa está jodida, lógico, hay que arreglarla. Hay que reformar. Vale, no se hable más, reformemos. Pero casi mejor, vamos a reformar a los reformadores.
*
1/2
El Gobernador del Banco de España, Fernández Ordóñez, que debe ser listo como él solo y más agudo que el hambre, y que debe tener sueldo de cojón de mico, más el contracojón que sustenta el cojón, más gastos de representación de la gobernabilidad del Banco de España, más bicocas apartes, también del cojón de mico, resulta que va al Parlamento a decir lo que cualquiera saber decir sin ser Gobernador del Banco de España: que como la Seguridad Social tenga más gastos que ingresos llegará un momento en que habrá déficit, o sea, que los que no tengan trabajo no podrán cobrar el seguro de desempleo y los jubilados se quedarán sin cobrar sus pensiones, y claro, decir esto, como nos pongamos a pensar más de uno, se podría organizar la marimorena.
El seguro de desempleo es un seguro que se ha pagado el trabajador a lo largo de su vida laboral, durante treinta o cuarenta años cuando le llega la edad de jubilación, para que al final le quede una mierda de pensión, seguramente, con una paga mensual menor que lo que cualquier mamón del poder, banquero o adjunta se gasta al día en un bermucito.
Ante esa declaración parlamentaria del Gobernador del Banco de España, de que todo aquel que viva de su trabajo tiene el porvenir más negro que el de un carbonero, Superlaborará, el Supermán disfrazado de Ministro de trabajo, sale de entre las nubes para rasgarse un trocito de capa y decirle al Gobernador del Banco de España que lo que ha dicho no se dice, porque le va a espantar al rebaño, porque un rebaño espantado como se le encabrite, malament, chiquet.
Lo malo no es que lo tengamos más negro que una noche sin luna. Lo malo es que nos enteremos de que nuestros dineros quienes lo tenían que administrar (entre otros, el propio Gobernador del Banco de España) no sólo no lo han administrado defendiendo nuestro intereses, sino que además, nuestros administradores se han hecho ricos, algunos todavía más ricos, y todos ellos en general viven de la bicoca.
Pero nadie se altere y sea la paz de la ignorancia con vosotros, corderos míos, que hay aquí estoy yo para tranquilidad de los tranquilos y poner todavía más tranquilidad sobre los tranquilos, porque esto de la tranquilidad es de estar tranquilos.
Sed mansos como yo, en nombre de Su Santísima Obama os lo pido. Tened fe. Pero no de esa fe de andar por casa o aquella otra fe filigranera, ¡No!, Fe, fe. Fe de la de creer en lo que no se ve.
Que no veis que la cosa se arregla, pues ahí os quiero ver, leña al mono, fe por un tubo.
No “sus” encabezonéis contra lo que dice el hermano Gobernador del Banco de España. El dice lo que tiene que decir. Cumple su sub función apostólica y la complementa Superlaborará en forma de Ministro de Trabajo.
La cosa está jodida, pensad esto. No me “sus” salgáis de esto: la cosa está jodida. No me “sus” salgáis de esto que entonces si que los joderemos, que la cosa jodida está.
Se trata, hermanos míos en el rebaño de Dios, de que como la cosa está jodida (no me hagan reír, por favor, que esto es un artículo serio. Bueno, más que serio de Fe, así que prosigamos) está jodida la cosa.
Como la cosa está jodida, lógico, hay que arreglarla. Hay que reformar. Vale, no se hable más, reformemos. Pero casi mejor, vamos a reformar a los reformadores.
*
No hay comentarios:
Publicar un comentario